▲1.1 PABLO, apóstol de
Jesucristo por la ordenación de Dios nuestro Salvador, y del Señor
Jesucristo, nuestra esperanza; 1.2 A
Timoteo, verdadero hijo en la fe: Gracia, misericordia y paz de Dios
nuestro Padre, y de Cristo Jesús nuestro Señor. 1.3
Como te rogué que te quedases en Efeso, cuando partí para Macedonia,
para que requirieses á algunos que no enseñen diversa doctrina, 1.4
Ni presten atención á fábulas y genealogías sin término, que antes
engendran cuestiones que la edificación de Dios que es por fe; así te
encargo ahora. 1.5 Pues el
fin del mandamiento es la caridad nacida de corazón limpio, y de buena
conciencia, y de fe no fingida: 1.6 De lo
cual distrayéndose algunos, se apartaron á vanas pláticas; 1.7
Queriendo ser doctores de la ley, sin entender ni lo que hablan, ni lo
que afirman. 1.8 Sabemos
empero que la ley es buena, si alguno usa de ella legítimamente; 1.9
Conociendo esto, que la ley no es puesta para el justo, sino para los
injustos y para los desobedientes, para los impíos y pecadores, para
los malos y profanos, para los parricidas y matricidas, para los
homicidas, 1.10 Para
los fornicarios, para los sodomitas, para los ladrones de hombres, para
los mentirosos y ladrones de hombres, para los mentirosos y fjperjuros,
y si hay alguna otra cosa contraria á la sana doctrina; 1.11 Según
el evangelio de la gloria del Dios bendito, el cual á mí me ha sido
encargado. 1.12 Y doy
gracias al que me fortificó, á Cristo Jesús nuestro Señor, de que me
tuvo por fiel, poniéndome en el ministerio: 1.13
Habiendo sido antes blasfemo y perseguidor é injuriador: mas fuí
recibido á misericordia, porque lo hice con ignorancia en incredulidad. 1.14 Mas la
gracia de nuestro Señor fué más abundante con la fe y amor que es en
Cristo Jesús. 1.15
Palabra fiel y digna de ser recibida de todos: que Cristo Jesús vino al
mundo para salvar á los pecadores, de los cuales yo soy el primero. 1.16
Mas por esto fuí recibido á misericordia, para que Jesucristo mostrase
en mí el primero toda su clemencia, para ejemplo de los que habían de
creer en él para vida eterna. 1.17 Por
tanto, al Rey de siglos, inmortal, invisible, al solo sabio Dios sea
honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. 1.18
Este mandamiento, hijo Timoteo, te encargo, para que, conforme á las
profecías pasadas de ti, milites por ellas buena milicia; 1.19
Manteniendo la fe y buena conciencia, la cual echando de sí algunos,
hicieron naufragio en la fe: 1.20 De los
cuales son Himeneo y Alejandro, los cuales entregué á Satanás, para que
aprendan á no blasfemar. ▲2.1
AMONESTO pues, ante todas cosas, que se hagan rogativas, oraciones,
peticiones, hacimientos de gracias, por todos los hombres; 2.2 Por los
reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y
reposadamente en toda piedad y honestidad. 2.3 Porque
esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador; 2.4 El cual
quiere que todos los hombres sean salvos, y que vengan al conocimiento
de la verdad. 2.5 Porque
hay un Dios, asimismo un mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo
hombre; 2.6 El cual
se dió á sí mismo en precio del rescate por todos, para testimonio en
sus tiempos: 2.7
De lo que yo soy puesto por predicador y apóstol, (digo verdad en
Cristo, no miento) doctor de los Gentiles en fidelidad y verdad. 2.8 Quiero,
pues, que los hombres oren en todo lugar, levantando manos limpias, sin
ira ni contienda. 2.9
Asimismo también las mujeres, ataviándose en hábito honesto, con
vergüenza y modestia; no con cabellos encrespados, u oro, ó perlas, ó
vestidos costosos. 2.10 Sino
de buenas obras, como conviene á mujeres que profesan piedad. 2.11 La
mujer aprenda en silencio, con toda sujeción. 2.12 Porque
no permito á la mujer enseñar, ni tomar autoridad sobre el hombre, sino
estar en silencio. 2.13 Porque
Adam fué formado el primero, después Eva; 2.14 Y Adam
no fué engañado, sino la mujer, siendo seducida, vino á ser envuelta en
transgresión: 2.15 Empero
se salvará engendrando hijos, si permaneciere en la fe y caridad y
santidad, con modestia. ▲3.1 PALABRA fiel: Si alguno
apetece obispado, buena obra desea. 3.2
Conviene, pues, que el obispo sea irreprensible, marido de una mujer,
solícito, templado, compuesto, hospedador, apto para enseñar; 3.3 No
amador del vino, no heridor, no codicioso de torpes ganancias, sino
moderado, no litigioso, ajeno de avaricia; 3.4 Que
gobierne bien su casa, que tenga sus hijos en sujeción con toda
honestidad; 3.5 (Porque
el que no sabe gobernar su casa, ¿cómo cuidará de la iglesia de Dios?) 3.6 No un
neófito, porque inflándose no caiga en juicio del diablo. 3.7 También
conviene que tenga buen testimonio de los extraños, porque no caiga en
afrenta y en lazo del diablo. 3.8 Los
diáconos asimismo, deben ser honestos, no bilingües, no dados á mucho
vino, no amadores de torpes ganancias; 3.9 Que
tengan el misterio de la fe con limpia conciencia. 3.10 Y
éstos también sean antes probados; y así ministren, si fueren sin
crimen. 3.11 Las
mujeres asimismo, honestas, no detractoras, templadas, fieles en todo. 3.12 Los
diáconos sean maridos de una mujer, que gobiernen bien sus hijos y sus
casas. 3.13 Porque
los que bien ministraren, ganan para sí buen grado, y mucha confianza
en la fe que es en Cristo Jesús. 3.14 Esto
te escribo con esperanza que iré presto á ti: 3.15
Y si no fuere tan presto, para que sepas cómo te conviene conversar en
la casa de Dios, que es la iglesia del Dios vivo, columna y apoyo de la
verdad. 3.16 Y sin
cotradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios ha sido
manifestado en carne; ha sido justificado con el Espíritu; ha sido
visto de los ángeles; ha sido predicado á los Gentiles; ha sido creído
en el mundo; ha sido recibido en gloria. ▲4.1
EMPERO el Espíritu dice manifiestamente, que en los venideros tiempos
alguno apostatarán de la fe escuchando á espíritus de error y á
doctrinas de demonios; 4.2 Que con
hipocresía hablarán mentira, teniendo cauterizada la conciencia. 4.3
Que prohibirán casarse, y mandarán abstenerse de las viandas que Dios
crió para que con hacimiento de gracias participasen de ellas los
fieles, y los que han conocido la verdad. 4.4 Porque
todo lo que Dios crió es bueno, y nada hay que desechar, tomándose con
hacimiento de gracias: 4.5 Porque
por la palabra de Dios y por la oración es santificado. 4.6
Si esto propusieres á los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo,
criado en las palabras de la fe y de la buena doctrina, la cual has
alcanzado. 4.7 Mas las
fábulas profanas y de viejas desecha, y ejercítate para la piedad. 4.8
Porque el ejercicio corporal para poco es provechoso; mas la piedad
para todo aprovecha, pues tiene promesa de esta vida presente, y de la
venidera. 4.9 Palabra
fiel es esta, y digna de ser recibida de todos. 4.10
Que por esto aun trabajamos y sufrimos oprobios, porque esperamos en el
Dios viviente, el cual es Salvador de todos los hombres, mayormente de
los que creen. 4.11 Esto
manda y enseña. 4.12
Ninguno tenga en poco tu juventud; pero sé ejemplo de los fieles en
palabra, en conversación, en caridad, en espíritu, en fe, en limpieza. 4.13 Entre
tanto que voy, ocúpate en leer, en exhortar, en enseñar. 4.14 No
descuides el don que está en ti, que te es dado por profecía con la
imposición de las manos del presbiterio. 4.15 Medita
estas cosas; ocúpate en ellas; para que tu aprovechamiento sea
manifiesto á todos. 4.16 Ten
cuidado de ti mismo y de la doctrina; persiste en ello; pues haciendo
esto, á ti mismo salvarás y á los que te oyeren. ▲5.1 NO reprendas al anciano,
sino exhórtale como á padre: á los más jóvenes, como á hermanos; 5.2 A las
ancianas, como á madres; á las jovencitas, como á hermanas, con toda
pureza. 5.3 Honra á
las viudas que en verdad son viudas. 5.4
Pero si alguna viuda tuviere hijos, ó nietos, aprendan primero á
gobernar su casa piadosamente, y á recompensar á sus padres: porque
esto es lo honesto y agradable delante de Dios. 5.5 Ahora,
la que en verdad es viuda y solitaria, espera en Dios, y es diligente
en suplicaciones y oraciones noche y día. 5.6 Pero la
que vive en delicias, viviendo está muerta. 5.7
Denuncia pues estas cosas, para que sean sin reprensión. 5.8 Y si
alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa,
la fe negó, y es peor que un infiel. 5.9 La
viuda sea puesta en clase especial, no menos que de sesenta años, que
haya sido esposa de un solo marido. 5.10
Que tenga testimonio en buenas obras; si crió hijos; si ha ejercitado
la hospitalidad; si ha lavado los pies de los santos; si ha socorrido á
los afligidos; si ha seguido toda buena obra. 5.11 Pero
viudas más jóvenes no admitas: porque después de hacerse licenciosas
contra Cristo, quieren casarse. 5.12
Condenadas ya, por haber falseado la primera fe. 5.13
Y aun también se acostrumbran á ser ociosas, á andar de casa en casa; y
no solamente ociosas, sino también parleras y curiosas, hablando lo que
no conviene. 5.14
Quiero pues, que las que son jóvenes se casen, críen hijos, gobiernen
la casa; que ninguna ocasión den al adversario para maldecir. 5.15 Porque
ya algunas han vuelto atrás en pos de Satanás. 5.16
Si algún fiel ó alguna fiel tiene viudas, manténgalas, y no sea gravada
la iglesia; á fin de que haya lo suficiente para las que de verdad son
viudas. 5.17 Los
ancianos que gobiernan bien, sean tenidos por dignos de doblada honra;
mayormente los que trabajan en predicar y enseñar. 5.18 Porque
la Escritura dice: No embozarás al buey que trilla; y: Digno es el
obrero de su jornal. 5.19 Contra
el anciano no recibas acusación sino con dos ó tres testigos. 5.20 A los
que pecaren, repréndelos delante de todos, para que los otros también
teman. 5.21
Te requiero delante de Dios y del Señor Jesucristo, y de sus ángeles
escogidos, que guardes estas cosas sin perjuicio de nadie, que nada
hagas inclinándote á la una parte. 5.22 No
impongas de ligero las manos á ninguno, ni comuniques en pecados
ajenos: consérvate en limpieza. 5.23 No
bebas de aquí adelante agua, sino usa de un poco de vino por causa del
estómago, y de tus continuas enfermedades. 5.24 Los
pecados de algunos hombres, antes que vengan ellos á juicio, son
manifiestos; mas á otros les vienen después. 5.25
Asimismo las buenas obras antes son manifiestas; y las que son de otra
manera, no pueden esconderse. ▲6.1
TODOS los que están debajo del yugo de servidumbre, tengan á sus
señores por dignos de toda honra, porque no sea blasfemado el nombre
del Señor y la doctrina. 6.2
Y los que tienen amos fieles, no los tengan en menos, por ser hermanos;
antes sírvanles mejor, por cuanto son fieles y amados, y partícipes del
beneficio. Esto enseña y exhorta. 6.3
Si alguno enseña otra cosa, y no asiente á sanas palabras de nuestro
Señor Jesucristo, y á la doctrina que es conforme á la piedad; 6.4
Es hinchado, nada sabe, y enloquece acerca de cuestiones y contiendas
de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias,
malas sospechas, 6.5
Porfías de hombres corruptos de entendimiento y privados de la verdad,
que tienen la piedad por granjería: apártate de los tales. 6.6 Empero
grande granjería es la piedad con contentamiento. 6.7 Porque
nada hemos traído á este mundo, y sin duda nada podremos sacar. 6.8 Así
que, teniendo sustento y con qué cubrirnos, seamos contentos con esto. 6.9
Porque los que quieren enriquecerse, caen en tentación y lazo, y en
muchas codicias locas y dañosas, que hunden á los hombres en perdición
y muerte. 6.10 Porque
el amor del dinero es la raíz de todos los males: el cual codiciando
algunos, se descaminaron de la fe, y fueron traspasados de muchos
dolores. 6.11 Mas
tú,
oh hombre de Dios, huye de estas cosas, y sigue la justicia, la piedad,
la fe, la caridad, la paciencia, la mansedumbre. 6.12
Pelea la buena batalla de la fe, echa mano de la vida eterna, á la cual
asimismo eres llamado, habiendo hecho buena profesión delante de muchos
testigos. 6.13 Te
mando delante de Dios, que da vida á todas las cosas, y de Jesucristo,
que testificó la buena profesión delante de Poncio Pilato, 6.14 Que
guardes el mandamiento sin mácula ni reprensión, hasta la aparición de
nuestro Señor Jesucristo: 6.15 La
cual á su tiempo mostrará el Bienaventurado y solo Poderoso, Rey de
reyes, y Señor de señores; 6.16
Quien sólo tiene inmortalidad, que habita en luz inaccesible; á quien
ninguno de los hombres ha visto ni puede ver: al cual sea la honra y el
imperio sempiterno. Amén. 6.17
A los ricos de este siglo manda que no sean altivos, ni pongan la
esperanza en la incertidumbre de las riquezas, sino en el Dios vivo,
que nos da todas las cosas en abundancia de que gocemos: 6.18 Que
hagan bien, que sean ricos en buenas obras, dadivosos, que con
facilidad comuniquen; 6.19
Atesorando para sí buen fundamento para lo por venir, que echen mano á
la vida eterna. 6.20
Oh Timoteo, guarda lo que se te ha encomendado, evitando las profanas
pláticas de vanas cosas, y los argumentos de la falsamente llamada
ciencia: 6.21 La
cual profesando algunos, fueron descaminados acerca de la fe. La gracia
sea contigo. Amén.