▲1.1
SIMON Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, á los que habéis alcanzado
fe igualmente preciosa con nosotros en la justicia de nuestro Dios y
Salvador Jesucristo: 1.2 Gracia
y paz os sea multiplicada en el conocimiento de Dios, y de nuestro
Señor Jesús. 1.3
Como todas las cosas que pertenecen á la vida y á la piedad nos sean
dadas de su divina potencia, por el conocimiento de aquel que nos ha
llamado por su gloria y virtud: 1.4
Por las cuales nos son dadas preciosas y grandísimas promesas, para que
por ellas fueseis hechos participantes de la naturaleza divina,
habiendo huído de la corrupción que está en el mundo por concupiscencia. 1.5
Vosotros también, poniendo toda diligencia por esto mismo, mostrad en
vuestra fe virtud, y en la virtud ciencia; 1.6 Y en la
ciencia templanza, y en la templanza paciencia, y en la paciencia temor
de Dios; 1.7 Y en el
temor de Dios, amor fraternal, y en el amor fraternal caridad. 1.8
Porque si en vosotros hay estas cosas, y abundan, no os dejarán estar
ociosos, ni estériles en el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo. 1.9
Mas el que no tiene estas cosas, es ciego, y tiene la vista muy corta,
habiendo olvidado la purificación de sus antiguos pecados. 1.10
Por lo cual, hermanos, procurad tanto más de hacer firme vuestra
vocación y elección; porque haciendo estas cosas, no caeréis jamás. 1.11
Porque de esta manera os será abundantemente administrada la entrada en
el reino eterno de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. 1.12
Por esto, yo no dejaré de amonestaros siempre de estas cosas, aunque
vosotros las sepáis, y estéis confirmados en la verdad presente. 1.13 Porque
tengo por justo, en tanto que estoy en este tabernáculo, de incitaros
con amonestación: 1.14
Sabiendo que brevemente tengo de dejar mi tabernáculo, como nuestro
Señor Jesucristo me ha declarado. 1.15
También yo procuraré con diligencia, que después de mi fallecimiento,
vosotros podáis siempre tener memoria de estas cosas. 1.16
Porque no os hemos dado á conocer la potencia y la venida de nuestro
Señor Jesucristo, siguiendo fábulas por arte compuestas; sino como
habiendo con nuestros propios ojos visto su majestad. 1.17
Porque él había recibido de Dios Padre honra y gloria, cuando una tal
voz fué á él enviada de la magnífica gloria: Este es el amado Hijo mío,
en el cual yo me he agradado. 1.18 Y
nosotros oímos esta voz enviada del cielo, cuando estábamos juntamente
con él en el monte santo. 1.19
Tenemos también la palabra profética más permanente, á la cual hacéis
bien de estar atentos como á una antorcha que alumbra en lugar oscuro
hasta que el día esclarezca, y el lucero de la mañana salga en vuestros
corazones: 1.20
Entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de
particular interpretación; 1.21
Porque la profecía no fué en los tiempos pasados traída por voluntad
humana, sino los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados del
Espíritu Santo. ▲2.1
PERO hubo también falsos profetas en el pueblo, como habrá entre
vosotros falsos doctores, que introducirán encubiertamente herejías de
perdición, y negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí
mismos perdición acelerada. 2.2 Y
muchos seguirán sus disoluciones, por los cuales el camino de la verdad
será blasfemado; 2.3
Y por avaricia harán mercadería de vosotros con palabras fingidas,
sobre los cuales la condenación ya de largo tiempo no se tarda, y su
perdición no se duerme. 2.4
Porque si Dios no perdonó á los ángeles que habían pecado, sino que
habiéndolos despeñado en el infierno con cadenas de oscuridad, los
entregó para ser reservados al juicio; 2.5
Y si no perdonó al mundo viejo, mas guardó á Noé, pregonero de
justicia, con otras siete personas, trayendo el diluvio sobre el mundo
de malvados; 2.6 Y si
condenó por destrucción las ciudades de Sodoma y de Gomorra,
tornándolas en ceniza, y poniéndolas por ejemplo á los que habían de
vivir sin temor y reverencia de Dios, 2.7 Y libró
al justo Lot, acosado por la nefanda conducta de los malvados; 2.8 (Porque
este justo, con ver y oir, morando entre ellos, afligía cada día su
alma justa con los hechos de aquellos injustos;) 2.9 Sabe el
Señor librar de tentación á los píos, y reservar á los injustos para
ser atormentados en el día del juicio; 2.10
Y principalmente á aquellos que, siguiendo la carne, andan en
concupiscencia é inmundicia, y desprecian la potestad; atrevidos,
contumaces, que no temen decir mal de las potestades superiores: 2.11
Como quiera que los mismos ángeles, que son mayores en fuerza y en
potencia, no pronuncian juicio de maldición contra ellas delante del
Señor. 2.12 Mas
éstos, diciendo mal de las cosas que no entienden, como bestias brutas,
que naturalmente son hechas para presa y destrucción, perecerán en su
perdición, 2.13
Recibiendo el galardón de su injusticia, ya que reputan por delicia
poder gozar de deleites cada día. Estos son suciedades y manchas, los
cuales comiendo con vosotros, juntamente se recrean en sus errores; 2.14
Teniendo los ojos llenos de adulterio, y no saben cesar de pecar;
cebando las almas inconstantes; teniendo el corazón ejercitado en
codicias, siendo hijos de maldición; 2.15
Que han dejado el camino derecho, y se han extraviado, siguiendo el
camino de Balaam, hijo de Bosor, el cual amó el premio de la maldad. 2.16 Y fué
reprendido por su iniquidad: una muda bestia de carga, hablando en voz
de hombre, refrenó la locura del profeta. 2.17
Estos son fuentes sin agua, y nubes traídas de torbellino de viento:
para los cuales está guardada la oscuridad de las tinieblas para
siempre. 2.18 Porque
hablando arrogantes palabras de vanidad, ceban con las concupiscencias
de la carne en disoluciones á los que verdaderamente habían huído de
los que conversan en error; 2.19
Prometiéndoles libertad, siendo ellos mismos siervos de corrupción.
Porque el que es de alguno vencido, es sujeto á la servidumbre del que
lo venció. 2.20
Ciertamente, si habiéndose ellos apartado de las contaminaciones del
mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, y otra vez
envolviéndose en ellas, son vencidos, sus postrimerías les son hechas
peores que los principios. 2.21
Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la
justicia, que después de haberlo conocido, tornarse atrás del santo
mandamiento que les fué dado. 2.22
Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro se volvió á
su vómito, y la puerca lavada á revolcarse en el cieno. ▲3.1
CARISIMOS, yo os escribo ahora esta segunda carta, por las cuales ambas
despierto con exhortación vuestro limpio entendimiento; 3.2
Para que tengáis memoria de las palabras que antes han sido dichas por
los santos profetas, y de nuestro mandamiento, que somos apóstoles del
Señor y Salvador: 3.3
Sabiendo primero esto, que en los postrimeros días vendrán burladores,
andando según sus propias concupiscencias, 3.4
Y diciendo: ¿Dónde está la promesa de su advenimiento? porque desde el
día en que los padres durmieron, todas las cosas permanecen así como
desde el principio de la creación. 3.5
Cierto ellos ignoran voluntariamente, que los cielos fueron en el
tiempo antiguo, y la tierra que por agua y en agua está asentada, por
la palabra de Dios; 3.6 Por lo
cual el mundo de entonces pereció anegado en agua: 3.7
Mas los cielos que son ahora, y la tierra, son conservados por la misma
palabra, guardados para el fuego en el día del juicio, y de la
perdición de los hombres impíos. 3.8 Mas, oh
amados, no ignoréis esta una cosa: que un día delante del Señor es como
mil años y mil años como un día. 3.9
El Señor no tarda su promesa, como algunos la tienen por tardanza; sino
que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca,
sino que todos procedan al arrepentimiento. 3.10
Mas el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los
cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán
deshechos, y la tierra y las obras que en ella están serán quemadas. 3.11 Pues
como todas estas cosas han de ser deshechas, ¿qué tales conviene que
vosotros seáis en santas y pías conversaciones, 3.12
Esperando y apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual
los cielos siendo encendidos serán deshechos, y los elementos siendo
abrasados, se fundirán? 3.13 Bien
que esperamos cielos nuevos y tierra nueva, según sus promesas, en los
cuales mora la justicia. 3.14
Por lo cual, oh amados, estando en esperanza de estas cosas, procurad
con diligencia que seáis hallados de él sin mácula, y sin reprensión,
en paz. 3.15 Y
tened
por salud la paciencia de nuestro Señor; como también nuestro amado
hermano Pablo, según la sabiduría que le ha sido dada, os ha escrito
también; 3.16 Casi
en
todas sus epístolas, hablando en ellas de estas cosas; entre las cuales
hay algunas difíciles de entender, las cuales los indoctos é
inconstantes tuercen, como también las otras Escrituras, para perdición
de sí mismos. 3.17
Así que vosotros, oh amados, pues estáis amonestados, guardaos que por
el error de los abominables no seáis juntamente extraviados, y caigáis
de vuestra firmeza. 3.18
Mas creced en la gracia y conocimiento de nuestro Señor y Salvador
Jesucristo. A él sea gloria ahora y hasta el día de la eternidad. Amén.