▲1.1
EN el mes octavo, en el año segundo de Darío, fué palabra de Jehová á
Zacarías profeta, hijo de Berechîas, hijo de Iddo, diciendo: 1.2 Enojóse
Jehová con ira contra vuestros padres. 1.3
Les dirás pues: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos á mí,
dice Jehová de los ejércitos, y yo me volveré á vosotros, ha dicho
Jehová de los ejércitos. 1.4
No seáis como vuestros padres, á los cuales dieron voces los primeros
profetas, diciendo: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Volveos ahora
de vuestros malos caminos, y de vuestras malas obras: y no atendieron,
ni me escucharon, dice Jehová. 1.5
Vuestros padres, ¿dónde están? y los profetas ¿han de vivir para
siempre? 1.6
Empero mis palabras y mis ordenanzas que mandé á mis siervos los
profetas, ¿no alcanzaron á vuestros padres? Por eso se volvieron ellos
y dijeron: Como Jehová de los ejércitos pensó tratarnos conforme á
nuestros caminos, y conforme á nuestras obras, así lo hizo con nosotros. 1.7
A los veinticuatro del mes undécimo, que es el mes de Sebath, en el año
segundo de Darío, fué palabra de Jehová á Zacarías profeta, hijo de
Berechîas, hijo de Iddo, diciendo: 1.8
Vi de noche, y he aquí un varón que cabalgaba sobre un caballo bermejo,
el cual estaba entre los mirtos que había en la hondura; y detrás de él
había caballos bermejos, overos, y blancos. 1.9
Entonces dije: ¿Qué son éstos, señor mío? Y díjome el ángel que hablaba
conmigo: Yo te enseñaré qué son éstos. 1.10 Y
aquel varón que estaba entre los mirtos respondió, y dijo: Estos son
los que Jehová ha enviado á recorrer la tierra. 1.11
Y ellos hablaron á aquel ángel de Jehová que estaba entre los mirtos, y
dijeron: Hemos recorrido la tierra, y he aquí toda la tierra está
reposada y quieta. 1.12
Y respondió el ángel de Jehová, y dijo: Oh Jehová de los ejércitos,
¿hasta cuándo no tendrás piedad de Jerusalem, y de las ciudades de
Judá, con las cuales has estado airado por espacio de setenta años? 1.13 Y
Jehová respondió buenas palabras, palabras consolatorias á aquel ángel
que hablaba conmigo. 1.14
Y díjome el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así ha dicho
Jehová de los ejércitos: Celé á Jerusalem y á Sión con gran celo: 1.15
Y con grande enojo estoy airado contra las gentes que están reposadas;
porque yo estaba enojado un poco, y ellos ayudaron para el mal. 1.16
Por tanto, así ha dicho Jehová: Yo me he tornado á Jerusalem con
miseraciones; en ella será edificada mi casa, dice Jehová de los
ejércitos, y la plomada será tendida sobre Jerusalem. 1.17
Clama aún, diciendo: Así dice Jehová de los ejércitos: Aun serán
ensanchadas mis ciudades por la abundancia del bien; y aun consolará
Jehová á Sión, y escogerá todavía á Jerusalem. 1.18
Después alcé mis ojos, y miré, y he aquí cuatro cuernos. 1.19
Y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué son éstos? Y respondióme:
Estos son los cuernos que aventaron á Judá, á Israel, y á Jerusalem. 1.20
Mostróme luego Jehová cuatro carpinteros. 1.21
Y yo dije: ¿Qué vienen éstos á hacer? Y respondióme, diciendo: Estos
son los cuernos que aventaron á Judá, tanto que ninguno alzó su cabeza;
mas éstos han venido para hacerlos temblar, para derribar los cuernos
de las gentes, que alzaron el cuerno sobre la tierra de Judá para
aventarla. ▲2.1 ALCÉ después mis ojos, y
miré y he aquí un varón que tenía en su mano un cordel de medir. 2.2 Y
díjele: ¿A dónde vas? Y él me respondió: A medir á Jerusalem, para ver
cuánta es su anchura, y cuánta su longitud. 2.3 Y he
aquí, salía aquel ángel que hablaba conmigo, y otro ángel le salió al
encuentro, 2.4
Y díjole: Corre, habla á este mozo, diciendo: Sin muros será habitada
Jerusalem á causa de la multitud de los hombres, y de las bestias en
medio de ella. 2.5 Yo seré
para ella, dice Jehová, muro de fuego en derredor, y seré por gloria en
medio de ella. 2.6 Eh, eh,
huid de la tierra del aquilón, dice Jehová, pues por los cuatro vientos
de los cielos os esparcí, dice Jehová. 2.7 Oh
Sión, la que moras con la hija de Babilonia, escápate. 2.8
Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Después de la gloria me
enviará él á las gentes que os despojaron: porque el que os toca, toca
á la niña de su ojo. 2.9 Porque
he aquí yo alzo mi mano sobre ellos, y serán despojo á sus siervos, y
sabréis que Jehová de los ejércitos me envió. 2.10 Canta
y alégrate, hija de Sión: porque he aquí vengo, y moraré en medio de
ti, ha dicho Jehová. 2.11
Y uniránse muchas gentes á Jehová en aquel día, y me serán por pueblo,
y moraré en medio de ti; y entonces conocerás que Jehová de los
ejércitos me ha enviado á ti. 2.12 Y
Jehová poseerá á Judá su heredad en la tierra santa, y escogerá aún á
Jerusalem. 2.13 Calle
toda carne delante de Jehová, porque él se ha despertado de su santa
morada. ▲3.1
Y MOSTROME á Josué, el gran sacerdote, el cual estaba delante del ángel
de Jehová; y Satán estaba á su mano derecha para serle adversario. 3.2
Y dijo Jehová á Satán: Jehová te reprenda, oh Satán; Jehová, que ha
escogido á Jerusalem, te reprenda. ¿No es éste tizón arrebatado del
incendio? 3.3 Y Josué
estaba vestido de vestimentas viles, y estaba delante del ángel. 3.4
Y habló el ángel, é intimó á los que estaban delante de sí, diciendo:
Quitadle esas vestimentas viles. Y á él dijo: Mira que he hecho pasar
tu pecado de ti, y te he hecho vestir de ropas de gala. 3.5
Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron una mitra
limpia sobre su cabeza, y vistiéronle de ropas. Y el ángel de Jehová
estaba en pie. 3.6 Y el
ángel de Jehová protestó al mismo Josué, diciendo: 3.7
Así dice Jehová de los ejércitos: Si anduvieres por mis caminos, y si
guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi casa, también tú
guardarás mis atrios, y entre estos que aquí están te daré plaza. 3.8
Escucha pues ahora, Josué gran sacerdote, tú, y tus amigos que se
sientan delante de ti; porque son varones simbólicos: He aquí, yo
traigo á mi siervo, el Pimpollo. 3.9
Porque he aquí aquella piedra que puse delante de Josué; sobre esta
única piedra hay siete ojos: he aquí, yo grabaré su escultura, dice
Jehová de los ejércitos, y quitaré el pecado de la tierra en un día. 3.10
En aquel día, dice Jehová de los ejércitos, cada uno de vosotros
llamará á su compañero debajo de la vid, y debajo de la higuera. ▲4.1 Y VOLVIO el ángel que
hablaba conmigo, y despertóme como un hombre que es despertado de su
sueño. 4.2
Y díjome: ¿Qué ves? Y respondí: He mirado, y he aquí un candelero todo
de oro, con su vaso sobre su cabeza, y sus siete lámparas encima del
candelero; y siete canales para las lámparas que están encima de él; 4.3 Y sobre
él dos olivas, la una á la derecha del vaso, y la otra á su izquierda. 4.4
Proseguí, y hablé á aquel ángel que hablaba conmigo, diciendo: ¿Qué es
esto, señor mío? 4.5 Y el
ángel que hablaba conmigo respondió, y díjome: ¿No sabes qué es esto? Y
dije: No, señor mío. 4.6
Entonces respondió y hablóme, diciendo: Esta es palabra de Jehová á
Zorobabel, en que se dice: No con ejército, ni con fuerza, sino con mi
espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos. 4.7
¿Quién eres tú, oh gran monte? Delante de Zorobabel serás reducido á
llanura: él sacará la primera piedra con aclamaciones de Gracia, gracia
á ella. 4.8 Y fué
palabra de Jehová á mí, diciendo: 4.9
Las manos de Zorobabel echarán el fundamento á esta casa, y sus manos
la acabarán; y conocerás que Jehová de los ejércitos me envió á
vosotros. 4.10 Porque
los que menospreciaron el día de las pequeñeces se alergrarán, y verán
la plomada en la mano de Zorobabel. Aquellas siete son los ojos de
Jehová que recorren por toda la tierra. 4.11 Hablé
más, y díjele: ¿Qué significan estas dos olivas á la derecha del
candelero, y á su izquieda? 4.12
Hablé aún de nuevo, y díjele: ¿Qué significan las dos ramas de olivas
que por medio de dos tubos de oro vierten de sí aceite como oro? 4.13 Y
respondióme, diciendo: ¿No sabes qué es esto? Y dije: Señor mío, no. 4.14 Y él
dijo: Estos dos hijos de aceite son los que están delante del Señor de
toda la tierra. ▲5.1 Y TORNÉME, y alcé mis ojos,
y miré, y he aquí un rollo que volaba. 5.2 Y
díjome: ¿Qué ves? Y respondí: Veo un rollo que vuela, de veinte codos
de largo, y diez codos de ancho. 5.3
Díjome entonces: Esta es la maldición que sale sobre la haz de toda la
tierra; porque todo aquel que hurta, (como está de la una parte del
rollo) será destruído; y todo aquel que jura, (como está de la otra
parte del rollo) será destruído. 5.4
Yo la saqué, dice Jehová de los ejércitos, y vendrá á la casa del
ladrón, y á la casa del que jura falsamente en mi nombre; y permanecerá
en medio de su casa, y consumirála, con sus enmaderamientos y sus
piedras. 5.5 Y salió
aquel ángel que hablaba conmigo, y díjome: Alza ahora tus ojos, y mira
qué es esto que sale. 5.6 Y dije:
¿Qué es? Y él dijo: Este es un epha que sale. Además dijo: Este es el
ojo de ellos en toda la tierra. 5.7 Y he
aquí, traían un talento de plomo, y una mujer estaba asentada en medio
de aquel epha. 5.8 Y él
dijo: Esta es la Maldad; y echóla dentro del epha, y echó la masa de
plomo en su boca. 5.9
Alcé luego mis ojos, y miré, y he aquí dos mujeres que salían, y traían
viento en sus alas, y tenían alas como de cigüeña, y alzaron el epha
entre la tierra y los cielos. 5.10 Y dije
al ángel que hablaba conmigo: ¿A dónde llevan el epha? 5.11 Y él
me respondió: Para que le sea edificada casa en tierra de Shinar: y
será asentado y puesto allá sobre su asiento. ▲6.1 Y TORNÉME, y alcé mis ojos
y miré, y he aquí cuatro carros que salían de entre dos montes; y
aquellos montes eran de metal. 6.2 En el
primer carro había caballos bermejos, y el segundo carro caballos
negros, 6.3 Y en el
tercer carro caballos blancos, y en el cuarto carro caballos overos
ruciorodados. 6.4
Respondí entonces, y dije al ángel que conmigo hablaba: Señor mío, ¿qué
es esto? 6.5
Y el ángel me respondió, y díjome: Estos son los cuatro vientos de los
cielos, que salen de donde están delante del Señor de toda la tierra. 6.6
En el que estaban los caballos negros, salieron hacia la tierra del
aquilón; y los blancos salieron tras ellos; y lo overos salieron hacia
la tierra del mediodía. 6.7 Y los
rucios salieron, y se afanaron por ir á recorrer la tierra. Y dijo: Id,
recorred la tierra. Y recorrieron la tierra. 6.8
Luego me llamó, y hablóme deciendo: Mira, los que salieron hacia la
tierra del aquilón hicieron reposar mi espíritu en la tierra del
aquilón. 6.9 Y fué á
mí palabra de Jehová, diciendo: 6.10
Toma de los del cautiverio, de Heldai, y de Tobías, y de Jedaía, los
cuales volvieron de Babilonia; y vendrás tú en aquel día, y entrarás en
casa de Josías hijo de Sefanías; 6.11
Tomarás pues plata y oro, y harás coronas, y las pondrás en la cabeza
del gran sacerdote Josué, hijo de Josadac; 6.12
Y le hablarás, diciendo: Así ha hablado Jehová de los ejércitos,
diciendo: He aquí el varón cuyo nombre es Pimpollo, el cual germinará
de su lugar, y edificará el templo de Jehová: 6.13
El edificará el templo de Jehová, y él llevará gloria, y se sentará y
dominará en su trono, y será sacerdote en su solio; y consejo de paz
será entre ambos á dos. 6.14 Y
Helem, y Tobías, y Jedaía, y Hen, hijo de Sefanías, tendrán coronas por
memorial en el templo de Jehová. 6.15
Y los que están lejos vendrán y edificarán en el templo de Jehová, y
conoceréis que Jehová de los ejércitos me ha enviado á vosotros. Y será
esto, si oyereis obedientes la voz de Jehová vuestro Dios. ▲7.1
Y ACONTECIO en el año cuarto del rey Darío, que fué palabra de Jehová á
Zacarías á los cuatro del mes noveno, que es Chisleu; 7.2 Cuando
fué enviado á la casa de Dios, Saraser, con Regem-melech y sus hombres,
á implorar el favor de Jehová, 7.3
Y á hablar á los sacerdotes que estaban en la casa de Jehová de los
ejércitos, y á los profetas, diciendo: ¿Lloraremos en el mes quinto?
¿haremos abstinencia como hemos hecho ya algunos años? 7.4 Fué
pues á mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo: 7.5
Habla á todo el pueblo del país, y á los sacerdotes, diciendo: Cuando
ayunasteis y llorasteis en el quinto y en el séptimo mes estos setenta
años, ¿habéis ayunado para mí? 7.6 Y
cuando coméis y bebéis, ¿no coméis y bebéis para vosotros? 7.7
¿No son estas las palabras que publicó Jehová por mano de los profetas
primeros, cuando Jerusalem estaba habitada y quieta, y sus ciudades en
sus alrededores, y el mediodía y la campiña se habitaban? 7.8 Y fué
palabra de Jehová á Zacarías, diciendo: 7.9
Así habló Jehová de los ejércitos, diciendo: Juzgad juicio verdadero, y
haced misericordia y piedad cada cual con su hermano: 7.10
No agraviéis á la viuda, ni al huérfano, ni al extranjero, ni al pobre;
ni ninguno piense mal en su corazón contra su hermano. 7.11 Empero
no quisieron escuchar, antes dieron hombro rebelado, y agravaron sus
oídos para no oir: 7.12
Y pusieron su corazón como diamante, para no oir la ley ni las palabras
que Jehová de los ejércitos enviaba por su espíritu, por mano de los
profetas primeros: fué, por tanto, hecho grande castigo por Jehová de
los ejércitos. 7.13 Y
aconteció que como él clamó, y no escucharon, así ellos clamaron, y yo
no escuché, dice Jehová de los ejércitos; 7.14
Antes los esparcí con torbellino por todas las gentes que ellos no
conocían, y la tierra fué desolada tras de ellos, sin quedar quien
fuese ni viniese; pues tornaron en asolamiento el país deseable. ▲8.1 Y FUÉ á mí palabra de
Jehová de los ejércitos, diciendo: 8.2 Así ha
dicho Jehová de los ejércitos: Yo he celado á Sión con grande celo, y
con grande ira la celé. 8.3
Así dice Jehová: Yo he restituído á Sión, y moraré en medio de
Jerusalem: y Jerusalem se llamará Ciudad de Verdad, y el monte de
Jehová de los ejércitos, Monte de Santidad. 8.4
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Aun han de morar viejos y viejas
en las plazas de Jerusalem, y cada cual con bordón en su mano por la
multitud de los días. 8.5 Y las
calles de la ciudad serán llenas de muchachos y muchachas, que jugarán
en las calles. 8.6
Así dice Jehová de los ejércitos: Si esto parecerá dificultoso á los
ojos del resto de este pueblo en aquellos días, ¿también será
dificultoso delante de mis ojos? dice Jehová de los ejércitos. 8.7
Asi ha dicho Jehová de los ejércitos: He aquí, yo salvo mi pueblo de la
tierra del oriente, y de la tierra donde se pone el sol; 8.8 Y
traerélos, y habitarán en medio de Jerusalem; y me serán por pueblo, y
yo seré á ellos por Dios con verdad y con justicia. 8.9
Asi ha dicho Jehová de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, de
vosotros los que oís en estos días estas palabras de la boca de los
profetas, desde el día que se echó el cimiento á la casa de Jehová de
los ejércitos, para edificar el templo. 8.10
Porque antes de estos días no ha habido paga de hombre, ni paga de
bestia, ni hubo paz alguna para entrante ni para saliente, á causa del
enemigo: y yo dejé todos los hombres, cada cual contra su compañero. 8.11 Mas
ahora no lo haré con el resto de este pueblo como en aquellos días
pasados, dice Jehová de los ejércitos. 8.12
Porque habrá simiente de paz; la vid dará su fruto, y dará su producto
la tierra, y los cielos darán su rocío; y haré que el resto de este
pueblo posea todo esto. 8.13
Y será que como fuisteis maldición entre las gentes, oh casa de Judá y
casa de Israel, así os salvaré, y seréis bendición. No temáis, mas
esfuércense vuestras manos. 8.14
Porque así ha dicho Jehová de los ejércitos: Como pensé haceros mal
cuando vuestros padres me provocaron á ira, dice Jehová de los
ejércitos, y no me arrepentí; 8.15 Así
tornando he pensado de hacer bien á Jerusalem y á la casa de Judá en
estos días: no temáis. 8.16
Estas son las cosas que habéis de hacer: Hablad verdad cada cual con su
prójimo; juzgad en vuestras puertas verdad y juicio de paz: 8.17
Y ninguno de vosotros piense mal en su corazón contra su prójimo, ni
améis juramento falso: porque todas estas son cosas que aborrezco, dice
Jehová 8.18 Y fué
á mí palabra de Jehová de los ejércitos, diciendo: 8.19
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, y el
ayuno del quinto, y el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo, se
tornarán á la casa de Judá en gozo y alegría, y en festivas
solemnidades. Amad pues verdad y paz. 8.20 Así ha
dicho Jehová de los ejércitos: Aun vendrán pueblos, y moradores de
muchas ciudades; 8.21
Y vendrán los moradores de la una á la otra, y dirán: Vamos á implorar
el favor de Jehová, y á buscar á Jehová de los ejércitos. Yo también
iré. 8.22 Y
vendrán muchos pueblos y fuertes naciones á buscar á Jehová de los
ejércitos en Jerusalem, y á implorar el favor de Jehová. 8.23
Así ha dicho Jehová de los ejércitos: En aquellos días acontecerá que
diez hombres de todas las lenguas de las gentes, trabarán de la falda
de un Judío, diciendo: Iremos con vosotros, porque hemos oído que Dios
está con vosotros. ▲9.1
CARGA de la palabra de Jehová contra tierra de Hadrach, y de Damasco su
reposo: porque á Jehová están vueltos los ojos de los hombres, y de
todas las tribus de Israel. 9.2 Y
también Hamath tendrá término en ella; Tiro y Sidón, aunque muy sabia
sea. 9.3 Bien
que Tiro se edificó fortaleza, y amontonó plata como polvo, y oro como
lodo de las calles, 9.4 He
aquí, el Señor la empobrecerá, y herirá en la mar su fortaleza, y ella
será consumida de fuego. 9.5
Ascalón verá, y temerá; Gaza también, y se dolerá en gran manera:
asimismo Ecrón, porque su esperanza será confundida; y de Gaza perecerá
el rey, y Ascalón no será habitada. 9.6 Y
habitará en Asdod un extranjero, y yo talaré la soberbia de los
Palestinos: 9.7
Y quitaré sus sangres de su boca, y sus abominaciones de sus dientes, y
quedarán ellos también para nuestro Dios, y serán como capitanes en
Judá, y Ecrón como el Jebuseo. 9.8
Y seré real de ejército á mi casa, á causa del que va y del que viene:
y no pasará más sobre ellos angustiador; porque ahora miré con mis ojos. 9.9
Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalem: he
aquí, tu rey vendrá á ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre
un asno, así sobre un pollino hijo de asna. 9.10
Y de Ephraim destruiré los carros, y los caballo de Jerusalem; y los
arcos de guerra serán quebrados: y hablará paz á las gentes; y su
señorío será de mar á mar, y desde el río hasta los fines de la tierra. 9.11 Y tú
también por la sangre de tu pacto serás salva; yo he sacado tus presos
del aljibe en que no hay agua. 9.12
Tornaos á la fortaleza, oh presos de esperanza: hoy también os anuncio
que os daré doblado. 9.13
Porque entesado he para mí á Judá como arco, henchí á Ephraim; y
despertaré tus hijos, oh Sión, contra tus hijos, oh Grecia, y te pondré
como espada de valiente. 9.14
Y Jehová será visto sobre ellos, y su dardo saldrá como relámpago: y el
Señor Jehová tocará trompeta, é irá como torbellinos del austro. 9.15
Jehová de los ejércitos los amparará, y ellos devorarán, y sujetarán á
las piedras de la honda, y beberán y harán estrépido como tomados del
vino; y se llenarán como cuenco, ó como los lados del altar. 9.16
Y los salvará en aquel día Jehová su Dios como á rebaño de su pueblo:
porque serán engrandecidos en su tierra como piedras de corona. 9.17 Porque
¡cuánta es su bondad, y cuánta su hermosura! El trigo alegrará á los
mancebos, y el vino á las doncellas. ▲10.1
PEDID á Jehová lluvia en la sazón tardía: Jehová hará relámpagos, y os
dará lluvia abundante, y hierba en el campo á cada uno. 10.2
Porque las imágenes han hablado vanidad, y los adivinos han visto
mentira, y han hablado sueños vanos, en vano consuelan: por lo cual se
fueron ellos como ovejas, fueron humillados porque no tuvieron pastor. 10.3
Contra los pastores se ha encendido mi enojo, y castigaré los machos de
cabrío: mas Jehová de los ejércitos visitará su rebaño, la casa de
Judá, y tornarálos como su caballo de honor en la guerra. 10.4 De él
saldrá el ángulo, de él la clavija, de él el arco de la guerra, de él
también todo apremiador. 10.5
Y serán como valientes, que en la batalla pisan al enemigo en el lodo
de las calles; y pelearán, porque Jehová será con ellos; y los que
cabalgan en caballos serán avergonzados. 10.6
Porque yo fortificaré la casa de Judá, y guardaré la casa de José; y
harélos volver, porque de ellos tendré piedad; y serán como si no los
hubiera desechado; porque yo soy Jehová su Dios, que los oiré. 10.7
Y será Ephraim como valiente, y alegraráse su corazón como de vino: sus
hijos también verán y se alegrarán; su corazón se gozará en Jehová. 10.8 Yo les
silbaré y los juntaré, porque los he redimido; y serán multiplicados
como fueron multiplicados. 10.9 Bien
que los sembraré entre los pueblos, aun en lejanos países se acordarán
de mí; y vivirán con sus hijos, y tornarán. 10.10
Porque yo los tornaré de la tierra de Egipto, y los recogeré de la
Asiria; y traerélos á la tierra de Galaad y del Líbano, y no les
bastará. 10.11 Y la
tribulación pasará por la mar, y en la mar herirá las ondas, y se
secarán todas las honduras del río: y la soberbia de Assur será
derribada, y se perderá el cetro de Egipto. 10.12 Y yo
los fortificaré en Jehová, y caminarán en su nombre, dice Jehová. ▲11.1 OH Líbano, abre tus
puertas, y queme fuego tus cedros. 11.2
Aulla, oh haya, porque el cedro cayó, porque los magníficos son
talados. Aullad, alcornoques de Basán, porque el fuerte monte es
derribado. 11.3 Voz
de aullido de pastores, porque su magnificencia es asolada; estruendo
de bramidos de cachorros de leones, porque la soberbia del Jordán es
destruída. 11.4 Así ha
dicho Jehová mi Dios: Apacienta las ovejas de la matanza; 11.5
A las cuales mataban sus compradores, y no se tenían por culpables; y
el que las vendía, decía: Bendito sea Jehová, que he enriquecido; ni
sus pastores tenían piedad de ellas. 11.6
Por tanto, no más tendré piedad de los moradores de la tierra, dice
Jehová: porque he aquí, yo entregaré los hombres, cada cual en mano de
su compañero, y en mano de su rey; y quebrantarán la tierra, y yo no
libraré de sus manos. 11.7
Apacenté pues las ovejas de la matanza, es á saber, los pobres del
rebaño. Y me tomé dos cayados; al uno puse por nombre Suavidad, y al
otro Ataduras; y apacenté las ovejas. 11.8 E hice
matar tres pastores en un mes, y mi alma se angustió por ellos, y
también el alma de ellos me aborreció á mí. 11.9
Y dije: No os apacentaré; la que muriere, muera; y la que se perdiere,
se pierda; y las que quedaren, que cada una coma la carne de su
compañera. 11.10 Tomé
luego mi cayado Suavidad, y quebrélo, para deshacer mi pacto que
concerté con todos los pueblos. 11.11 Y fué
deshecho en ese día, y así conocieron los pobres del rebaño que miran á
mí, que era palabra de Jehová. 11.12 Y
díjeles: Si os parece bien, dadme mi salario; y si no, dejadlo. Y
pesaron para mi salario treinta piezas de plata. 11.13
Y díjome Jehová: Echalo al tesorero, hermoso precio con que me han
apreciado. Y tomé las treinta piezas de plata, y echélas en la casa de
Jehová al tesorero. 11.14
Quebré luego el otro mi cayado Ataduras, para romper la hermandad entre
Judá é Israel. 11.15 Y
díjome Jehová: Toma aún el hato de un pastor insensato; 11.16
porque he aquí, yo levanto pastor en la tierra, que no visitará las
perdidas, no buscará la pequeña, no curará la perniquebrada, ni llevará
la cansada á cuestas; sino que se comerá la carne de la gruesa, y
romperá sus uñas. 11.17
Mal haya el pastor de nada, que deja el ganado. Espada sobre su brazo,
y sobre su ojo derecho: del todo se secará su brazo, y enteramente será
su ojo derecho oscurecido. ▲12.1
CARGA de la palabra de Jehová acerca de Israel. Jehová, que extiende
los cielos, y funda la tierra, y forma el espíritu del hombre dentro de
él, ha dicho: 12.2 He
aquí, yo pongo á Jerusalem por vaso de temblor á todos los pueblos de
alrededor cuando estén en el sitio contra Judá y contra Jerusalem. 12.3
Y será en aquel día, que yo pondré á Jerusalem por piedra pesada á
todos los pueblos: todos los que se la cargaren, serán despedazados,
bien que todas las gentes de la tierra se juntarán contra ella. 12.4
En aquel día, dice Jehová, heriré con aturdimiento á todo caballo, y
con locura al que en él sube; mas sobre la casa de Judá abriré mis
ojos, y á todo caballo de los pueblos heriré con ceguera. 12.5 Y los
capitanes de Judá dirán en su corazón: Mi fuerza son los moradores de
Jerusalem en Jehová de los ejércitos su Dios. 12.6
En aquel día pondré los capitanes de Judá como un brasero de fuego en
leña, y como una hacha de fuego en gavillas; y consumirán á diestra y á
siniestra todos los pueblos alrededor: y Jerusalem será otra vez
habitada en su lugar, en Jerusalem. 12.7
Y librará Jehová las tiendas de Judá primero, porque la gloria de la
casa de David y del morador de Jerusalem no se engrandezca sobre Judá. 12.8
En aquel día Jehová defenderá al morador de Jerusalem: y el que entre
ellos fuere flaco, en aquel tiempo será como David; y la casa de David
como ángeles, como el ángel de Jehová delante de ellos. 12.9 Y será
que en aquel día yo procuraré quebrantar todas las gentes que vinieren
contra Jerusalem. 12.10
Y derramaré sobre la casa de David, y sobre los moradores de Jerusalem,
espíritu de gracia y de oración; y mirarán á mí, á quien traspasaron, y
harán llanto sobre él, como llanto sobre unigénito, afligiéndose sobre
él como quien se aflige sobre primogénito. 12.11 En
aquel día habrá gran llanto en Jerusalem, como el llanto de Adadrimón
en el valle de Megiddo. 12.12
Y la tierra lamentará, cada linaje de por sí; el linaje de la casa de
David por sí, y sus mujeres por sí; el linaje de la casa de Nathán por
sí, y sus mujeres por sí; 12.13 El
linaje de la casa de Leví por sí, y sus mujeres por sí; el linaje de
Simei por sí, y sus mujeres por sí; 12.14 Todos
los otros linajes, los linajes por sí, y sus mujeres por sí. ▲13.1
EN aquel tiempo habrá manantial abierto para la casa de David y para
los moradores de Jerusalem, para el pecado y la inmundicia. 13.2
Y será en aquel día, dice Jehová de los ejércitos, que talaré de la
tierra los nombres de las imágenes, y nunca más vendrán en memoria: y
también haré talar de la tierra los profetas, y espíritu de inmundicia. 13.3
Y será que cuando alguno más profetizare, diránle su padre y su madre
que lo engendraron: No vivirás, porque has hablado mentira en el nombre
de Jehová: y su padre y su madre que lo engendraron, le alancearán
cuando profetizare. 13.4
Y será en aquel tiempo, que todos los profetas se avergonzarán de su
visión cuando profetizaren; ni nunca más se vestirán de manto velloso
para mentir 13.5 Y
dirá: No soy profeta; labrador soy de la tierra: porque esto aprendí
del hombre desde mi juventud. 13.6 Y le
preguntarán: ¿Qué heridas son éstas en tus manos? Y él responderá: Con
ellas fuí herido en casa de mis amigos. 13.7
Levántate, oh espada, sobre el pastor, y sobre el hombre compañero mío,
dice Jehová de los ejércitos. Hiere al pastor, y se derramarán las
ovejas: mas tornaré mi mano sobre los chiquitos. 13.8
Y acontecerá en toda la tierra, dice Jehová, que las dos partes serán
taladas en ella, y se perderán; mas la tercera quedará en ella. 13.9
Y meteré en el fuego la tercera parte, y los fundiré como se funde la
plata, y probarélos como se prueba el oro. El invocará mi nombre, y yo
le oiré, y diré: Pueblo mío: y él dirá: Jehová es mi Dios. ▲14.1 HE aquí, el día de Jehová
viene, y tus despojos serán repartidos en medio de ti. 14.2
Porque yo reuniré todas las gentes en batalla contra Jerusalem; y la
ciudad será tomada, y saqueadas serán las casas, y forzadas las
mujeres: y la mitad de la ciudad irá en cautiverio, mas el resto del
pueblo no será talado de la ciudad. 14.3
Después saldrá Jehová, y peleará con aquellas gentes, como peleó el día
de la batalla. 14.4
Y afirmaránse sus pies en aquel día sobre el monte de las Olivas, que
está en frente de Jerusalem á la parte de oriente: y el monte de las
Olivas, se partirá por medio de sí hacia el oriente y hacia el
occidente haciendo un muy grande valle; y la mitad del monte se
apartará hacia el norte, y la otra mitad hacia el mediodía. 14.5
Y huiréis al valle de los montes; porque el valle de los montes llegará
hasta Hasal; y huiréis de la manera que huisteis por causa del
terremoto en los días de Uzzías, rey de Judá: y vendrá Jehová mi Dios,
y con él todos los santos. 14.6 Y
acontecerá que en ese día no habrá luz clara, ni oscura. 14.7 Y será
un día, el cual es conocido de Jehová, que ni será día ni noche; mas
acontecerá que al tiempo de la tarde habrá luz. 14.8
Acontecerá también en aquel día, que saldrán de Jerusalem aguas vivas;
la mitad de ellas hacia la mar oriental, y la otra mitad hacia la mar
occidental, en verano y en invierno. 14.9 Y
Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día Jehová será uno, y
uno su nombre. 14.10
Y toda la tierra se tornará como llanura desde Gabaa hasta Rimmón al
mediodía de Jerusalem: y ésta será enaltecida, y habitarse ha en su
lugar desde la puerta de Benjamín hasta el lugar de la puerta primera,
hasta la puerta de los rincones; y desde la torre de Hananeel hasta los
lagares del rey. 14.11 Y
morarán en ella, y nunca más será anatema: sino que será Jerusalem
habitada confiadamente. 14.12
Y esta será la plaga con que herirá Jehová á todos los pueblos que
pelearon contra Jerusalem: la carne de ellos se disolverá estando ellos
sobre sus pies, y se consumirán sus ojos en sus cuencas, y su lengua se
les deshará en su boca. 14.13
Y acontecerá en aquel día que habrá en ellos gran quebrantamiento de
Jehová; porque trabará cada uno de la mano de su compañero, y su mano
echará contra la mano de su compañero. 14.14
Y Judá también peleará en Jerusalem. Y serán reunidas las riquezas de
todas las gentes de alrededor: oro, y plata, y ropas de vestir, en
grande abundancia. 14.15
Y tal como esto será la plaga de los caballos, de los mulos, de los
camellos, de los asnos, y de todas las bestias que estuvieren en
aquellos campamentos. 14.16
Y todos los que quedaren de las gentes que vinieron contra Jerusalem
subirán de año en año á adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, y á
celebrar la fiesta de las Cabañas. 14.17
Y acontecerá, que los de las familias de la tierra que no subieren á
Jerusalem á adorar al Rey, Jehová de los ejércitos, no vendrá sobre
ellos lluvia. 14.18 Y
si la familia de Egipto no subiere, y no vinere, sobre ellos no habrá
lluvia; vendrá la plaga con que Jehová herirá las gentes que no
subieren á celebrar la fiesta de las Cabañas. 14.19 Esta
será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todas las gentes que
no subieran á celebrar la fiesta de las Cabañas. 14.20
En aquel tiempo estará sobre las campanillas de los caballos: SANTIDAD
A JEHOVA; y las ollas en la casa de Jehová serán como los tazones
delante del altar. 14.21
Y será toda olla en Jerusalem y en Judá santidad á Jehová de los
ejércitos: y todos los que sacrificaren, vendrán y tomarán de ellas, y
cocerán en ellas: y no habrá más Cananeo alguno en la casa de Jehová de
los ejércitos en aquel tiempo.