▲1.1
PABLO, apóstol de Jesucristo por la voluntad de Dios, y Timoteo el
hermano, á la iglesia de Dios que está en Corinto, juntamente con todos
los santos que están por toda la Acaya: 1.2 Gracia
y paz á vosotros de Dios nuestro Padre, y del Señor Jesucristo. 1.3 Bendito
sea el Dios y Padre del Señor Jesucristo, el Padre de misericordias, y
el Dios de toda consolación, 1.4
El cual nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que podamos
también nosotros consolar á los que están en cualquiera angustia, con
la consolación con que nosotros somos consolados de Dios. 1.5
Porque de la manera que abundan en nosotros las aflicciones de Cristo,
así abunda también por el mismo Cristo nuestra consolación. 1.6
Mas si somos atribulados, es por vuestra consolación y salud; la cual
es obrada en el sufrir las mismas aflicciones que nosotros también
padecemos: ó si somos consolados, es por vuestra consolación y salud; 1.7
Y nuestra esperanza de vosotros es firme; estando ciertos que como sois
compañeros de las aflicciones, así también lo sois de la consolación. 1.8
Porque hermanos, no queremos que ignoréis de nuestra tribulación que
nos fué hecha en Asia; que sobremanera fuimos cargados sobre nuestras
fuerzas de tal manera que estuviésemos en duda de la vida. 1.9
Mas nosotros tuvimos en nosotros mismos respuesta de muerte, para que
no confiemos en nosotros mismos, sino en Dios que levanta los muertos: 1.10 El
cual nos libró y libra de tanta muerte; en el cual esperamos que aun
nos librará; 1.11
Ayudándonos también vosotros con oración por nosotros, para que por la
merced hecha á nos por respeto de muchos, por muchos sean hechas
gracias por nosotros. 1.12
Porque nuestra gloria es esta: el testimonio de nuestra conciencia, que
con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, mas con
la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y muy más con vosotros. 1.13 Porque
no os escribimos otras cosas de las que leéis, ó también conocéis: y
espero que aun hasta el fin las conoceréis: 1.14
Como también en parte habéis conocido que somos vuestra gloria, así
como también vosotros la nuestra, para el día del Señor Jesús. 1.15 Y con
esta confianza quise primero ir á vosotros, para que tuvieseis una
segunda gracia; 1.16 Y por
vosotros pasar á Macedonia, y de Macedonia venir otra vez á vosotros, y
ser vuelto de vosotros á Judea. 1.17
Así que, pretendiendo esto, ¿usé quizá de liviandad? ó lo que pienso
hacer, ¿piénsolo según la carne, para que haya en mí Sí y No? 1.18 Antes,
Dios fiel sabe que nuestra palabra para con vosotros no es Sí y No. 1.19
Porque el Hijo de Dios, Jesucristo, que por nosotros ha sido entre
vosotros predicado, por mí y Silvano y Timoteo, no ha sido Sí y No; mas
ha sido Sí en él. 1.20 Porque
todas las promesas de Dios son en él Sí, y en él Amén, por nosotros á
gloria de Dios. 1.21 Y el
que nos confirma con vosotros en Cristo, y el que nos ungió, es Dios; 1.22 El
cual también nos ha sellado, y dado la prenda del Espíritu en nuestros
corazones. 1.23 Mas yo
llamo á Dios por testigo sobre mi alma, que por ser indulgente con
vosotros no he pasado todavía á Corinto. 1.24 No que
nos enseñoreemos de vuestra fe, mas somos ayudadores de vuestro gozo:
porque por la fe estáis firmes. ▲2.1 ESTO pues determiné para
conmigo, no venir otra vez á vosotros con tristeza. 2.2 Porque
si yo os contristo, ¿quién será luego el que me alegrará, sino aquel á
quien yo contristare? 2.3
Y esto mismo os escribí, porque cuando llegare no tenga tristeza sobre
tristeza de los que me debiera gozar; confiando en vosotros todos que
mi gozo es el de todos vosotros. 2.4
Porque por la mucha tribulación y angustia del corazón os escribí con
muchas lágrimas; no para que fueseis contristados, mas para que
supieseis cuánto más amor tengo para con vosotros. 2.5 Que si
alguno me contristó, no me contristó á mí, sino en parte, por no
cargaros, á todos vosotros. 2.6 Bástale
al tal esta reprensión hecha de muchos; 2.7 Así
que, al contrario, vosotros más bien lo perdonéis y consoléis, porque
no sea el tal consumido de demasiada tristeza. 2.8 Por lo
cual os ruego que confirméis el amor para con él. 2.9 Porque
también por este fin os escribí, para tener experiencia de vosotros si
sois obedientes en todo. 2.10
Y al que vosotros perdonareis, yo también: porque también yo lo que he
perdonado, si algo he perdonado, por vosotros lo he hecho en persona de
Cristo; 2.11 Porque
no seamos engañados de Satanás: pues no ignoramos sus maquinaciones. 2.12 Cuando
vine á Troas para el evangelio de Cristo, aunque me fué abierta puerta
en el Señor, 2.13 No
tuve reposo en mi espíritu, por no haber hallado á Tito mi hermano:
así, despidiéndome de ellos, partí para Macedonia. 2.14
Mas á Dios gracias, el cual hace que siempre triunfemos en Cristo
Jesús, y manifiesta el olor de su conocimiento por nosotros en todo
lugar. 2.15 Porque
para Dios somos buen olor de Cristo en los que se salvan, y en los que
se pierden: 2.16 A
éstos ciertamente olor de muerte para muerte; y á aquéllos olor de vida
para vida. Y para estas cosas ¿quién es suficiente? 2.17
Porque no somos como muchos, mercaderes falsos de la palabra de Dios:
antes con sinceridad, como de Dios, delante de Dios, hablamos en Cristo. ▲3.1
¿COMENZAMOS otra vez á alabarnos á nosotros mismos? ¿ó tenemos
necesidad, como algunos, de letras de recomendación para vosotros, ó de
recomendación de vosotros? 3.2
Nuestras letras sois vosotros, escritas en nuestros corazones, sabidas
y leídas de todos los hombres; 3.3
Siendo manifiesto que sois letra de Cristo administrada de nosotros,
escrita no con tinta, mas con el Espíritu del Dios vivo; no en tablas
de piedra, sino en tablas de carne del corazón. 3.4 Y tal
confianza tenemos por Cristo para con Dios: 3.5
No que seamos suficientes de nosotros mismos para pensar algo como de
nosotros mismos, sino que nuestra suficiencia es de Dios; 3.6
El cual asimismo nos hizo ministros suficientes de un nuevo pacto: no
de la letra, mas del espíritu; porque la letra mata, mas el espíritu
vivifica. 3.7 Y si el
ministerio de muerte en la letra grabado en piedras, fué con gloria,
tanto que los hijos de Israel no pudiesen poner los ojos en la faz de
Moisés á causa de la gloria de su rostro, la cual había de perecer, 3.8 ¿Cómo
no será más bien con gloria el ministerio del espíritu? 3.9 Porque
si el ministerio de condenación fué con gloria, mucho más abundará en
gloria el ministerio de justicia. 3.10 Porque
aun lo que fué glorioso, no es glorioso en esta parte, en comparación
de la excelente gloria. 3.11 Porque
si lo que perece tuvo gloria, mucho más será en gloria lo que permanece. 3.12 Así
que, teniendo tal esperanza, hablamos con mucha confianza; 3.13
Y no como Moisés, que ponía un velo sobre su faz, para que los hijos de
Israel no pusiesen los ojos en el fin de lo que había de ser abolido. 3.14
Empero los sentidos de ellos se embotaron; porque hasta el día de hoy
les queda el mismo velo no descubierto en la lección del antiguo
testamento, el cual por Cristo es quitado. 3.15 Y aun
hasta el día de hoy, cuando Moisés es leído, el velo está puesto sobre
el corazón de ellos. 3.16 Mas
cuando se convirtieren al Señor, el velo se quitará. 3.17 Porque
el Señor es el Espíritu; y donde hay el Espíritu del Señor, allí hay
libertad. 3.18
Por tanto, nosotros todos, mirando á cara descubierta como en un espejo
la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la
misma semejanza, como por el Espíritu del Señor. ▲4.1 POR lo cual teniendo
nosotros esta administración según la misericordia que hemos alcanzado,
no desmayamos; 4.2
Antes quitamos los escondrijos de vergüenza, no andando con astucia, ni
adulterando la palabra de Dios, sino por manifestación de la verdad
encomendándonos á nosotros mismos á toda conciencia humana delante de
Dios. 4.3 Que si
nuestro evangelio está aún encubierto, entre los que se pierden está
encubierto: 4.4
En los cuales el dios de este siglo cegó los entendimientos de los
incrédulos, para que no les resplandezca la lumbre del evangelio de la
gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios. 4.5 Porque
no nos predicamos á nosotros mismos, sino á Jesucristo, el Señor; y
nosotros vuestros siervos por Jesús. 4.6
Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es
el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del
conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo. 4.7 Tenemos
empero este tesoro en vasos de barro, para que la alteza del poder sea
de Dios, y no de nosotros: 4.8 Estando
atribulados en todo, mas no angustiados; en apuros, mas no desesperamos; 4.9
Perseguidos, mas no desamparados; abatidos, mas no perecemos; 4.10
Llevando siempre por todas partes la muerte de Jesús en el cuerpo, para
que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestros cuerpos. 4.11
Porque nosotros que vivimos, siempre estamos entregados á muerte por
Jesús, para que también la vida de Jesús sea manifestada en nuestra
carne mortal. 4.12 De
manera que la muerte obra en nosotros, y en vosotros la vida. 4.13
Empero teniendo el mismo espíritu de fe, conforme á lo que está
escrito: Creí, por lo cual también hablé: nosotros también creemos, por
lo cual también hablamos; 4.14
Estando ciertos que el que levantó al Señor Jesús, á nosotros también
nos levantará por Jesús, y nos pondrá con vosotros. 4.15
Porque todas estas cosas padecemos por vosotros, para que abundando la
gracia por muchos, en el hacimiento de gracias sobreabunde á gloria de
Dios. 4.16 Por
tanto,
no desmayamos: antes aunque este nuestro hombre exterior se va
desgastando, el interior empero se renueva de día en día. 4.17 Porque
lo que al presente es momentáneo y leve de nuestra tribulación, nos
obra un sobremanera alto y eterno peso de gloria; 4.18
No mirando nosotros á las cosas que se ven, sino á las que no se ven:
porque las cosas que se ven son temporales, mas las que no se ven son
eternas. ▲5.1
PORQUE sabemos, que si la casa terrestre de nuestra habitación se
deshiciere, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha de manos,
eterna en los cielos. 5.2 Y por
esto también gemimos, deseando ser sobrevestidos de aquella nuestra
habitación celestial; 5.3 Puesto
que en verdad habremos sido hallados vestidos, y no desnudos. 5.4
Porque asimismo los que estamos en este tabernáculo, gemimos agravados;
porque no quisiéramos ser desnudados; sino sobrevestidos, para que lo
mortal sea absorbido por la vida. 5.5 Mas el
que nos hizo para esto mismo, es Dios; el cual nos ha dado la prenda
del Espíritu. 5.6 Así que
vivimos confiados siempre, y sabiendo, que entre tanto que estamos en
el cuerpo, peregrinamos ausentes del Señor; 5.7 (Porque
por fe andamos, no por vista;) 5.8 Mas
confiamos, y más quisiéramos partir del cuerpo, y estar presentes al
Señor. 5.9 Por
tanto procuramos también, ó ausentes, ó presentes, serle agradables: 5.10
Porque es menester que todos nosotros parezcamos ante el tribunal de
Cristo, para que cada uno reciba según lo que hubiere hecho por medio
del cuerpo, ora sea bueno ó malo. 5.11
Estando pues poseídos del temor del Señor, persuadimos á los hombres,
mas á Dios somos manifiestos; y espero que también en vuestras
conciencias somos manifiestos. 5.12
No nos encomendamos pues otra vez á vosotros, sino os damos ocasión de
gloriaros por nosotros, para que tengáis qué responder contra los que
se glorían en las apariencias, y no en el corazón. 5.13 Porque
si loqueamos, es para Dios; y si estamos en seso, es para vosotros. 5.14 Porque
el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto: Que si uno murió por
todos, luego todos son muertos; 5.15 Y por
todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, mas para
aquel que murió y resucitó por ellos. 5.16
De manera que nosotros de aquí adelante á nadie conocemos según la
carne: y aun si á Cristo conocimos según la carne, empero ahora ya no
le conocemos. 5.17 De
modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es: las cosas viejas
pasaron; he aquí todas son hechas nuevas. 5.18 Y todo
esto es de Dios, el cual nos reconcilió á sí por Cristo; y nos dió el
ministerio de la reconciliación. 5.19
Porque ciertamente Dios estaba en Cristo reconciliando el mundo á sí,
no imputándole sus pecados, y puso en nosotros la palabra de la
reconciliación. 5.20
Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por
medio nuestro; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios. 5.21 Al que
no conoció pecado, hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos
hechos justicia de Dios en él. ▲6.1 Y ASI nosotros, como
ayudadores juntamente con él, os exhortamos también á que no recibáis
en vano la gracia de Dios, 6.2
En tiempo aceptable te he oído, Y en día de salud te he socorrido: he
aquí ahora el tiempo aceptable; he aquí ahora el día de salud:) 6.3 No
dando á nadie ningún escándalo, porque el ministerio nuestro no sea
vituperado: 6.4 Antes
habiéndonos en todas cosas como ministros de Dios, en mucha paciencia,
en tribulaciones, en necesidades, en angustias; 6.5 En
azotes, en cárceles, en alborotos, en trabajos, en vigilias, en ayunos; 6.6 En
castidad, en ciencia, en longanimidad, en bondad, en Espíritu Santo, en
amor no fingido; 6.7 En
palabra de verdad, en potencia de Dios, en armas de justicia á diestro
y á siniestro; 6.8 Por
honra y por deshonra, por infamia y por buena fama; como engañadores,
mas hombres de verdad; 6.9 Como
ignorados, mas conocidos; como muriendo, mas he aquí vivimos; como
castigados, mas no muertos; 6.10 Como
doloridos, mas siempre gozosos; como pobres, mas enriqueciendo á
muchos; como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo. 6.11
Nuestra boca está abierta á vosotros, oh Corintios: nuestro corazón es
ensanchado. 6.12 No
estáis estrechos en nosotros, mas estáis estrechos en vuestras propias
entrañas. 6.13 Pues,
para corresponder al propio modo (como á hijos hablo), ensanchaos
también vosotros. 6.14
No os juntéis en yugo con los infieles: porque ¿qué compañía tienes la
justicia con la injusticia? ¿y qué comunión la luz con las tinieblas? 6.15 ¿Y qué
concordia Cristo con Belial? ¿ó qué parte el fiel con el infiel? 6.16
¿Y qué concierto el templo de Dios con los ídolos? porque vosotros sois
el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré en
ellos; y seré el Dios de ellos, y ellos serán mi pueblo. 6.17 Por lo
cual Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no
toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré, 6.18 Y seré
á vosotros Padre, Y vosotros me seréis á mí hijos é hijas, dice el
Señor Todopoderoso. ▲7.1
ASI que, amados, pues tenemos tales promesas, limpiémonos de toda
inmundicia de carne y de espíritu, perfeccionando la santificación en
temor de Dios. 7.2
Admitidnos: á nadie hemos injuriado, á nadie hemos corrompido, á nadie
hemos engañado. 7.3 No para
condenar os lo digo; que ya he dicho antes que estáis en nuestros
corazones, para morir y para vivir juntamente. 7.4
Mucha confianza tengo de vosotros, tengo de vosotros mucha gloria;
lleno estoy de consolación, sobreabundo de gozo en todas nuestras
tribulaciones. 7.5
Porque aun cuando vinimos á Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra
carne; antes, en todo fuimos atribulados: de fuera, cuestiones; de
dentro, temores. 7.6 Mas
Dios, que consuela á los humildes, nos consoló con la venida de Tito: 7.7
Y no sólo con su venida, sino también con la consolación con que él fué
consolado acerca de vosotros, haciéndonos saber vuestro deseo grande,
vuestro lloro, vuestro celo por mí, para que así me gozase más. 7.8
Porque aunque os contristé por la carta, no me arrepiento, bien que me
arrepentí; porque veo que aquella carta, aunque por algún tiempo os
contristó, 7.9 Ahora
me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis
contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados
según Dios, para que ninguna pérdida padecieseis por nuestra parte. 7.10
Porque el dolor que es según Dios, obra arrepentimiento saludable, de
que no hay que arrepentirse; mas el dolor del siglo obra muerte. 7.11
Porque he aquí, esto mismo que según Dios fuisteis contristados, cuánta
solicitud ha obrado en vosotros, y aun defensa, y aun enojo, y aun
temor, y aun gran deseo, y aun celo, y aun vindicación. En todo os
habéis mostrado limpios en el negocio. 7.12
Así que, aunque os escribí, no fué por causa del que hizo la injuria,
ni por causa del que la padeció, mas para que os fuese manifiesta
nuestra solicitud que tenemos por vosotros delante de Dios. 7.13
Por tanto, tomamos consolación de vuestra consolación: empero mucho más
nos gozamos por el gozo de Tito, que haya sido recreado su espíritu de
todos vosotros. 7.14
Pues si algo me he gloriado para con él de vosotros, no he sido
avergonzado; antes, como todo lo que habíamos dicho de vosotros era con
verdad, así también nuestra gloria delante de Tito fué hallada
verdadera. 7.15 Y sus
entrañas son más abundantes para con vosotros, cuando se acuerda de la
obediencia de todos vosotros, de cómo lo recibisteis con temor y
temblor. 7.16 Me
gozo de que en todo estoy confiado de vosotros. ▲8.1 ASIMISMO, hermanos, os
hacemos saber la gracia de Dios que ha sido dada á las iglesias de
Macedonia: 8.2 Que en
grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda
pobreza abundaron en riquezas de su bondad. 8.3 Pues de
su grado han dado conforme á sus fuerzas, yo testifico, y aun sobre sus
fuerzas; 8.4
Pidiéndonos con muchos ruegos, que aceptásemos la gracia y la
comunicación del servicio para los santos. 8.5 Y no
como lo esperábamos, mas aun á sí mismos se dieron primeramente al
Señor, y á nosotros por la voluntad de Dios. 8.6 De
manera que exhortamos á Tito, que como comenzó antes, así también acabe
esta gracia entre vosotros también. 8.7
Por tanto, como en todo abundáis, en fe, y en palabra, y en ciencia, y
en toda solicitud, y en vuestro amor para con nosotros, que también
abundéis en esta gracia. 8.8 No
hablo como quien manda, sino para poner á prueba, por la eficacia de
otros, la sinceridad también de la caridad vuestra. 8.9
Porque ya sabéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor de
vosotros se hizo pobre, siendo rico; para que vosotros con su pobreza
fueseis enriquecidos. 8.10
Y en esto doy mi consejo; porque esto os conviene á vosotros, que
comenzasteis antes, no sólo á hacerlo, mas aun á quererlo desde el año
pasado. 8.11 Ahora
pues, llevad también á cabo el hecho, para que como estuvisteis prontos
á querer, así también lo estéis en cumplir conforme á lo que tenéis. 8.12 Porque
si primero hay la voluntad pronta, será acepta por lo que tiene, no por
lo que no tiene. 8.13 Porque
no digo esto para que haya para otros desahogo, y para vosotros
apretura; 8.14
Sino para que en este tiempo, con igualdad, vuestra abundancia supla la
falta de ellos, para que también la abundancia de ellos supla vuestra
falta, porque haya igualdad; 8.15 Como
está escrito: El que recogió mucho, no tuvo más; y el que poco, no tuvo
menos. 8.16 Empero
gracias á Dios que dió la misma solicitud por vosotros en el corazón de
Tito. 8.17 Pues á
la verdad recibió la exhortación; mas estando también muy solícito, de
su voluntad partió para vosotros. 8.18 Y
enviamos juntamente con él al hermano cuya alabanza en el evangelio es
por todas las iglesias; 8.19
Y no sólo esto, mas también fué ordenado por las iglesias el compañero
de nuestra peregrinación para llevar esta gracia, que es administrada
de nosotros para gloria del mismo Señor, y para demostrar vuestro
pronto ánimo: 8.20
Evitando que nadie nos vitupere en esta abundancia que ministramos; 8.21
Procurando las cosas honestas, no sólo delante del Señor, mas aun
delante de los hombres. 8.22
Enviamos también con ellos á nuestro hermano, al cual muchas veces
hemos experimentado diligente, mas ahora mucho más con la mucha
confianza que tiene en vosotros. 8.23
Ora en orden á Tito, es mi compañero y coadjutor para con vosotros; ó
acerca de nuestros hermanos, los mensajeros son de las iglesias, y la
gloria de Cristo. 8.24
Mostrad pues, para con ellos á la faz de las iglesias la prueba de
vuestro amor, y de nuestra gloria acerca de vosotros. ▲9.1 PORQUE cuanto á la
suministración para los santos, por demás me es escribiros; 9.2
Pues conozco vuestro pronto ánimo, del cual me glorío yo entre los de
Macedonia, que Acaya está apercibida desde el año pasado; y vuestro
ejemplo ha estimulado á muchos. 9.3
Mas he enviado los hermanos, porque nuestra gloria de vosotros no sea
vana en esta parte; para que, como lo he dicho, estéis apercibidos; 9.4
No sea que, si vinieren conmigo Macedonios, y os hallaren
desapercibidos, nos avergoncemos nosotros, por no decir vosotros, de
este firme gloriarnos. 9.5
Por tanto, tuve por cosa necesaria exhortar á los hermanos que fuesen
primero á vosotros, y apresten primero vuestra bendición antes
prometida para que esté aparejada como de bendición, y no como de
mezquindad. 9.6 Esto
empero digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y
el que siembra en bendiciones, en bendiciones también segará. 9.7 Cada
uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ó por necesidad;
porque Dios ama el dador alegre. 9.8
Y poderoso es Dios para hacer que abunde en vosotros toda gracia; á fin
de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo que basta, abundéis
para toda buena obra: 9.9 Como
está escrito: Derramó, dió á los pobres; Su justicia permanece para
siempre. 9.10
Y el que da simiente al que siembra, también dará pan para comer, y
multiplicará vuestra sementera, y aumentará los crecimientos de los
frutos de vuestra justicia; 9.11 Para
que estéis enriquecidos en todo para toda bondad, la cual obra por
nosotros hacimiento de gracias á Dios. 9.12
Porque la suministración de este servicio, no solamente suple lo que á
los santos falta, sino también abunda en muchos hacimientos de gracias
á Dios: 9.13 Que
por
la experiencia de esta suministración glorifican á Dios por la
obediencia que profesáis al evangelio de Cristo, y por la bondad de
contribuir para ellos y para todos; 9.14
Asimismo por la oración de ellos á favor vuestro, los cuales os quieren
á causa de la eminente gracia de Dios en vosotros. 9.15
Gracias á Dios por su don inefable. ▲10.1
EMPERO yo Pablo, os ruego por la mansedumbre y modestia de Cristo, yo
que presente ciertamente soy bajo entre vosotros, mas ausente soy
confiado entre vosotros: 10.2
Ruego pues, que cuando estuviere presente, no tenga que ser atrevido
con la confianza con que estoy en ánimo de ser resuelto para con
algunos, que nos tienen como si anduviésemos según la carne. 10.3 Pues
aunque andamos en la carne, no militamos según la carne. 10.4
(Porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en
Dios para la destrucción de fortalezas;) 10.5
Destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de
Dios, y cautivando todo intento á la obediencia, de Cristo; 10.6 Y
estando prestos para castigar toda desobediencia, cuando vuestra
obediencia fuere cumplida. 10.7
Miráis las cosas según la apariencia. Si alguno está confiado en sí
mismo que es de Cristo, esto también piense por sí mismo, que como él
es de Cristo, así también nosotros somos de Cristo. 10.8
Porque aunque me glorié aun un poco de nuestra potestad (la cual el
Señor nos dió para edificación y no para vuestra destrucción), no me
avergonzaré; 10.9 Porque
no parezca como que os quiero espantar por cartas. 10.10
Porque á la verdad, dicen, las cartas son graves y fuertes; mas la
presencia corporal flaca, y la palabra menospreciable. 10.11
Esto piense el tal, que cuales somos en la palabra por cartas estando
ausentes, tales seremos también en hechos, estando presentes. 10.12
Porque no osamos entremeternos ó compararnos con algunos que se alaban
á sí mismos: mas ellos, midiéndose á sí mismos por sí mismos, y
comparándose consigo mismos no son juiciosos. 10.13
Nosotros empero, no nos gloriaremos fuera de nuestra medida, sino
conforme á la medida de la regla, de la medida que Dios nos repartió,
para llegar aun hasta vosotros. 10.14
Porque no nos extendemos sobre nuestra medida, como si no llegásemos
hasta vosotros: porque también hasta vosotros hemos llegado en el
evangelio de Cristo: 10.15
No gloriándonos fuera de nuestra medida en trabajos ajenos; mas
teniendo esperanza del crecimiento de vuestra fe, que seremos muy
engrandecidos entre vosotros, conforme á nuestra regla. 10.16
Y que anunciaremos el evangelio en los lugares más allá de vosotros,
sin entrar en la medida de otro para gloriarnos en lo que ya estaba
aparejado. 10.17 Mas
el que se gloría, gloríese en el Señor. 10.18
Porque no el que se alaba á sí mismo, el tal es aprobado; mas aquel á
quien Dios alaba. ▲11.1 OJALA toleraseis un poco mi
locura; empero toleradme. 11.2 Pues
que os celo con celo de Dios; porque os he desposado á un marido, para
presentaros como una virgen pura á Cristo. 11.3
Mas temo que como la serpiente engaño á Eva con su astucia, sean
corrompidos así vuestros sentidos en alguna manera, de la simplicidad
que es en Cristo. 11.4
Porque si el que viene, predicare otro Jesús que el que hemos
predicado, ó recibiereis otro espíritu del que habéis recibido, ú otro
evangelio del que habéis aceptado, lo sufrierais bien. 11.5 Cierto
pienso que en nada he sido inferior á aquellos grandes apóstoles. 11.6 Porque
aunque soy basto en la palabra, empero no en la ciencia: mas en todo
somos ya del todo manifiestos á vosotros. 11.7
¿Pequé yo humillándome á mí mismo, para que vosotros fueseis
ensalzados, porque os he predicado el evangelio de Dios de balde? 11.8 He
despojado las otras iglesias, recibiendo salario para ministraros á
vosotros. 11.9
Y estando con vosotros y teniendo necesidad, á ninguno fuí carga;
porque lo que me faltaba, suplieron los hermanos que vinieron de
Macedonia: y en todo me guardé de seros gravoso, y me guardaré. 11.10 Es la
verdad de Cristo en mí, que esta gloria no me será cerrada en las
partes de Acaya. 11.11 ¿Por
qué? ¿porque no os amo? Dios lo sabe. 11.12
Mas lo que hago, haré aún, para cortar la ocasión de aquellos que la
desean, á fin de que en aquello que se glorían, sean hallados
semejantes á nosotros. 11.13
Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos,
trasfigurándose en apóstoles de Cristo. 11.14 Y no
es maravilla, porque el mismo Satanás se transfigura en ángel de luz. 11.15 Así
que, no es mucho si también sus ministros se transfiguran como
ministros de justicia; cuyo fin será conforme á sus obras. 11.16 Otra
vez digo: Que nadie me estime ser loco; de otra manera, recibidme como
á loco, para que aun me gloríe yo un poquito. 11.17 Lo
que hablo, no lo hablo según el Señor, sino como en locura, con esta
confianza de gloria. 11.18 Pues
que muchos se glorían según la carne, también yo me gloriaré. 11.19
Porque de buena gana toleráis los necios, siendo vosotros sabios: 11.20
Porque toleráis si alguno os pone en servidumbre, si alguno os devora,
si alguno toma, si alguno se ensalza, si alguno os hiere en la cara. 11.21
Dígolo cuanto á la afrenta, como si nosotros hubiésemos sido flacos.
Empero en lo que otro tuviere osadía (hablo con locura), también yo
tengo osadía. 11.22 ¿Son
Hebreos? yo también. ¿Son Israelitas? yo también. ¿Son simiente de
Abraham? también yo. 11.23
¿Son ministros de Cristo? (como poco sabio hablo) yo más: en trabajos
más abundante; en azotes sin medida; en cárceles más; en muertes,
muchas veces. 11.24 De
los judíos cinco veces he recibido cuarenta azotes menos uno. 11.25
Tres veces he sido azotado con varas; una vez apedreado; tres veces he
padecido naufragio; una noche y un día he estado en lo profundo de la
mar; 11.26 En
caminos
muchas veces, peligros de ríos, peligros de ladrones, peligros de los
de mi nación, peligros de los Gentiles, peligros en la ciudad, peligros
en el desierto, peligros en la mar, peligros entre falsos hermanos; 11.27 En
trabajo y fatiga, en muchas vigilias, en hambre y sed, en muchos
ayunos, en frío y en desnudez; 11.28 Sin
otras cosas además, lo que sobre mí se agolpa cada día, la solicitud de
todas las iglesias. 11.29
¿Quién enferma, y yo no enfermo? ¿Quién se escandaliza, y yo no me
quemo? 11.30 Si es
menester gloriarse, me gloriaré yo de lo que es de mi flaqueza. 11.31 El
Dios y Padre del Señor nuestro Jesucristo, que es bendito por siglos,
sabe que no miento. 11.32 En
Damasco, el gobernador de la provincia del rey Aretas guardaba la
ciudad de los Damascenos para prenderme; 11.33 Y fuí
descolgado del muro en un serón por una ventana, y escapé de sus manos. ▲12.1 CIERTO no me es conveniente
gloriarme; mas vendré á las visiones y á las revelaciones del Señor. 12.2
Conozco á un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo,
no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé: Dios lo sabe) fué arrebatado
hasta el tercer cielo. 12.3 Y
conozco tal hombre, (si en el cuerpo, ó fuera del cuerpo, no lo sé:
Dios lo sabe,) 12.4 Que
fué arrebatado al paraíso, donde oyó palabras secretas que el hombre no
puede decir. 12.5 De
este tal me gloriaré, mas de mí mismo nada me gloriaré, sino en mis
flaquezas. 12.6
Por lo cual si quisiere gloriarme, no seré insensato: porque diré
verdad: empero lo dejo, porque nadie piense de mí más de lo que en mí
ve, ú oye de mí. 12.7
Y porque la grandeza de las revelaciones no me levante
descomedidamente, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de
Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera. 12.8 Por lo
cual tres veces he rogado al Señor, que se quite de mí. 12.9
Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi potencia en la flaqueza se
perfecciona. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis
flaquezas, porque habite en mí la potencia de Cristo. 12.10
Por lo cual me gozo en las flaquezas, en afrentas, en necesidades, en
persecuciones, en angustias por Cristo; porque cuando soy flaco,
entonces soy poderoso. 12.11
Heme hecho un necio en gloriarme: vosotros me constreñisteis; pues yo
había de ser alabado de vosotros: porque en nada he sido menos que los
sumos apóstoles, aunque soy nada. 12.12
Con todo esto, las señales de apóstol han sido hechas entre vosotros en
toda paciencia, en señales, y en prodigios, y en maravillas. 12.13
Porque ¿qué hay en que habéis sido menos que las otras iglesias, sino
en que yo mismo no os he sido carga? Perdonadme esta injuria. 12.14
He aquí estoy aparejado para ir á vosotros la tercera vez, y no os seré
gravoso; porque no busco vuestras cosas, sino á vosotros: porque no han
de atesorar los hijos para los padres sino los padres para los hijos. 12.15
Empero yo de muy buena gana despenderé y seré despendido por vuestras
almas, aunque amándoos más, sea amado menos. 12.16 Mas
sea así, yo no os he agravado: sino que, como soy astuto, os he tomado
por engaño. 12.17
¿Acaso os he engañado por alguno de los que he enviado á vosotros? 12.18
Rogué á Tito, y envié con él al hermano. ¿Os engañó quizá Tito? ¿no
hemos procedido con el mismo espíritu y por las mismas pisadas? 12.19
¿Pensáis aún que nos excusamos con vosotros? Delante de Dios en Cristo
hablamos: mas todo, muy amados, por vuestra edificación. 12.20
Porque temo que cuando llegare, no os halle tales como quiero, y yo sea
hallado de vosotros cual no queréis; que haya entre vosotros
contiendas, envidias, iras, disensiones, detracciones, murmuaciones,
elaciones, bandos: 12.21
Que cuando volviere, me humille Dios entre vosotros, y haya de llorar
por muchos de los que antes habrán pecado, y no se han arrepentido de
la inmundicia y fornicación y deshonestidad que han cometido. ▲13.1 ESTA tercera vez voy á
vosotros. En la boca de dos ó de tres testigos consistirá todo negocio. 13.2
He dicho antes, y ahora digo otra vez como presente, y ahora ausente lo
escribo á los que antes pecaron, y á todos los demás, que si voy otra
vez, no perdonaré; 13.3 Pues
buscáis una prueba de Cristo que habla en mí, el cual no es flaco para
con vosotros, antes es poderoso en vosotros. 13.4
Porque aunque fué crucificado por flaqueza, empero vive por potencia de
Dios. Pues también nosotros somos flacos con él, mas viviremos con él
por la potencia de Dios para con vosotros. 13.5
Examinaos á vosotros mismos si estáis en fe; probaos á vosotros mismos.
¿No os conocéis á vosotros mismos, que Jesucristo está en vosotros? si
ya no sois reprobados. 13.6 Mas
espero que conoceréis que nosotros no somos reprobados. 13.7
Y oramos á Dios que ninguna cosa mala hagáis; no para que nosotros
seamos hallados aprobados, mas para que vosotros hagáis lo que es
bueno, aunque nosotros seamos como reprobados. 13.8 Porque
ninguna cosas podemos contra la verdad, sino por la verdad. 13.9 Por lo
cual nos gozamos que seamos nosotros flacos, y que vosotros estéis
fuertes; y aun deseamos vuestra perfección. 13.10
Por tanto os escribo esto ausente, por no tratar presente con dureza,
conforme á la potestad que el Señor me ha dado para edificación, y no
para destrucción. 13.11
Resta, hermanos, que tengáis gozo, seáis perfectos, tengáis
consolación, sintáis una misma cosa, tengáis paz; y el Dios de paz y de
caridad será con vosotros. 13.12
Saludaos los unos á los otros con ósculo santo. 13.13 Todos
los santos os saludan. 13.14 La
gracia del Señor Jesucristo, y el amor de Dios, y la participación del
Espíritu Santo sea con vosotros todos. Amén.