▲1.1
Y ACONTECIO en los días de Assuero, (el Assuero que reinó desde la
India hasta la Etiopía sobre ciento veinte y siete provincias,) 1.2 Que en
aquellos días, asentado que fué el rey Assuero en la silla de su reino,
la cual estaba en Susán capital del reino, 1.3
En el tercer año de su reinado hizo banquete á todos sus príncipes y
siervos, teniendo delante de él la fuerza de Persia y de Media,
gobernadores y príncipes de provincias, 1.4
Para mostrar él las riquezas de la gloria de su reino, y el lustre de
la magnificencia de su poder, por muchos días, ciento y ochenta días. 1.5
Y cumplidos estos días, hizo el rey banquete por siete días en el patio
del huerto del palacio real á todo el pueblo, desde el mayor hasta el
menor que se halló en Susán capital del reino. 1.6
El pabellón era de blanco, verde, y cárdeno, tendido sobre cuerdas de
lino y púrpura en sortijas de plata y columnas de mármol: los
reclinatorios de oro y de plata, sobre losado de pórfido y de mármol, y
de alabastro y de jacinto. 1.7 Y daban
á beber en vasos de oro, y vasos diferentes unos de otros, y mucho vino
real, conforme á la facultad del rey. 1.8
Y la bebida fué según esta ley: Que nadie constriñese; porque así lo
había mandado el rey á todos los mayordomos de su casa; que se hiciese
según la voluntad de cada uno. 1.9
Asimismo la reina Vasthi hizo banquete de mujeres, en la casa real del
rey Assuero. 1.10
El séptimo día, estando el corazón del rey alegre del vino, mandó á
Mehumán, y á Biztha, y á Harbona, y á Bighta, y á Abagtha, y á Zetar, y
á Carcas, siete eunucos que servían delante del rey Assuero, 1.11
Que trajesen á la reina Vasthi delante del rey con la corona regia,
para mostrar á los pueblos y á los príncipes su hermosura; porque era
linda de aspecto. 1.12
Mas la reina Vasthi no quiso comparecer á la orden del rey, enviada por
mano de los eunucos; y enojóse el rey muy mucho, y encendióse en él su
ira. 1.13
Preguntó
entonces el rey á los sabios que sabían los tiempos, (porque así era la
costubre del rey para con todos los que sabían la ley y el derecho; 1.14
Y estaban junto á él, Carsena, y Sethar, y Admatha, y Tharsis, y Meres,
y Marsena, y Memucán, siete príncipes de Persia y de Media que veían la
cara del rey, y se sentaban los primeros del reino:) 1.15
Qué se había de hacer según la ley con la reina Vasthi, por cuanto no
había cumplido la orden del rey Assuero, enviada por mano de los
eunucos. 1.16 Y dijo
Memucán delante del rey y de los príncipes: No solamente contra el rey
ha pecado la reina Vasthi, sino contra todos los príncipes, y contra
todos los pueblos que hay en todas las provincias del rey Assuero. 1.17
Porque este hecho de la reina pasará á noticia de todas las mujeres,
para hacerles tener en poca estima á sus maridos, diciendo: El rey
Assuero mandó traer delante de sí á la reina Vasthi, y ella no vino. 1.18
Y entonces dirán esto las señoras de Persia y de Media que oyeren el
hecho de la reina, á todos los príncipes del rey: y habrá mucho
menosprecio y enojo. 1.19
Si parece bien al rey, salga mandamiento real delante de él, y
escríbase entre las leyes de Persia y de Media, y no sea traspasado:
Que no venga más Vasthi delante del rey Assuero: y dé el rey su reino á
su compañera que sea mejor que ella. 1.20
Y el mandamiento que hará el rey será oído en todo su reino, aunque es
grande, y todas las mujeres darán honra á sus maridos, desde el mayor
hasta el menor. 1.21 Y
plugo esta palabra en ojos del rey y de los príncipes, é hizo el rey
conforme al dicho de Memucán; 1.22
Pues envió letras á todas la provincias del rey, á cada provincia
conforme á su escribir, y á cada pueblo conforme á su lenguaje,
diciendo que todo hombre fuese señor en su casa; y háblese esto según
la lengua de su pueblo. ▲2.1
PASADAS estas cosas, sosegada ya la ira del rey Assuero, acordóse de
Vasthi, y de lo que hizo, y de lo que fué sentenciado contra ella. 2.2 Y
dijeron los criados del rey, sus oficiales: Busquen al rey mozas
vírgenes de buen parecer; 2.3
Y ponga el rey personas en todas las provincias de su reino, que junte
todas las mozas vírgenes de buen parecer en Susán residencia regia, en
la casa de las mujeres, al cuidado de Hegai, eunuco del rey, guarda de
las mujeres, dándoles sus atavíos; 2.4 Y la
moza que agradare á los ojos del rey, reine en lugar de Vasthi. Y la
cosa plugo en ojos del rey, é hízolo así. 2.5
Había un varón Judío en Susán residencia regia, cuyo nombre era
Mardochêo, hijo de Jair, hijo de Simi, hijo de Cis, del linaje de
Benjamín; 2.6 El cual
había sido trasportado de Jerusalem con los cautivos que fueron
llevados con Jechônías rey de Judá, á quien hizo trasportar
Nabucodonosor rey de Babilonia. 2.7
Y había criado á Hadassa, que es Esther, hija de su tío, porque no
tenía padre ni madre; y era moza de hermosa forma y de buen parecer; y
como su padre y su madre murieron, Mardochêo la había tomado por hija
suya. 2.8 Sucedió
pues, que como se divulgó el mandamiento del rey y su acuerdo, y siendo
reunidas muchas mozas en Susán residencia regia, á cargo de Hegai, fué
tomada también Esther para casa del rey, al cuidado de Hegai, guarda de
las mujeres. 2.9 Y la
moza agradó en sus ojos, y halló gracia delante de él; por lo que hizo
darle prestamente sus atavíos y sus raciones, dándole también siete
convenientes doncellas de la casa del rey; y pasóla con sus doncellas á
lo mejor de la casa de las mujeres. 2.10 Esther
no declaró su pueblo ni su nacimiento; porque Mardochêo le había
mandado que no lo declarase. 2.11
Y cada día Mardochêo se paseaba delante del patio de la casa de las
mujeres, por saber cómo iba á Esther, y qué se hacía de ella. 2.12
Y como llegaba el tiempo de cada una de las mozas para venir al rey
Assuero, al cabo de haber estado ya doce meses conforme á la ley acerca
de las mujeres (porque así se cumplía el tiempo de sus atavíos, esto
es, seis meses con óleo de mirra, y seis meses con cosas aromáticas y
afeites de mujeres), 2.13
Entonces la moza venía así al rey: todo lo que ella decía se le daba,
para venir con ello de la casa de las mujeres hasta la casa del rey. 2.14
Ella venía á la tarde, y á la mañana se volvía á la casa segunda de las
mujeres, al cargo de Saasgaz eunuco del rey, guarda de las concubinas:
no venía más al rey, salvo si el rey la quería, y era llamada por
nombre. 2.15 Y
llegado que fué el tiempo de Esther, hija de Abihail tío de Mardochêo,
que él se había tomado por hija, para venir al rey, ninguna cosa
procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres: y
ganaba Esther la gracia de todos los que la veían. 2.16
Fué pues Esther llevada al rey Assuero á su casa real en el mes décimo,
que es el mes de Tebeth, en el año séptimo de su reinado. 2.17
Y el rey amó á Esther sobre todas las mujeres, y halló gracia y
benevolencia delante de él más que todas las vírgenes; y puso la corona
real en su cabeza, é hízola reina en lugar de Vasthi. 2.18
Hizo luego el rey gran banquete á todos sus príncipes y siervos, el
banquete de Esther; y alivió á las provincias, é hizo y dió mercedes
conforme á la facultad real. 2.19 Y
cuando se juntaban las vírgenes la segunda vez, Mardochêo estaba puesto
a la puerta el rey. 2.20
Y Esther, según le tenía mandado Mardochêo, no había declarado su
nación ni su pueblo; porque Esther hacía lo que decía Mardochêo, como
cuando con él se educaba. 2.21
En aquellos días, estando Mardochêo sentado á la puerta del rey,
enojáronse Bigthán y Teres, dos eunucos del rey, de la guardia de la
puerta, y procuraban poner mano en el rey Assuero. 2.22 Mas
entendido que fué esto por Mardochêo, él lo denunció á la reina Esther,
y Esther lo dijo al rey en nombre de Mardochêo. 2.23
Hízose entonces indagación de la cosa, y fué hallada cierta; por tanto,
entrambos fueron colgados en una horca. Y escribióse el caso en el
libro de las cosas de los tiempos delante del rey. ▲3.1
DESPUÉS de estas cosas, el rey Assuero engrandeció á Amán hijo de
Amadatha Agageo, y ensalzólo, y puso su silla sobre todos los príncipes
que estaban con él. 3.2
Y todos los siervos del rey que estaban á la puerta del rey, se
arrodillaban é inclinaban á Amán, porque así se lo había mandado el
rey; pero Mardochêo, ni se orrodillaba ni se humillaba. 3.3 Y los
siervos del rey que estaban á la puerta, dijeron á Mardochêo: ¿Por qué
traspasas el mandamiento del rey? 3.4
Y aconteció que, hablándole cada día de esta manera, y no escuchándolos
él, denunciáronlo á Amán, por ver si las palabras de Mardochêo se
mantendrían; porque ya él les había declarado que era Judío. 3.5 Y vió
Amán que Mardochêo ni se arrodillaba ni se humillaba delante de él; y
llenóse de ira. 3.6
Mas tuvo en poco meter mano en solo Mardochêo; que ya le había
declarado el pueblo de Mardochêo: y procuró Amán destruir á todos los
Judíos que había en el reino de Assuero, al pueblo de Mardochêo. 3.7
En el mes primero, que es el mes de Nisán, en el año duodécimo del rey
Assuero, fué echada Pur, esto es, la suerte, delante de Amán, de día en
día y de mes en mes; y salió el mes duodécimo, que es el mes de Adar. 3.8
Y dijo Amán al rey Assuero: Hay un pueblo esparcido y dividido entre
los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son
diferentes de las de todo pueblo, y no observan las leyes del rey; y al
rey no viene provecho de dejarlos. 3.9
Si place al rey, escríbase que sean destruídos; y yo pesaré diez mil
talentos de plata en manos de los que manejan la hacienda, para que
sean traídos á los tesoros del rey. 3.10
Entonces el rey quitó su anillo de su mano, y diólo á Amán hijo de
Amadatha Agageo, enemigo de los Judíos, 3.11 Y
díjole: La plata propuesta sea para ti, y asimismo el pueblo, para que
hagas de él lo que bien te pareciere. 3.12
Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes primero, á
trece del mismo, y fué escrito conforme á todo lo que mandó Amán, á los
príncipes del rey, y á los capitanes que estaban sobre cada provincia,
y á los príncipes de cada pueblo, á cada provincia según su escritura,
y á cada pueblo según su lengua: en nombre del rey Assuero fué escrito,
y signado con el anillo del rey. 3.13
Y fueron enviadas letras por mano de los correos á todas las provincias
del rey, para destruir, y matar, y exterminar á todos los Judíos, desde
el niño hasta el viejo, niños y mujeres en un día, en el trece del mes
duodécimo, que es el mes de Adar, y para apoderarse de su despojo. 3.14
La copia del escrito que se diese por mandamiento en cada provincia,
fué publicada á todos los pueblos, á fin de que estuviesen apercibidos
para aquel día. 3.15
Y salieron los correos de priesa por mandato del rey, y el edicto fué
dado en Susán capital del reino. Y el rey y Amán estaban sentados á
beber, y la ciudad de Susán estaba conmovida. ▲4.1
LUEGO que supo Mardochêo todo lo que se había hecho, rasgó sus
vestidos, y vistióse de saco y de ceniza, y fuése por medio de la
ciudad clamando con grande y amargo clamor. 4.2 Y vino
hasta delante de la puerta del rey: porque no era lícito pasar adentro
de la puerta del rey con vestido de saco. 4.3
Y en cada provincia y lugar donde el mandamiento del rey y su decreto
llegaba, tenían los Judíos grande luto, y ayuno, y lloro, y
lamentación: saco y ceniza era la cama de muchos. 4.4
Y vinieron las doncellas de Esther y sus eunucos, y dijéronselo: y la
reina tuvo gran dolor, y envió vestidos para hacer vestir á Mardochêo,
y hacerle quitar el saco de sobre él; mas él no los recibió. 4.5
Entonces Esther llamó á Atach, uno de los eunucos del rey, que él había
hecho estar delante de ella, y mandólo á Mardochêo, con orden de saber
qué era aquello, y por qué. 4.6 Salió
pues Atach á Mardochêo, á la plaza de la ciudad que estaba delante de
la puerta del rey. 4.7
Y Mardochêo le declaró todo lo que le había acontecido, y dióle noticia
de la plata que Amán había dicho que pesaría para los tesoros del rey
por razón de los Judíos, para destruirlos. 4.8
Dióle también la copia de la escritura del decreto que había sido dado
en Susán para que fuesen destruídos, á fin de que la mostrara á Esther
y se lo declarase, y le encargara que fuese al rey á suplicarle, y á
pedir delante de él por su pueblo. 4.9 Y vino
Atach, y contó á Esther las palabra de Mardochêo. 4.10
Entonces Esther dijo á Atach, y mandóle decir á Mardochêo: 4.11
Todos los siervos del rey, y el pueblo de las provincias del rey saben,
que cualquier hombre ó mujer que entra al rey al patio de adentro sin
ser llamado, por una sola ley ha de morir: salvo aquel á quien el rey
extendiere el cetro de oro, el cual vivirá: y yo no he sido llamada
para entrar al rey estos treinta días. 4.12 Y
dijeron á Mardochêo las palabras de Esther. 4.13
Entonces dijo Mardochêo que respondiesen á Esther: No pienses en tu
alma, que escaparás en la casa del rey más que todos los Judíos: 4.14
Porque si absolutamente callares en este tiempo, respiro y libertación
tendrán los Judíos de otra parte; mas tú y la casa de tu padre
pereceréis. ¿Y quién sabe si para esta hora te han hecho llegar al
reino? 4.15 Y
Esther dijo que respondiesen á Mardochêo: 4.16
Ve, y junta á todos los Judíos que se hallan en Susán, y ayunad por mí,
y no comáis ni bebáis en tres días, noche ni día: yo también con mis
doncellas ayunaré igualmente, y así entraré al rey, aunque no sea
conforme á la ley; y si perezco, que perezca. 4.17
Entonces se fué Mardochêo, é hizo conforme á todo lo que le mandó
Esther. ▲5.1
Y ACONTECIO que al tercer día se vistió Esther su vestido real, y
púsose en el patio de adentro de la casa del rey, enfrente del aposento
del rey: y estaba el rey sentado en su solio regio en el aposento real,
enfrente de la puerta del aposento. 5.2
Y fué que, como vió á la reina Esther que estaba en el patio, ella
obtuvo gracia en sus ojos; y el rey extendió á Esther el cetro de oro
que tenía en la mano. Entonces se llegó Esther, y tocó la punta del
cetro. 5.3 Y dijo
el rey: ¿Qué tienes, reina Esther? ¿y cuál es tu petición? Hasta la
mitad del reino, se te dará. 5.4 Y
Esther dijo: Si al rey place, venga hoy el rey con Amán al banquete que
le he hecho. 5.5
Y respondió el rey: Daos priesa, llamad á Amán, para hacer lo que
Esther ha dicho. Vino pues el rey con Amán al banquete que Esther
dispuso. 5.6 Y dijo
el rey á Esther en el banquete del vino: ¿Cuál es tu petición, y te
será otorgada? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, te
será concedida. 5.7
Entonces respondió Esther, y dijo: Mi petición y mi demanda es: 5.8
Si he hallado gracia en los ojos del rey, y si place al rey otorgar mi
petición y hacer mi demanda, que venga el rey con Amán al banquete que
les dispondré; y mañana haré conforme á lo que el rey ha mandado. 5.9
Y salió Amán aquel día contento y alegre de corazón; pero como vió á
Mardochêo á la puerta del rey, que no se levantaba ni se movía de su
lugar, llenóse contra Mardochêo de ira. 5.10 Mas
refrenóse Amán, y vino á su casa, y envió, é hizo venir sus amigos, y á
Zeres su mujer. 5.11
Y refirióles Amán la gloria de sus riquezas, y la multitud de sus
hijos, y todas las cosas con que el rey le había engrandecido y con que
le había ensalzado sobre los príncipes y siervos del rey. 5.12
Y añadió Amán: También la reina Esther á ninguno hizo venir con el rey
al banquete que ella dispuso, sino á mí: y aun para mañana soy
convidado de ella con el rey. 5.13 Mas
todo esto nada me sirve cada vez que veo al judío Mardochêo sentado á
la puerta del rey. 5.14
Y díjole Zeres su mujer, y todos sus amigos: Hagan una horca alta de
cincuenta codos, y mañana di al rey que cuelguen á Mardochêo en ella; y
entra con el rey al banquete alegre. Y plugo la cosa en los ojos de
Amán, é hizo preparar la horca. ▲6.1
AQUELLA noche se le fué el sueño al rey, y dijo que le trajesen el
libro de las memorias de las cosas de los tiempos: y leyéronlas delante
del rey. 6.2 Y
hallóse escrito que Mardochêo había denunciado de Bigthan y de Teres,
dos eunucos del rey, de la guarda de la puerta, que habían procurado
meter mano en el rey Assuero. 6.3
Y dijo el rey: ¿Qué honra ó que distinción se hizo á Mardochêo por
esto? Y respondieron los servidores del rey, sus oficiales: Nada se ha
hecho con él. 6.4
Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al
patio de afuera de la casa del rey, para decir al rey que hiciese
colgar á Mardochêo en la horca que él le tenía preparada. 6.5 Y los
servidores del rey le respondieron: He aquí Amán está en el patio. Y el
rey dijo: Entre. 6.6
Entró pues Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra
desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey hacer
honra más que á mí? 6.7 Y
respondió Amán al rey: Al varón cuya honra desea el rey, 6.8
Traigan el vestido real de que el rey se viste, y el caballo en que el
rey cabalga, y la corona real que está puesta en su cabeza; 6.9
Y den el vestido y el caballo en mano de alguno de los príncipes más
nobles del rey, y vistan á aquel varón cuya honra desea el rey, y
llévenlo en el caballo por la plaza de la ciudad, y pregonen delante de
él: Así se hará al varón cuya honra desea el rey. 6.10
Entonces el rey dijo á Amán: Date priesa, toma el vestido y el caballo,
como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardochêo, que se sienta á
la puerta del rey; no omitas nada de todo lo que has dicho. 6.11
Y Amán tomó el vestido y el caballo, y vistió á Mardochêo, y llevólo á
caballo por la plaza de la ciudad, é hizo pregonar delante de él: Así
se hará al varón cuya honra desea el rey. 6.12
Después de esto Mardochêo se volvió á la puerta del rey, y Amán se fué
corriendo á su casa, apesadumbrado y cubierta su cabeza. 6.13
Contó luego Amán á Zeres su mujer, y á todos sus amigos, todo lo que le
había acontecido: y dijéronle sus sabios, y Zeres su mujer: Si de la
simiente de los Judíos es el Mardochêo, delante de quien has comenzado
á caer, no lo vencerás; antes caerás por cierto delante de él. 6.14
Aun estaban ellos hablando con él, cuando los eunucos del rey llegaron
apresurados, para hacer venir á Amán al banquete que Esther había
dispuesto. ▲7.1 VINO pues el rey con Amán á
beber con la reina Esther. 7.2
Y también el segundo día dijo el rey á Esther en el convite del vino:
¿Cuál es tu petición, reina Esther, y se te concederá? ¿Cuál es pues tu
demanda? Aunque sea la mitad del reino, pondráse por obra. 7.3
Entonces la reina Esther respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia
en tus ojos, y si al rey place, séame dada mi vida por mi petición, y
mi pueblo por mi demanda. 7.4
Porque vendidos estamos yo y mi pueblo, para ser destruídos, para ser
muertos y exterminados. Y si para siervos y siervas fuéramos vendidos,
callárame, bien que el enemigo no compensara el daño del rey. 7.5
Y respondió el rey Assuero, y dijo á la reina Esther: ¿Quién es, y
dónde está, aquél á quien ha henchido su corazón para obrar así? 7.6 Y
Esther dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se
turbó Amán delante del rey y de la reina. 7.7
Levantóse luego el rey del banquete del vino en su furor, y se fué al
huerto del palacio: y quedóse Amán para procurar de la reina Esther por
su vida; porque vió que estaba resuelto para él el mal de parte del rey. 7.8
Volvió después el rey del huerto del palacio al aposento del banquete
del vino, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Esther.
Entonces dijo el rey: ¿También para forzar la reina, estando conmigo en
casa? Como esta palabra salió de la boca del rey, el rostro de Amán fué
cubierto. 7.9 Y dijo
Harbona, uno de los eunucos de delante del rey: He aquí también la
horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardochêo, el
cual había hablado bien por el rey, está en casa de Amán. Entonces el
rey dijo: Colgadlo en ella. 7.10 Así
colgaron á Amán en la horca que él había hecho aparejar para Mardochêo;
y apaciguóse la ira del rey. ▲8.1
EL MISMO día dió el rey Assuero á la reina Esther la casa de Amán
enemigo de los Judíos; y Mardochêo vino delante del rey, porque Esther
le declaró lo que era respecto de ella. 8.2
Y quitóse el rey su anillo que había vuelto á tomar de Aman, y diólo á
Mardochêo. Y Esther puso á Mardochêo sobre la casa de Amán. 8.3
Volvió luego Esther á hablar delante del rey, y echóse á sus pies,
llorando y rogándole que hiciese nula la maldad de Amán Agageo, y su
designio que había formado contra los Judíos. 8.4
Entonces extendió el rey á Esther el cetro de oro, y Esther se levantó,
y púsose en pie delante del rey. 8.5
Y dijo: Si place al rey, y si he hallado gracia delante de el, y si la
cosa es recta delante del rey, y agradable yo en sus ojos, sea escrito
para revocar las letras del designio de Amán hijo de Amadatha Agageo,
que escribió para destruir á los Judíos que están en todas las
provincias del rey. 8.6 Porque
¿cómo podré yo ver el mal que alcanzará á mi pueblo? ¿cómo podré yo ver
la destrucción de mi nación? 8.7
Y respondió el rey Assuero á la reina Esther, y á Mardochêo Judío: He
aquí yo he dado á Esther la casa de Amán, y á él han colgado en la
horca, por cuanto extendió su mano contra los Judíos. 8.8
Escribid pues vosotros á los Judíos como bien os pareciere en el nombre
del rey, y sellad lo con el anillo del rey; porque la escritura que se
sella con el anillo del rey, no es para revocarla. 8.9
Entonces fueron llamados los escribanos del rey en el mes tercero, que
es Siván, á veintitrés del mismo; y escribióse conforme á todo lo que
mandó Mardochêo, á los Judíos, y á los sátrapas, y á los capitanes, y á
los príncipes de las provincias que había desde la India hasta la
Ethiopía, ciento veintisiete provincias; á cada provincia según su
escribir, y á cada pueblo conforme á su lengua, á los Judíos también
conforme á su escritura y lengua. 8.10
Y escribió en nombre del rey Assuero, y selló con el anillo del rey, y
envió letras por correos de á caballo, montados en dromedarios, y en
mulos hijos de yeguas; 8.11
Con intimación de que el rey concedía á los Judíos que estaban en todas
la ciudades, que se juntasen y estuviesen á la defensa de su vida,
prontos á destruir, y matar, y acabar con todo ejército de pueblo o
provincia que viniese contra ellos, aun niños y mujeres, y su despojo
para presa, 8.12 En un
mismo día en todas las provincias del rey Assuero, en el trece del mes
duodécimo, que es el mes de Adar. 8.13
La copia de la escritura que había de darse por ordenanza en cada
provincia, para que fuese manifiesta á todos los pueblos, decía que los
Judíos estuviesen apercibidos para aquel día, para vengarse de sus
enemigos. 8.14 Los
correos pues, cabalgando en dromedarios y en mulos, salieron
apresurados y constreñidos por el mandamiento del rey: y la ley fué
dada en Susán capital del reino. 8.15
Y salió Mardochêo de delante del rey con vestido real de cárdeno y
blanco, y una gran corona de oro, y un manto de lino y púrpura: y la
ciudad de Susán se alegró y regocijó. 8.16 Los
Judíos tuvieron luz y alegría, y gozo y honra. 8.17
Y en cada provincia y en cada ciudad donde llegó el mandamiento del
rey, los Judíos tuvieron alegría y gozo, banquete y día de placer. Y
muchos de los pueblos de la tierra se hacían Judíos, porque el temor de
los Judíos había caído sobre ellos. ▲9.1
Y EN el mes duodécimo y que es el mes de Adar, á trece del mismo, en el
que tocaba se ejecutase el mandamiento del rey y su ley, el mismo día
en que esperaban los enemigos de los Judíos enseñorearse de ellos, fué
lo contrario; porque los Judíos se enseñorearon de los que los
aborrecían. 9.2 Los
Judíos se juntaron en sus ciudades en todas las provincias del rey
Assuero, para meter mano sobre los que habían procurado su mal: y nadie
se puso delante de ellos, porque el temor de ellos había caído sobre
todos los pueblos. 9.3
Y todos los príncipes de las provincias, y los virreyes, y capitanes, y
oficiales del rey, ensalzaban á los Judíos; porque el temor de
Mardochêo había caído sobre ellos. 9.4
Porque Mardochêo era grande en la casa del rey, y su fama iba por todas
las provincias; pues el varón Mardochêo iba engrandeciéndose. 9.5
E hirieron los Judíos á todos sus enemigos con plaga de espada, y de
mortandad, y de perdición; é hicieron en sus enemigos á su voluntad. 9.6 Y en
Susán capital del reino, mataron y destruyeron los Judíos á quinientos
hombres. 9.7 Mataron
entonces á Phorsandatha, y á Dalphón, y á Asphatha, 9.8 Y á
Phoratha y á Ahalía, y á Aridatha, 9.9 Y á
Pharmastha, y á Arisai, y á Aridai, y á Vaizatha, 9.10 Diez
hijos de Amán hijo de Amadatha, enemigo de los Judíos: mas en la presa
no metieron su mano. 9.11 El
mismo día vino la cuenta de los muertos en Susán residencia regia,
delante del rey. 9.12
Y dijo el rey á la reina Esther: En Susán, capital del reino, han
muerto los Judíos y destruído quinientos hombres, y á diez hijos de
Amán; ¿qué habrán hecho en las otras provincias del rey? ¿Cuál pues es
tu petición, y te será concedida? ¿ó qué más es tu demanda, y será
hecho? 9.13 Y
respondió Esther: Si place al rey, concedase también mañana á los
Judíos en Susán, que hagan conforme á la ley de hoy; y que cuelguen en
la horca á los diez hijos de Amán. 9.14 Y
mandó el rey que se hiciese así: y dióse la orden en Susán, y colgaron
á los diez hijos de Amán. 9.15
Y los Judíos que estaban en Susán, se juntaron también el catorce del
mes de Adar, y mataron en Susán trescientos hombres: mas en la presa no
metieron su mano. 9.16
En cuanto á los otros Judíos que estaban en las provincias del rey,
también se juntaron y pusiéronse en defensa de su vida, y tuvieron
reposo de sus enemigos, y mataron de sus contrarios setenta y cinco
mil; mas en la presa no metieron su mano. 9.17 En el
día trece del mes de Adar fué esto; y reposaron en el día catorce del
mismo, é hiciéronlo día de banquete y de alegría. 9.18
Mas los Judíos que estaban en Susán se juntaron en el trece y en el
catorce del mismo mes; y al quince del mismo reposaron, é hicieron
aquel día día de banquete y de regocijo. 9.19
Por tanto los Judíos aldeanos que habitan en las villas sin muro, hacen
á los catorce del mes de Adar el día de alegría y de banquete, y buen
día, y de enviar porciones cada uno á su vecino. 9.20
Y escribió Mardochêo estas cosas, y envió letras á todos los Judíos que
estaban en todas las provincias del rey Assuero, cercanos y distantes, 9.21
Ordenándoles que celebrasen el día décimocuarto del mes de Adar, y el
décimoquinto del mismo, cada un año. 9.22
Como días en que los Judíos tuvieron reposo de sus enemigos, y el mes
que se les tornó de tristeza en alegría, y de luto en día bueno; que
los hiciesen días de banquete y de gozo, y de enviar porciones cada uno
á su vecino, y dádivas á los pobres. 9.23 Y los
Judíos aceptaron hacer, según habían comenzado, lo que les escribió
Mardochêo. 9.24
Porque Amán hijo de Amadatha, Agageo, enemigo de todos los Judíos,
había ideado contra los Judíos para destruirlos, y echó Pur, que quiere
decir suerte, para consumirlos y acabar con ellos. 9.25
Mas como Esther vino á la presencia del rey, él intimó por carta: El
perverso designio que aquél trazó contra los Judíos, recaiga sobre su
cabeza; y cuélguenlo á él y á sus hijos en la horca. 9.26
Por esto llamaron á estos días Purim, del nombre Pur. Por todas las
palabras pues de esta carta, y por lo que ellos vieron sobre esto, y lo
que llegó á su noticia, 9.27
Establecieron y tomaron los Judíos sobre sí, y sobre su simiente, y
sobre todos los allegados á ellos, y no será traspasado, el celebrar
estos dos días según está escrito en orden á ellos, y conforme á su
tiempo cada un año; 9.28
Y que estos dos días serían en memoria, y celebrados en todas las
naciones, y familias, y provincias, y ciudades. Estos días de Purim no
pasarán de entre los Judíos, y la memoria de ellos no cesará de su
simiente. 9.29 Y la
reina Esther hija de Abihail, y Mardochêo Judío, escribieron con toda
eficacia, para confirmar esta segunda carta de Purim. 9.30
Y envió Mardochêo letras á todos los Judíos, á las ciento veintisiete
provincias del rey Assuero, con palabras de paz y de verdad, 9.31
Para confirmar estos días de Purim en sus tiempos señalados, según les
había constituído Mardochêo Judío y la reina Esther, y como habían
ellos tomado sobre sí y sobre su simiente, para conmemorar el fin de
los ayunos y de su clamor. 9.32 Y el
mandamiento de Esther confirmó estas palabras dadas acerca de Purim, y
escribióse en el libro. ▲10.1 Y EL rey Assuero impuso
tributo sobre la tierra y las islas de la mar. 10.2
Y toda la obra de su fortaleza, y de su valor, y la declaración de la
grandeza de Mardochêo, con que el rey le engrandeció, ¿no está escrito
en el libro de los anales de los reyes de Media y de Persia? 10.3
Porque Mardochêo Judío fué segundo después del rey Assuero, y grande
entre los Judíos, y acepto á la multitud de sus hermanos, procurando el
bien de su pueblo, y hablando paz para toda su simiente.