▲1.1 EN el principio crió Dios
los cielos y la tierra. 1.2
Y la tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre
la haz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la haz de las
aguas. 1.3 Y dijo
Dios: Sea la luz: y fué la luz. 1.4 Y vió
Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. 1.5 Y llamó
Dios á la luz Día, y á las tinieblas llamó Noche: y fué la tarde y la
mañana un día. 1.6 Y dijo
Dios: Haya expansión en medio de las aguas, y separe las aguas de las
aguas. 1.7
E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la
expansión, de las aguas que estaban sobre la expansión: y fué así. 1.8 Y llamó
Dios á la expansión Cielos: y fué la tarde y la mañana el día segundo. 1.9 Y dijo
Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar, y
descúbrase la seca: y fué así. 1.10 Y
llamó Dios á la seca Tierra, y á la reunión de las aguas llamó Mares: y
vió Dios que era bueno. 1.11
Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente;
árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en
él, sobre la tierra: y fué así. 1.12
Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su
naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su
género: y vió Dios que era bueno. 1.13 Y fué
la tarde y la mañana el día tercero. 1.14
Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar
el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para
días y años; 1.15 Y sean
por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la
tierra: y fue. 1.16
E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que
señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la
noche: hizo también las estrellas. 1.17 Y
púsolas Dios en la expansión de los cielos, para alumbrar sobre la
tierra, 1.18 Y para
señorear en el día y en la noche, y para apartar la luz y las
tinieblas: y vió Dios que era bueno. 1.19 Y fué
la tarde y la mañana el día cuarto. 1.20
Y dijo Dios: Produzcan las aguas reptil de ánima viviente, y aves que
vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. 1.21
Y crió Dios las grandes ballenas, y toda cosa viva que anda
arrastrando, que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada
según su especie: y vió Dios que era bueno. 1.22
Y Dios los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicad, y henchid las
aguas en los mares, y las aves se multipliquen en la tierra. 1.23 Y fué
la tarde y la mañana el día quinto. 1.24
Y dijo Dios: Produzca la tierra seres vivientes según su género,
bestias y serpientes y animales de la tierra según su especie: y fué
así. 1.25 E hizo
Dios
animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo
animal que anda arrastrando sobre la tierra según su especie: y vió
Dios que era bueno. 1.26
Y dijo Dios: Hagamos al hombre á nuestra imagen, conforme á nuestra
semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los
cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que
anda arrastrando sobre la tierra. 1.27 Y crió
Dios al hombre á su imagen, á imagen de Dios lo crió; varón y hembra
los crió. 1.28
Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y
henchid la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces de la mar, y
en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre
la tierra. 1.29 Y
dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está
sobre la haz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol
que da simiente, seros ha para comer. 1.30
Y á toda bestia de la tierra, y á todas las aves de los cielos, y á
todo lo que se mueve sobre la tierra, en que hay vida, toda hierba
verde les será para comer: y fué así. 1.31 Y vió
Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y
fué la tarde y la mañana el día sexto. ▲2.1 Y FUERON acabados los
cielos y la tierra, y todo su ornamento. 2.2 Y acabó
Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de
toda su obra que había hecho. 2.3 Y
bendijo Dios al día séptimo, y santificólo, porque en él reposó de toda
su obra que había Dios criado y hecho. 2.4
Estos son los orígenes de los cielos y de la tierra cuando fueron
criados, el día que Jehová Dios hizo la tierra y los cielos, 2.5
Y toda planta del campo antes que fuese en la tierra, y toda hierba del
campo antes que naciese: porque aun no había Jehová Dios hecho llover
sobre la tierra, ni había hombre para que labrase la tierra; 2.6 Mas
subía de la tierra un vapor, que regaba toda la faz de la tierra. 2.7
Formó, pues, Jehová Dios al hombre del polvo de la tierra, y alentó en
su nariz soplo de vida; y fué el hombre en alma viviente. 2.8 Y había
Jehová Dios plantado un huerto en Edén al oriente, y puso allí al
hombre que había formado. 2.9
Y había Jehová Dios hecho nacer de la tierra todo árbol delicioso á la
vista, y bueno para comer: también el árbol de vida en medio del
huerto, y el árbol de ciencia del bien y del mal. 2.10 Y
salía de Edén un río para regar el huerto, y de allí se repartía en
cuatro ramales. 2.11 El
nombre del uno era Pisón: éste es el que cerca toda la tierra de
Havilah, donde hay oro: 2.12 Y el
oro de aquella tierra es bueno: hay allí también bdelio y piedra
cornerina. 2.13 El
nombre del segundo río es Gihón: éste es el que rodea toda la tierra de
Etiopía. 2.14 Y el
nombre del tercer río es Hiddekel: éste es el que va delante de Asiria.
Y el cuarto río es el Eufrates. 2.15 Tomó,
pues, Jehová Dios al hombre, y le puso en el huerto de Edén, para que
lo labrara y lo guardase. 2.16 Y
mandó Jehová Dios al hombre, diciendo: De todo árbol del huerto comerás; 2.17 Mas
del árbol de ciencia del bien y del mal no comerás de él; porque el día
que de él comieres, morirás. 2.18 Y dijo
Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; haréle ayuda idónea
para él. 2.19
Formó, pues, Jehová Dios de la tierra toda bestia del campo, y toda ave
de los cielos, y trájolas á Adam, para que viese cómo les había de
llamar; y todo lo que Adam llamó á los animales vivientes, ese es su
nombre. 2.20 Y puso
Adam nombres á toda bestia y ave de los cielos y á todo animal del
campo: mas para Adam no halló ayuda que estuviese idónea para él. 2.21
Y Jehová Dios hizo caer sueño sobre Adam, y se quedó dormido: entonces
tomó una de sus costillas, y cerró la carne en su lugar; 2.22 Y de
la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y trájola
al hombre. 2.23 Y dijo
Adam: Esto es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne: ésta será
llamada Varona, porque del varón fué tomada. 2.24 Por
tanto, dejará el hombre á su padre y á su madre, y allegarse ha á su
mujer, y serán una sola carne. 2.25 Y
estaban ambos desnudos, Adam y su mujer, y no se avergonzaban. ▲3.1
EMPERO la serpiente era astuta, más que todos los animales del campo
que Jehová Dios había hecho; la cual dijo á la mujer: ¿Conque Dios os
ha dicho: No comáis de todo árbol del huerto? 3.2 Y la
mujer respondió á la serpiente: Del fruto de los árboles del huerto
comemos; 3.3 Mas del
fruto del árbol que está en medio del huerto dijo Dios: No comeréis de
él, ni le tocaréis, porque no muráis. 3.4
Entonces la serpiente dijo á la mujer: No moriréis; 3.5 Mas
sabe Dios que el día que comiereis de él, serán abiertos vuestros ojos,
y seréis como dioses sabiendo el bien y el mal. 3.6
Y vió la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable á
los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su
fruto, y comió; y dió también á su marido, el cual comió así como ella. 3.7
Y fueron abiertos los ojos de entrambos, y conocieron que estaban
desnudos: entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales. 3.8
Y oyeron la voz de Jehová Dios que se paseaba en el huerto al aire del
día: y escondióse el hombre y su mujer de la presencia de Jehová Dios
entre los árboles del huerto. 3.9 Y llamó
Jehová Dios al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú? 3.10 Y él
respondió: Oí tu voz en el huerto, y tuve miedo, porque estaba desnudo;
y escondíme. 3.11 Y
díjole: ¿Quién te enseñó que estabas desnudo? ¿Has comido del árbol de
que yo te mandé no comieses? 3.12 Y el
hombre respondió: La mujer que me diste por compañera me dió del árbol,
y yo comí. 3.13
Entonces Jehová Dios dijo á la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? Y dijo
la mujer: La serpiente me engañó, y comí. 3.14
Y Jehová Dios dijo á la serpiente: Por cuanto esto hiciste, maldita
serás entre todas las bestias y entre todos los animales del campo;
sobre tu pecho andarás, y polvo comerás todos los días de tu vida: 3.15
Y enemistad pondré entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la
simiente suya; ésta te herirá en la cabeza, y tú le herirás en el
calcañar. 3.16 A la
mujer dijo: Multiplicaré en gran manera tus dolores y tus preñeces; con
dolor parirás los hijos; y á tu marido será tu deseo, y él se
enseñoreará de ti. 3.17
Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste á la voz de tu mujer, y comiste
del árbol de que te mandé diciendo, No comerás de él; maldita será la
tierra por amor de ti; con dolor comerás de ella todos los días de tu
vida; 3.18
Espinos y cardos te producirá, y comerás hierba del campo; 3.19
En el sudor de tu rostro comerás el pan hasta que vuelvas á la tierra;
porque de ella fuiste tomado: pues polvo eres, y al polvo serás tornado. 3.20 Y
llamó el hombre el nombre de su mujer, Eva; por cuanto ella era madre
de todos lo vivientes. 3.21 Y
Jehová Dios hizo al hombre y á su mujer túnicas de pieles, y vistiólos. 3.22
Y dijo Jehová Dios: He aquí el hombre es como uno de Nos sabiendo el
bien y el mal: ahora, pues, porque no alargue su mano, y tome también
del árbol de la vida, y coma, y viva para siempre: 3.23 Y
sacólo Jehová del huerto de Edén, para que labrase la tierra de que fué
tomado. 3.24
Echó, pues, fuera al hombre, y puso al oriente del huerto de Edén
querubines, y una espada encendida que se revolvía á todos lados, para
guardar el camino del árbol de la vida. ▲4.1 Y CONOCIO Adam á su mujer
Eva, la cual concibió y parió á Caín, y dijo: Adquirido he varón por
Jehová. 4.2 Y
después parió á su hermano Abel. Y fué Abel pastor de ovejas, y Caín
fué labrador de la tierra. 4.3 Y
aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una
ofrenda á Jehová. 4.4 Y Abel
trajo también de los primogénitos de sus ovejas, y de su grosura. Y
miró Jehová con agrado á Abel y á su ofrenda; 4.5 Mas no
miró propicio á Caín y á la ofrenda suya. Y ensañóse Caín en gran
manera, y decayó su semblante. 4.6
Entonces Jehová dijo á Caín: ¿Por qué te has ensañado, y por qué se ha
inmutado tu rostro? 4.7
Si bien hicieres, ¿no serás ensalzado? y si no hicieres bien, el pecado
está á la puerta: con todo esto, á ti será su deseo, y tú te
enseñorearás de él. 4.8
Y habló Caín á su hermano Abel: y aconteció que estando ellos en el
campo, Caín se levantó contra su hermano Abel, y le mató. 4.9 Y
Jehová dijo á Caín: ¿Dónde está Abel tu hermano? Y él respondió: No sé;
¿soy yo guarda de mi hermano? 4.10 Y él
le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama á mí
desde la tierra. 4.11 Ahora
pues, maldito seas tú de la tierra que abrió su boca para recibir la
sangre de tu hermano de tu mano: 4.12 Cuando
labrares la tierra, no te volverá á dar su fuerza: errante y extranjero
serás en la tierra. 4.13 Y dijo
Caín á Jehová: Grande es mi iniquidad para ser perdonada. 4.14
He aquí me echas hoy de la faz de la tierra, y de tu presencia me
esconderé; y seré errante y extranjero en la tierra; y sucederá que
cualquiera que me hallare, me matará. 4.15
Y respondióle Jehová: Cierto que cualquiera que matare á Caín, siete
veces será castigado. Entonces Jehová puso señal en Caín, para que no
lo hiriese cualquiera que le hallara. 4.16 Y
salió Caín de delante de Jehová, y habitó en tierra de Nod, al oriente
de Edén. 4.17
Y conoció Caín á su mujer, la cual concibió y parió á Henoch: y edificó
una ciudad, y llamó el nombre de la ciudad del nombre de su hijo,
Henoch. 4.18 Y á
Henoch nació Irad, é Irad engendró á Mehujael, y Mehujael engendró á
Methusael, y Methusael engendró á Lamech. 4.19 Y tomó
para sí Lamech dos mujeres; el nombre de la una fué Ada, y el nombre de
la otra Zilla. 4.20 Y Ada
parió á Jabal, el cual fué padre de los que habitan en tiendas, y crían
ganados. 4.21 Y el
nombre de su hermano fué Jubal, el cual fué padre de todos los que
manejan arpa y órgano. 4.22 Y
Zilla también parió á Tubal-Caín, acicalador de toda obra de metal y de
hierro: y la hermana de Tubal-Caín fué Naama. 4.23
Y dijo Lamech á sus mujeres: Ada y Zilla, oid mi voz; Mujeres de
Lamech, escuchad mi dicho: Que varón mataré por mi herida, Y mancebo
por mi golpe: 4.24 Si
siete veces será vengado Caín, Lamech en verdad setenta veces siete lo
será. 4.25
Y conoció de nuevo Adam á su mujer, la cual parió un hijo, y llamó su
nombre Seth: Porque Dios (dijo ella) me ha sustituído otra simiente en
lugar de Abel, á quien mató Caín. 4.26 Y á
Seth también le nació un hijo, y llamó su nombre Enós. Entonces los
hombres comenzaron á llamarse del nombre de Jehová. ▲5.1 ESTE es el libro de las
generaciones de Adam. El día en que crió Dios al hombre, á la semejanza
de Dios lo hizo; 5.2 Varón y
hembra los crió; y los bendijo, y llamó el nombre de ellos Adam, el día
en que fueron criados. 5.3 Y vivió
Adam ciento y treinta años, y engendró un hijo á su semejanza, conforme
á su imagen, y llamó su nombre Seth. 5.4 Y
fueron los días de Adam, después que engendró á Seth, ochocientos años:
y engendró hijos é hijas. 5.5 Y
fueron todos los días que vivió Adam novecientos y treinta años, y
murió. 5.6 Y vivió
Seth ciento y cinco años, y engendró á Enós. 5.7 Y vivió
Seth, después que engendró á Enós, ochocientos y siete años: y engendró
hijos é hijas. 5.8 Y
fueron todos los días de Seth novecientos y doce años; y murió. 5.9 Y vivió
Enós noventa años, y engendró á Cainán. 5.10 Y
vivió Enós después que engendró á Cainán, ochocientos y quince años: y
engendró hijos é hijas. 5.11 Y
fueron todos los días de Enós novecientos y cinco años; y murió. 5.12 Y
vivió Cainán setenta años, y engendró á Mahalaleel. 5.13 Y
vivió Cainán, después que engendró á Mahalaleel, ochocientos y cuarenta
años: y engendró hijos é hijas. 5.14 Y
fueron todos los días de Cainán novecientos y diez años; y murió. 5.15 Y
vivió Mahalaleel sesenta y cinco años, y engendró á Jared. 5.16 Y
vivió Mahalaleel, después que engendró á Jared, ochocientos y treinta
años: y engendró hijos é hijas. 5.17 Y
fueron todos los días de Mahalaleel ochocientos noventa y cinco años; y
murió. 5.18 Y
vivió Jared ciento sesenta y dos años, y engendró á Henoch. 5.19 Y
vivió Jared, después que engendró á Henoch, ochocientos años: y
engendró hijos é hijas. 5.20 Y
fueron todos los días de Jared novecientos sesenta y dos años; y murió. 5.21 Y
vivió Henoch sesenta y cinco años, y engendró á Mathusalam. 5.22 Y
caminó Henoch con Dios, después que engendró á Mathusalam, trescientos
años: y engendró hijos é hijas. 5.23 Y
fueron todos los días de Henoch trescientos sesenta y cinco años. 5.24
Caminó, pues, Henoch con Dios, y desapareció, porque le llevó Dios. 5.25 Y
vivió Mathusalam ciento ochenta y siete años, y engendró á Lamech. 5.26 Y
vivió Mathusalam, después que engendró á Lamech, setecientos ochenta y
dos años: y engendró hijos é hijas. 5.27
Fueron, pues, todos los días de Mathusalam, novecientos sesenta y nueve
años; y murió. 5.28 Y
vivió Lamech ciento ochenta y dos años, y engendró un hijo: 5.29
Y llamó su nombre Noé, diciendo: Este nos aliviará de nuestras obras, y
del tabajo de nuestras manos, á causa de la tierra que Jehová maldijo. 5.30 Y
vivió Lamech, después que engendró á Noé, quinientos noventa y cinco
años: y engendró hijos é hijas. 5.31 Y
fueron todos los días de Lamech setecientos setenta y siete años; y
murió. 5.32 Y
siendo Noé de quinientos años, engendró á Sem, Châm, y á Japhet. ▲6.1 Y ACAECIO que, cuando
comenzaron los hombres á multiplicarse sobre la faz de la tierra, y les
nacieron hijas, 6.2 Viendo
los hijos de Dios que las hijas de los hombres eran hermosas, tomáronse
mujeres, escogiendo entre todas. 6.3
Y dijo Jehová: No contenderá mi espíritu con el hombre para siempre,
porque ciertamente él es carne: mas serán sus días ciento y veinte años. 6.4
Había gigantes en la tierra en aquellos días, y también después que
entraron los hijos de Dios á las hijas de los hombres, y les
engendraron hijos: éstos fueron los valientes que desde la antigüedad
fueron varones de nombre. 6.5
Y vió Jehová que la malicia de los hombres era mucha en la tierra, y
que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de
continuo solamente el mal. 6.6 Y
arrepintióse Jehová de haber hecho hombre en la tierra, y pesóle en su
corazón. 6.7
Y dijo Jehová: Raeré los hombres que he criado de sobre la faz de la
tierra, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves
del cielo: porque me arrepiento de haberlos hecho. 6.8 Empero
Noé halló gracia en los ojos de Jehová. 6.9 Estas
son las generaciones de Noé: Noé, varón justo, perfecto fué en sus
generaciones; con Dios caminó Noé. 6.10 Y
engendró Noé tres hijos: á Sem, á Châm, y á Japhet. 6.11 Y
corrompióse la tierra delante de Dios, y estaba la tierra llena de
violencia. 6.12 Y miró
Dios la tierra, y he aquí que estaba corrompida; porque toda carne
había corrompido su camino sobre la tierra. 6.13
Y dijo Dios á Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque
la tierra está llena de violencia á causa de ellos; y he aquí que yo
los destruiré con la tierra. 6.14 Hazte
un arca de madera de Gopher: harás aposentos en el arca y la
embetunarás con brea por dentro y por fuera. 6.15
Y de esta manera la harás: de trescientos codos la longitud del arca,
de cincuenta codos su anchura, y de treinta codos su altura. 6.16
Una ventana harás al arca, y la acabarás á un codo de elevación por la
parte de arriba: y pondrás la puerta del arca á su lado; y le harás
piso bajo, segundo y tercero. 6.17
Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para
destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo
lo que hay en la tierra morirá. 6.18 Mas
estableceré mi pacto contigo, y entrarás en el arca tú, y tus hijos y
tu mujer, y las mujeres de tus hijos contigo. 6.19
Y de todo lo que vive, de toda carne, dos de cada especie meterás en el
arca, para que tengan vida contigo; macho y hembra serán. 6.20
De las aves según su especie, y de las bestias según su especie, de
todo reptil de la tierra según su especie, dos de cada especie entrarán
contigo para que hayan vida. 6.21 Y toma
contigo de toda vianda que se come, y allégala á ti; servirá de
alimento para ti y para ellos. 6.22 E
hízolo así Noé; hizo conforme á todo lo que Dios le mandó. ▲7.1 Y JEHOVA dijo á Noé: Entra
tú y toda tu casa en el arca porque á ti he visto justo delante de mí
en esta generación. 7.2
De todo animal limpio te tomarás de siete en siete, macho y su hembra;
mas de los animales que no son limpios, dos, macho y su hembra. 7.3
También de las aves de los cielos de siete en siete, macho y hembra;
para guardar en vida la casta sobre la faz de toda la tierra. 7.4
Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta
días y cuarenta noches; y raeré toda sustancia que hice de sobre la faz
de la tierra. 7.5 E hizo
Noé conforme á todo lo que le mandó Jehová. 7.6 Y
siendo Noé de seiscientos años, el diluvio de las aguas fué sobre la
tierra. 7.7 Y vino
Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos con él al
arca, por las aguas del diluvio. 7.8
De los animales limpios, y de los animales que no eran limpios, y de
las aves, y de todo lo que anda arrastrando sobre la tierra, 7.9 De dos
en dos entraron á Noé en el arca: macho y hembra, como mandó Dios á Noé. 7.10 Y
sucedió que al séptimo día las aguas del diluvio fueron sobre la tierra. 7.11
El año seiscientos de la vida de Noé, en el mes segundo á diecisiete
días del mes, aquel día fueron rotas todas las fuentes del grande
abismo, y las cataratas de los cielos fueron abiertas; 7.12 Y hubo
lluvia sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches. 7.13
En este mismo día entró Noé, y Sem, y Châm y Japhet, hijos de Noé, la
mujer de Noé, y las tres mujeres de sus hijos con él en el arca; 7.14
Ellos y todos los animales silvestres según sus especies, y todos los
animales mansos según sus especies, y todo reptil que anda arrastrando
sobre la tierra según su especie, y toda ave según su especie, todo
pájaro, toda especie de volátil. 7.15 Y
vinieron á Noé al arca, de dos en dos de toda carne en que había
espíritu de vida. 7.16 Y los
que vinieron, macho y hembra de toda carne vinieron, como le había
mandado Dios: y Jehová le cerró la puerta 7.17 Y fué
el diluvio cuarenta días sobre la tierra; y las aguas crecieron, y
alzaron el arca, y se elevó sobre la tierra. 7.18 Y
prevalecieron las aguas, y crecieron en gran manera sobre la tierra; y
andaba el arca sobre la faz de las aguas. 7.19
Y las aguas prevalecieron mucho en extremo sobre la tierra; y todos los
montes altos que había debajo de todos los cielos, fueron cubiertos. 7.20 Quince
codos en alto prevalecieron las aguas; y fueron cubiertos los montes. 7.21
Y murió toda carne que se mueve sobre la tierra, así de aves como de
ganados, y de bestias, y de todo reptil que anda arrastrando sobre la
tierra, y todo hombre: 7.22 Todo
lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, de todo lo que
había en la tierra, murió. 7.23
Así fué destruída toda sustancia que vivía sobre la faz de la tierra,
desde el hombre hasta la bestia, y los reptiles, y las aves del cielo;
y fueron raídos de la tierra; y quedó solamente Noé, y lo que con él
estaba en el arca. 7.24 Y
prevalecieron las aguas sobre la tierra ciento y cincuenta días. ▲8.1
Y ACORDOSE Dios de Noé, y de todos los animales, y de todas las bestias
que estaban con él en el arca; é hizo pasar Dios un viento sobre la
tierra, y disminuyeron las aguas. 8.2 Y se
cerraron las fuentes del abismo, y las cataratas de los cielos; y la
lluvia de los cielos fué detenida. 8.3 Y
tornáronse las aguas de sobre la tierra, yendo y volviendo: y
decrecieron las aguas al cabo de ciento y cincuenta días. 8.4 Y
reposó el arca en el mes séptimo, á dicisiete días del mes, sobre los
montes de Armenia. 8.5
Y las aguas fueron decreciendo hasta el mes décimo: en el décimo, al
primero del mes, se descubrieron las cimas de los montes. 8.6 Y
sucedió que, al cabo de cuarenta días, abrió Noé la ventana del arca
que había hecho, 8.7 Y envió
al cuervo, el cual salió, y estuvo yendo y tornando hasta que las aguas
se secaron de sobre la tierra. 8.8 Envió
también de sí á la paloma, para ver si las aguas se habían retirado de
sobre la faz de la tierra; 8.9
Y no halló la paloma donde sentar la planta de su pie, y volvióse á él
al arca, porque las aguas estaban aún sobre la faz de toda la tierra:
entonces él extendió su mano y cogiéndola, hízola entrar consigo en el
arca. 8.10 Y
esperó aún otros siete días, y volvió á enviar la paloma fuera del arca. 8.11
Y la paloma volvió á él á la hora de la tarde: y he aquí que traía una
hoja de oliva tomada en su pico: y entendió Noé que las aguas se habían
retirado de sobre la tierra. 8.12 Y
esperó aún otros siete días, y envió la paloma, la cual no volvió ya
más á él. 8.13
Y sucedió que en el año seiscientos y uno de Noé, en el mes primero, al
primero del mes, las aguas se enjugaron de sobre la tierra y quitó Noé
la cubierta del arca, y miró, y he aquí que la faz de la tierra estaba
enjuta. 8.14 Y en
el mes segundo, á los veintisiete días del mes, se secó la tierra. 8.15 Y
habló Dios á Noé diciendo: 8.16 Sal
del arca tú, y tu mujer, y tus hijos, y las mujeres de tus hijos
contigo. 8.17
Todos los animales que están contigo de toda carne, de aves y de
bestias y de todo reptil que anda arrastrando sobre la tierra, sacarás
contigo; y vayan por la tierra, y fructifiquen, y multiplíquense sobre
la tierra. 8.18
Entonces salió Noé, y sus hijos, y su mujer, y las mujeres de sus hijos
con él. 8.19 Todos
los animales, y todo reptil y toda ave, todo lo que se mueve sobre la
tierra según sus especies, salieron del arca. 8.20 Y
edificó Noé un altar á Jehová y tomó de todo animal limpio y de toda
ave limpia, y ofreció holocausto en el altar. 8.21
Y percibió Jehová olor de suavidad; y dijo Jehová en su corazón: No
tornaré más á maldecir la tierra por causa del hombre; porque el
intento del corazón del hombre es malo desde su juventud: ni volveré
más á destruir todo viviente, como he hecho. 8.22
Todavía serán todos los tiempos de la tierra; la sementera y la siega,
y el frío y calor, verano é invierno, y día y noche, no cesarán. ▲9.1 Y BENDIJO Dios á Noé y á
sus hijos, y díjoles: Fructificad, y multiplicad, y henchid la tierra: 9.2
Y vuestro temor y vuestro pavor será sobre todo animal de la tierra, y
sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se moverá en la tierra, y
en todos los peces del mar: en vuestra mano son entregados. 9.3 Todo lo
que se mueve y vive, os será para mantenimiento: así como las legumbres
y hierbas, os lo he dado todo. 9.4 Empero
carne con su vida, que es su sangre, no comeréis. 9.5
Porque ciertamente demandaré la sangre de vuestras vidas; de mano de
todo animal la demandaré, y de mano del hombre; de mano del varón su
hermano demandaré la vida del hombre. 9.6 El que
derramare sangre del hombre, por el hombre su sangre será derramada;
porque á imagen de Dios es hecho el hombre. 9.7 Mas
vosotros fructificad, y multiplicaos; procread abundantemente en la
tierra, y multiplicaos en ella. 9.8 Y habló
Dios á Noé y á sus hijos con él, diciendo: 9.9 Yo, he
aquí que yo establezco mi pacto con vosotros, y con vuestra simiente
después de vosotros; 9.10
Y con toda alma viviente que está con vosotros, de aves, de animales, y
de toda bestia de la tierra que está con vosotros; desde todos los que
salieron del arca hasta todo animal de la tierra. 9.11
Estableceré mi pacto con vosotros, y no fenecerá ya más toda carne con
aguas de diluvio; ni habrá más diluvio para destruir la tierra. 9.12
Y dijo Dios: Esta será la señal del pacto que yo establezco entre mí y
vosotros y toda alma viviente que está con vosotros, por siglos
perpetuos: 9.13 Mi
arco pondré en las nubes, el cual será por señal de convenio entre mí y
la tierra. 9.14 Y será
que cuando haré venir nubes sobre la tierra, se dejará ver entonces mi
arco en las nubes. 9.15
Y acordarme he del pacto mío, que hay entre mí y vosotros y toda alma
viviente de toda carne; y no serán más las aguas por diluvio para
destruir toda carne. 9.16
Y estará el arco en las nubes, y verlo he para acordarme del pacto
perpetuo entre Dios y toda alma viviente, con toda carne que hay sobre
la tierra. 9.17 Dijo,
pues, Dios á Noé: Esta será la señal del pacto que he establecido entre
mí y toda carne que está sobre la tierra. 9.18 Y los
hijos de Noé que salieron del arca fueron Sem, Châm y Japhet: y Châm es
el padre de Canaán. 9.19 Estos
tres son los hijos de Noé; y de ellos fué llena toda la tierra. 9.20 Y
comenzó Noé á labrar la tierra, y plantó una viña: 9.21 Y
bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su
tienda. 9.22 Y
Châm, padre de Canaán, vió la desnudez de su padre, y díjolo á sus dos
hermanos á la parte de afuera. 9.23
Entonces Sem y Japhet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios
hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre
teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre. 9.24 Y
despertó Noé de su vino, y supo lo que había hecho con él su hijo el
más joven; 9.25 Y
dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será á sus hermanos. 9.26 Dijo
más: Bendito Jehová el Dios de Sem, Y séale Canaán siervo. 9.27
Engrandezca Dios á Japhet, Y habite en las tiendas de Sem, Y séale
Canaán siervo. 9.28 Y
vivió Noé después del diluvio trescientos y cincuenta años. 9.29 Y
fueron todos los días de Noé novecientos y cincuenta años; y murió. ▲10.1 ESTAS son las generaciones
de los hijos de Noé: Sem, Châm y Japhet, á los cuales nacieron hijos
después del diluvio. 10.2 Los
hijos de Japhet: Gomer, y Magog, y Madai, y Javán, y Tubal, y Meshech,
y Tiras. 10.3 Y los
hijos de Gomer: Ashkenaz, y Riphat, y Togorma. 10.4 Y los
hijos de Javán: Elisa, y Tarsis, Kittim, y Dodanim. 10.5
Por éstos fueron repartidas las islas de las gentes en sus tierras,
cada cual según su lengua, conforme á sus familias en sus naciones. 10.6 Los
hijos de Châm: Cush, y Mizraim, y Phut, y Canaán. 10.7 Y los
hijos de Cush: Seba, Havila, y Sabta, y Raama, y Sabtecha. Y los hijos
de Raama: Sheba y Dedán. 10.8 Y Cush
engendró á Nimrod, éste comenzó á ser poderoso en la tierra. 10.9 Este
fué vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así como
Nimrod, vigoroso cazador delante de Jehová. 10.10 Y fué
la cabecera de su reino Babel, y Erech, y Accad, y Calneh, en la tierra
de Shinar. 10.11 De
aquesta tierra salió Assur, y edificó á Nínive, y á Rehoboth, y á Calah, 10.12 Y á
Ressen entre Nínive y Calah; la cual es ciudad grande. 10.13 Y
Mizraim engendró á Ludim, y á Anamim, y á Lehabim, y á Naphtuhim, 10.14 Y á
Pathrusim, y á Casluim de donde salieron los Filisteos, y á Caphtorim. 10.15 Y
Canaán engendró á Sidón, su primogénito y á Heth, 10.16 Y al
Jebuseo, y al Amorrheo, y al Gergeseo, 10.17 Y al
Heveo, y al Araceo, y al Sineo, 10.18 Y al
Aradio, y al Samareo, y al Amatheo: y después se derramaron las
familias de los Cananeos. 10.19
Y fué el término de los Cananeos desde Sidón, viniendo á Gerar hasta
Gaza, hasta entrar en Sodoma y Gomorra, Adma, y Zeboim hasta Lasa. 10.20 Estos
son los hijos de Châm por sus familias, por sus lenguas, en sus
tierras, en sus naciones. 10.21
También le nacieron hijos á Sem, padre de todos los hijos de Heber, y
hermano mayor de Japhet. 10.22 Y los
hijos de Sem: Elam, y Assur, y Arphaxad, y Lud, y Aram. 10.23 Y los
hijos de Aram: Uz, y Hul, y Gether, y Mas. 10.24 Y
Arphaxad engendró á Sala, y Sala engendró á Heber. 10.25
Y á Heber nacieron dos hijos: el nombre de uno fué Peleg, porque en sus
días fué repartida la tierra; y el nombre de su hermano, Joctán. 10.26 Y
Joctán engendró á Almodad, y á Sheleph, y Hazarmaveth, y á Jera, 10.27 Y á
Hadoram, y á Uzal, y á Dicla, 10.28 Y á
Obal, y á Abimael, y á Seba, 10.29 Y á
Ophir, y á Havila, y á Jobad: todos estos fueron hijos de Joctán. 10.30 Y fué
su habitación desde Mesa viniendo de Sephar, monte á la parte del
oriente. 10.31 Estos
fueron los hijos de Sem por sus familias, por sus lenguas, en sus
tierras, en sus naciones. 10.32
Estas son las familias de Noé por sus descendencias, en sus naciones; y
de éstos fueron divididas las gentes en la tierra después del diluvio. ▲11.1 ERA entonces toda la tierra
de una lengua y unas mismas palabras. 11.2 Y
aconteció que, como se partieron de oriente, hallaron una vega en la
tierra de Shinar, y asentaron allí. 11.3
Y dijeron los unos á los otros: Vaya, hagamos ladrillo y cozámoslo con
fuego. Y fuéles el ladrillo en lugar de piedra, y el betún en lugar de
mezcla. 11.4 Y
dijeron: Vamos, edifiquémonos una ciudad y una torre, cuya cúspide
llegue al cielo; y hagámonos un nombre, por si fuéremos esparcidos
sobre la faz de toda la tierra. 11.5 Y
descendió Jehová para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos
de los hombres. 11.6
Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos éstos tienen un
lenguaje: y han comenzado á obrar, y nada les retraerá ahora de lo que
han pensando hacer. 11.7 Ahora
pues, descendamos, y confundamos allí sus lenguas, para que ninguno
entienda el habla de su compañero. 11.8 Así
los esparció Jehová desde allí sobre la faz de toda la tierra, y
dejaron de edificar la ciudad. 11.9
Por esto fué llamado el nombre de ella Babel, porque allí confudió
Jehová el lenguaje de toda la tierra, y desde allí los esparció sobre
la faz de toda la tierra. 11.10 Estas
son las generaciones de Sem: Sem, de edad de cien años, engendró á
Arphaxad, dos años después del diluvio. 11.11 Y
vivió Sem, después que engendró á Arphaxad quinientos años, y engendró
hijos é hijas. 11.12 Y
Arphaxad vivió treinta y cinco años, y engendró á Sala. 11.13 Y
vivió Arphaxad, después que engendró á Sala, cuatrocientos y tres años,
y engendró hijos é hijas. 11.14 Y
vivió Sala treinta años, y engendró á Heber. 11.15 Y
vivió Sala, después que engendró á Heber, cuatrocientos y tres años, y
engendró hijos é hijas. 11.16 Y
vivió Heber treinta y cuatro años, y engendró á Peleg. 11.17 Y
vivió Heber, después que engendró á Peleg, cuatrocientos y treinta
años, y engendró hijos é hijas. 11.18 Y
vivió Peleg, treinta años, y engendró á Reu. 11.19 Y
vivió Peleg, después que engendró á Reu, doscientos y nueve años, y
engendró hijos é hijas. 11.20 Y Reu
vivió treinta y dos años, y engendró á Serug. 11.21 Y
vivió Reu, después que engendró á Serug, doscientos y siete años, y
engendró hijos é hijas. 11.22 Y
vivió Serug treinta años, y engendró á Nachôr. 11.23 Y
vivió Serug, después que engendró á Nachôr, doscientos años, y engendró
hijos é hijas. 11.24 Y
vivió Nachôr veintinueve años, y engendró á Thare. 11.25 Y
vivió Nachôr, después que engendró á Thare, ciento diecinueve años, y
engendró hijos é hijas. 11.26 Y
vivió Thare setenta años, y engendró á Abram, y á Nachôr, y á Harán. 11.27 Estas
son las generaciones de Thare: Thare engendró á Abram, y á Nachôr, y á
Harán; y Harán engendró á Lot. 11.28 Y
murió Harán antes que su padre Thare en la tierra de su naturaleza, en
Ur de los Caldeos. 11.29
Y tomaron Abram y Nachôr para sí mujeres: el nombre de la mujer de
Abram fué Sarai, y el nombre de la mujer de Nachôr, Milca, hija de
Harán, padre de Milca y de Isca. 11.30 Mas
Sarai fué esteril, y no tenía hijo. 11.31
Y tomó Thare á Abram su hijo, y á Lot hijo de Harán, hijo de su hijo, y
á Sarai su nuera, mujer de Abram su hijo: y salió con ellos de Ur de
los Caldeos, para ir á la tierra de Canaán: y vinieron hasta Harán, y
asentaron allí. 11.32 Y
fueron los días de Thare doscientos y cinco años; y murió Thare en
Harán. ▲12.1
EMPERO Jehová había dicho á Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela,
y de la casa de tu padre, á la tierra que te mostraré; 12.2 Y haré
de ti una nación grande, y bendecirte he, y engrandeceré tu nombre, y
serás bendición: 12.3
Y bendeciré á los que te bendijeren, y á los que te maldijeren
maldeciré: y serán benditas en ti todas las familias de la tierra. 12.4 Y
fuése Abram, como Jehová le dijo; y fué con él Lot: y era Abram de edad
de setenta y cinco años cuando salió de Harán. 12.5
Y tomó Abram á Sarai su mujer, y á Lot hijo de su hermano, y toda su
hacienda que habían ganado, y las almas que habían adquirido en Harán,
y salieron para ir á tierra de Canaán; y á tierra de Canaán llegaron. 12.6 Y pasó
Abram por aquella tierra hasta el lugar de Sichêm, hasta el valle de
Moreh: y el Cananeo estaba entonces en la tierra. 12.7
Y apareció Jehová á Abram, y le dijo: A tu simiente daré esta tierra. Y
edificó allí un altar á Jehová, que le había aparecido. 12.8
Y pasóse de allí á un monte al oriente de Bethel, y tendió su tienda,
teniendo á Bethel al occidente y Hai al oriente: y edificó allí altar á
Jehová é invocó el nombre de Jehová. 12.9 Y
movió Abram de allí, caminando y yendo hacia el Mediodía. 12.10 Y
hubo hambre en la tierra, y descendió Abram á Egipto para peregrinar
allá; porque era grande el hambre en la tierra. 12.11
Y aconteció que cuando estaba para entrar en Egipto, dijo á Sarai su
mujer: He aquí, ahora conozco que eres mujer hermosa de vista; 12.12 Y
será que cuando te habrán visto los Egipcios, dirán: Su mujer es: y me
matarán á mí, y á ti te reservarán la vida. 12.13 Ahora
pues, di que eres mi hermana, para que yo haya bien por causa tuya, y
viva mi alma por amor de ti. 12.14 Y
aconteció que, como entró Abram en Egipto, los Egipcios vieron la mujer
que era hermosa en gran manera. 12.15
Viéronla también los príncipes de Faraón, y se la alabaron; y fué
llevada la mujer á casa de Faraón: 12.16 E
hizo bien á Abram por causa de ella; y tuvo ovejas, y vacas, y asnos, y
siervos, y criadas, y asnas y camellos. 12.17 Mas
Jehová hirió á Faraón y á su casa con grandes plagas, por causa de
Sarai mujer de Abram. 12.18
Entonces Faraón llamó á Abram y le dijo: ¿Qué es esto que has hecho
conmigo? ¿Por qué no me declaraste que era tu mujer? 12.19
¿Por qué dijiste: Es mi hermana? poniéndome en ocasión de tomarla para
mí por mujer? Ahora pues, he aquí tu mujer, tómala y vete. 12.20
Entonces Faraón dió orden á sus gentes acerca de Abram; y le
acompañaron, y á su mujer con todo lo que tenía. ▲13.1 SUBIO, pues, Abram de
Egipto hacia el Mediodía, él y su mujer, con todo lo que tenía, y con
él Lot. 13.2 Y
Abram era riquísimo en ganado, en plata y oro. 13.3
Y volvió por sus jornadas de la parte del Mediodía hacia Bethel, hasta
el lugar donde había estado antes su tienda entre Bethel y Hai; 13.4 Al
lugar del altar que había hecho allí antes: é invocó allí Abram el
nombre de Jehová. 13.5 Y
asimismo Lot, que andaba con Abram, tenía ovejas, y vacas, y tiendas. 13.6 Y la
tierra no podía darles para que habitasen juntos: porque su hacienda
era mucha, y no podían morar en un mismo lugar. 13.7
Y hubo contienda entre los pastores del ganado de Abram y los pastores
del ganado de Lot: y el Cananeo y el Pherezeo habitaban entonces en la
tierra. 13.8
Entonces Abram dijo á Lot: No haya ahora altercado entre mí y ti, entre
mis pastores y los tuyos, porque somos hermanos. 13.9
¿No está toda la tierra delante de ti? Yo te ruego que te apartes de
mí. Si fueres á la mano izquierda, yo iré á la derecha: y si tú á la
derecha, yo iré á la izquierda. 13.10
Y alzó Lot sus ojos, y vió toda la llanura del Jordán, que toda ella
era de riego, antes que destruyese Jehová á Sodoma y á Gomorra, como el
huerto de Jehová, como la tierra de Egipto entrando en Zoar. 13.11
Entonces Lot escogió para sí toda la llanura del Jordán: y partióse Lot
de Oriente, y apartáronse el uno del otro. 13.12 Abram
asentó en la tierra de Canaán, y Lot asentó en las ciudades de la
llanura, y fué poniendo sus tiendas hasta Sodoma. 13.13 Mas
los hombres de Sodoma eran malos y pecadores para con Jehová en gran
manera. 13.14
Y Jehová dijo á Abram, después que Lot se apartó de él: Alza ahora tus
ojos, y mira desde el lugar donde estás hacia el Aquilón, y al
Mediodía, y al Oriente y al Occidente; 13.15
Porque toda la tierra que ves, la daré á ti y á tu simiente para
siempre. 13.16
Y haré tu simiente como el polvo de la tierra: que si alguno podrá
contar el polvo de la tierra, también tu simiente será contada. 13.17
Levántate, ve por la tierra á lo largo de ella y á su ancho; porque á
ti la tengo de dar. 13.18
Abram, pues, removiendo su tienda, vino y moró en el alcornocal de
Mamre, que es en Hebrón, y edificó allí altar á Jehová. ▲14.1
Y ACONTECIO en los días de Amraphel, rey de Shinar, Arioch, rey de
Elazar, Chêdorlaomer, rey de Elá, y Tidal, rey de naciones, 14.2
Que éstos hicieron guerra contra Bera, rey de Sodoma, y contra Birsha,
rey de Gomorra, y contra Shinab, rey de Adma, y contra Shemeber, rey de
Zeboim, y contra el rey de Bela, la cual es Zoar. 14.3 Todos
estos se juntaron en el valle de Siddim, que es el mar salado. 14.4 Doce
años habían servido á Chêdorlaomer, y al décimotercio año se rebelaron. 14.5
Y en el año décimocuarto vino Chêdorlaomer, y los reyes que estaban de
su parte, y derrotaron á los Raphaitas en Ashteroth-carnaim, á los
Zuzitas en Ham, y á los Emitas en Shave-Kiriataim. 14.6 Y á
los Horeos en el monte de Seir, hasta la llanura de Parán, que está
junto al desierto. 14.7
Y volvieron y vinieron á Emmisphat, que es Cades, y devastaron todas
las haciendas de los Amalacitas, y también al Amorrheo, que habitaba en
Hazezón-tamar. 14.8 Y
salió el rey de Sodoma, y el rey de Gomorra, y el rey de Adma, y el rey
de Zeboim, y el rey de Bela, que es Zoar, y ordenaron contra ellos
batalla en el valle de Siddim; 14.9
Es á saber, contra Chêdorlaomer, rey de Elam, y Tidal, rey de naciones,
y Amraphel, rey de Shinar, y Arioch, rey de Elasar; cuatro reyes contra
cinco. 14.10 Y el
valle de Siddim estaba lleno de pozos de betún: y huyeron el rey de
Sodoma y el de Gomorra, y cayeron allí; y los demás huyeron al monte. 14.11 Y
tomaron toda la riqueza de Sodoma y de Gomorra, y todas sus vituallas,
y se fueron. 14.12
Tomaron también á Lot, hijo del hermano de Abram, que moraba en Sodoma,
y su hacienda, y se fueron. 14.13
Y vino uno de los que escaparon, y denunciólo á Abram el Hebreo, que
habitaba en el valle de Mamre Amorrheo, hermano de Eschôl y hermano de
Aner, los cuales estaban confederados con Abram. 14.14
Y oyó Abram que su hermano estaba prisionero, y armó sus criados, los
criados de su casa, trescientos dieciocho, y siguiólos hasta Dan. 14.15
Y derramóse sobre ellos de noche él y sus siervos, é hiriólos, y fuélos
siguiendo hasta Hobah, que está á la izquierda de Damasco. 14.16 Y
recobró todos los bienes, y también á Lot su hermano y su hacienda, y
también las mujeres y gente. 14.17
Y salió el rey de Sodoma á recibirlo, cuando volvía de la derrota de
Chêdorlaomer y de los reyes que con él estaban, al valle de Shave, que
es el valle del Rey. 14.18
Entonces Melchîsedec, rey de Salem, sacó pan y vino; el cual era
sacerdote del Dios alto; 14.19 Y
bendíjole, y dijo: Bendito sea Abram del Dios alto, poseedor de los
cielos y de la tierra; 14.20 Y
bendito sea el Dios alto, que entregó tus enemigos en tu mano. Y dióle
Abram los diezmos de todo. 14.21
Entonces el rey de Sodoma dijo á Abram: Dame las personas, y toma para
ti la hacienda. 14.22 Y
respondió Abram al rey de Sodoma: He alzado mi mano á Jehová Dios alto,
poseedor de los cielos y de la tierra, 14.23 Que
desde un hilo hasta la correa de un calzado, nada tomaré de todo lo que
es tuyo, porque no digas: Yo enriquecí á Abram: 14.24
Sacando solamente lo que comieron los mancebos, y la porción de los
varones que fueron conmigo, Aner, Eschôl, y Mamre; los cuales tomarán
su parte. ▲15.1
DESPUÉS de estas cosas fué la palabra de Jehová á Abram en visión,
diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón sobremanera
grande. 15.2 Y
respondió Abram: Señor Jehová ¿qué me has de dar, siendo así que ando
sin hijo, y el mayordomo de mi casa es ese Damasceno Eliezer? 15.3 Dijo
más Abram: Mira que no me has dado prole, y he aquí que es mi heredero
uno nacido en mi casa. 15.4
Y luego la palabra de Jehová fué á él diciendo: No te heredará éste,
sino el que saldrá de tus entrañas será el que te herede. 15.5
Y sacóle fuera, y dijo: Mira ahora á los cielos, y cuenta las
estrellas, si las puedes contar. Y le dijo: Así será tu simiente. 15.6 Y
creyó á Jehová, y contóselo por justicia. 15.7 Y
díjole: Yo soy Jehová, que te saqué de Ur de los Caldeos, para darte á
heredar esta tierra. 15.8 Y él
respondió: Señor Jehová ¿en qué conoceré que la tengo de heredar? 15.9
Y le dijo: Apártame una becerra de tres años, y una cabra de tres años,
y un carnero de tres años, una tórtola también, y un palomino. 15.10 Y
tomó él todas estas cosas, y partiólas por la mitad, y puso cada mitad
una enfrente de otra; mas no partió las aves. 15.11 Y
descendían aves sobre los cuerpos muertos, y ojeábalas Abram. 15.12 Mas á
la caída del sol sobrecogió el sueño á Abram, y he aquí que el pavor de
una grande obscuridad cayó sobre él. 15.13
Entonces dijo á Abram: Ten por cierto que tu simiente será peregrina en
tierra no suya, y servirá á los de allí, y serán por ellos afligidos
cuatrocientos años. 15.14 Mas
también á la gente á quien servirán, juzgaré yo; y después de esto
saldrán con grande riqueza. 15.15 Y tú
vendrás á tus padres en paz, y serás sepultado en buena vejez. 15.16 Y en
la cuarta generación volverán acá: porque aun no está cumplida la
maldad del Amorrheo hasta aquí. 15.17
Y sucedió que puesto el sol, y ya obscurecido, dejóse ver un horno
humeando, y una antorcha de fuego que pasó por entre los animales
divididos. 15.18 En
aquel día hizo Jehová un pacto con Abram diciendo: A tu simiente daré
esta tierra desde el río de Egipto hasta el río grande, el río Eufrates; 15.19 Los
Cineos, y los Ceneceos, y los Cedmoneos, 15.20 Y los
Hetheos, y los Pherezeos, y los Raphaitas, 15.21 Y los
Amorrheos, y los Cananeos, y los Gergeseos, y los Jebuseos. ▲16.1 Y SARAI, mujer de Abram no
le paría: y ella tenía una sierva egipcia, que se llamaba Agar. 16.2
Dijo, pues, Sarai á Abram: Ya ves que Jehová me ha hecho estéril:
ruégote que entres á mi sierva; quizá tendré hijos de ella. Y atendió
Abram al dicho de Sarai. 16.3
Y Sarai, mujer de Abram, tomó á Agar su sierva egipcia, al cabo de diez
años que había habitado Abram en la tierra de Canaán, y dióla á Abram
su marido por mujer. 16.4 Y él
cohabitó con Agar, la cual concibió: y cuando vió que había concebido,
miraba con desprecio á su señora. 16.5
Entonces Sarai dijo á Abram: Mi afrenta sea sobre ti: yo puse mi sierva
en tu seno, y viéndose embarazada, me mira con desprecio; juzgue Jehová
entre mí y ti. 16.6 Y
respondió Abram á Sarai: He ahí tu sierva en tu mano, haz con ella lo
que bien te pareciere. Y como Sarai la afligiese, huyóse de su
presencia. 16.7 Y
hallóla el ángel de Jehová junto á una fuente de agua en el desierto,
junto á la fuente que está en el camino del Sur. 16.8 Y le
dijo: Agar, sierva de Sarai, ¿de dónde vienes tú, y á dónde vas? Y ella
respondió: Huyo de delante de Sarai, mi señora. 16.9 Y
díjole el ángel de Jehová: Vuélvete á tu señora, y ponte sumisa bajo de
su mano. 16.10
Díjole también el ángel de Jehová: Multiplicaré tanto tu linaje, que no
será contado á causa de la muchedumbre. 16.11
Díjole aún el ángel de Jehová: He aquí que has concebido, y parirás un
hijo, y llamarás su nombre Ismael, porque oído ha Jehová tu aflicción. 16.12 Y él
será hombre fiero; su mano contra todos, y las manos de todos contra
él, y delante de todos sus hermanos habitará. 16.13
Entonces llamó el nombre de Jehová que con ella hablaba: Tú eres el
Dios de la vista; porque dijo: ¿No he visto también aquí al que me ve? 16.14 Por
lo cual llamó al pozo, Pozo del Viviente que me ve. He aquí está entre
Cades y Bered. 16.15 Y
parió Agar á Abram un hijo y llamó Abram el nombre de su hijo que le
parió Agar, Ismael. 16.16 Y era
Abram de edad de ochenta y seis años, cuando parió Agar á Ismael. ▲17.1
Y SIENDO Abram de edad de noventa y nueve años, aparecióle Jehová, y le
dijo: Yo soy el Dios Todopoderoso; anda delante de mí, y sé perfecto. 17.2 Y
pondré mi pacto entre mí y ti, y multiplicarte he mucho en gran manera. 17.3
Entonces Abram cayó sobre su rostro, y Dios habló con él diciendo: 17.4 Yo, he
aquí mi pacto contigo: Serás padre de muchedumbre de gentes: 17.5 Y no
se llamará más tu nombre Abram, sino que será tu nombre Abraham, porque
te he puesto por padre de muchedumbre de gentes. 17.6 Y
multiplicarte he mucho en gran manera, y te pondré en gentes, y reyes
saldrán de ti. 17.7
Y estableceré mi pacto entre mí y ti, y tu simiente después de ti en
sus generaciones, por alianza perpetua, para serte á ti por Dios, y á
tu simiente después de ti. 17.8
Y te daré á ti, y á tu simiente después de ti, la tierra de tus
peregrinaciones, toda la tierra de Canaán en heredad perpetua; y seré
el Dios de ellos. 17.9 Dijo
de nuevo Dios á Abraham: Tú empero guardarás mi pacto, tú y tu simiente
después de ti por sus generaciones. 17.10
Este será mi pacto, que guardaréis entre mí y vosotros y tu simiente
después de ti: Será circuncidado todo varón de entre vosotros. 17.11
Circuncidaréis, pues, la carne de vuestro prepucio, y será por señal
del pacto entre mí y vosotros. 17.12
Y de edad de ocho días será circuncidado todo varón entre vosotros por
vuestras generaciones: el nacido en casa, y el comprado á dinero de
cualquier extranjero, que no fuere de tu simiente. 17.13
Debe ser circuncidado el nacido en tu casa, y el comprado por tu
dinero: y estará mi pacto en vuestra carne para alianza perpetua. 17.14
Y el varón incircunciso que no hubiere circuncidado la carne de su
prepucio, aquella persona será borrada de su pueblo; ha violado mi
pacto. 17.15 Dijo
también Dios á Abraham: A Sarai tu mujer no la llamarás Sarai, mas Sara
será su nombre. 17.16
Y bendecirla he, y también te daré de ella hijo; sí, la bendeciré, y
vendrá á ser madre de naciones; reyes de pueblos serán de ella. 17.17
Entonces Abraham cayó sobre su rostro, y rióse, y dijo en su corazón:
¿A hombre de cien años ha de nacer hijo? ¿y Sara, ya de noventa años,
ha de parir? 17.18 Y
dijo Abraham á Dios: Ojalá Ismael viva delante de ti. 17.19
Y respondió Dios: Ciertamente Sara tu mujer te parirá un hijo, y
llamarás su nombre Isaac; y confirmaré mi pacto con él por alianza
perpetua para su simiente después de él. 17.20
Y en cuanto á Ismael, también te he oído: he aquí que le bendeciré, y
le haré fructificar y multiplicar mucho en gran manera: doce príncipes
engendrará, y ponerlo he por gran gente. 17.21 Mas
yo estableceré mi pacto con Isaac, al cual te parirá Sara por este
tiempo el año siguiente. 17.22 Y
acabó de hablar con él, y subió Dios de con Abraham. 17.23
Entonces tomó Abraham á Ismael su hijo, y á todos los siervos nacidos
en su casa, y á todos los comprados por su dinero, á todo varón entre
los domésticos de la casa de Abraham, y circuncidó la carne del
prepucio de ellos en aquel mismo día, como Dios le había dicho. 17.24 Era
Abraham de edad de noventa y nueve años cuando circuncidó la carne de
su prepucio. 17.25 E
Ismael su hijo era de trece años cuando fué circuncidada la carne de su
prepucio. 17.26 En el
mismo día fué circuncidado Abraham é Ismael su hijo. 17.27
Y todos los varones de su casa, el siervo nacido en casa, y el comprado
por dinero del extranjero, fueron circuncidados con él. ▲18.1 Y APARECIOLE Jehová en el
valle de Mamre, estando él sentado á la puerta de su tienda en el calor
del día. 18.2
Y alzó sus ojos y miró, y he aquí tres varones que estaban junto á él:
y cuando los vió, salió corriendo de la puerta de su tienda á
recibirlos, é inclinóse hacia la tierra, 18.3 Y
dijo: Señor, si ahora he hallado gracia en tus ojos, ruégote que no
pases de tu siervo. 18.4 Que se
traiga ahora un poco de agua, y lavad vuestros pies; y recostaos debajo
de un árbol, 18.5
Y traeré un bocado de pan, y sustentad vuestro corazón; después
pasaréis: porque por eso habéis pasado cerca de vuestro siervo. Y ellos
dijeron: Haz así como has dicho. 18.6
Entonces Abraham fué de priesa á la tienda á Sara, y le dijo: Toma
presto tres medidas de flor de harina, amasa y haz panes cocidos debajo
del rescoldo. 18.7 Y
corrió Abraham á las vacas, y tomó un becerro tierno y bueno, y diólo
al mozo, y dióse éste priesa á aderezarlo. 18.8
Tomó también manteca y leche, y el becerro que había aderezado, y
púsolo delante de ellos; y él estaba junto á ellos debajo del árbol; y
comieron. 18.9 Y le
dijeron: ¿Dónde está Sara tu mujer? Y él respondió: Aquí en la tienda. 18.10
Entonces dijo: De cierto volveré á ti según el tiempo de la vida, y he
aquí, tendrá un hijo Sara tu mujer. Y Sara escuchaba á la puerta de la
tienda, que estaba detrás de él. 18.11 Y
Abraham y Sara eran viejos, entrados en días: á Sara había cesado ya la
costumbre de las mujeres. 18.12
Rióse, pues, Sara entre sí, diciendo: ¿Después que he envejecido tendré
deleite, siendo también mi señor ya viejo? 18.13
Entonces Jehová dijo á Abraham: ¿Por qué se ha reído Sara diciendo:
Será cierto que he de parir siendo ya vieja? 18.14 ¿Hay
para Dios alguna cosa difícil? Al tiempo señalado volveré á ti, según
el tiempo de la vida, y Sara tendrá un hijo. 18.15
Entonces Sara negó diciendo: No me reí; porque tuve miedo. Y él dijo:
No es así, sino que te has reído. 18.16 Y los
varones se levantaron de allí, y miraron hacia Sodoma: y Abraham iba
con ellos acompañándolos. 18.17 Y
Jehová dijo: ¿Encubriré yo á Abraham lo que voy á hacer, 18.18
Habiendo de ser Abraham en una nación grande y fuerte, y habiendo de
ser benditas en él todas las gentes de la tierra? 18.19
Porque yo lo he conocido, sé que mandará á sus hijos y á su casa
después de sí, que guarden el camino de Jehová, haciendo justicia y
juicio, para que haga venir Jehová sobre Abraham lo que ha hablado
acerca de él. 18.20
Entonces Jehová le dijo: Por cuanto el clamor de Sodoma y Gomorra se
aumenta más y más, y el pecado de ellos se ha agravado en extremo, 18.21
Descenderé ahora, y veré si han consumado su obra según el clamor que
ha venido hasta mí; y si no, saberlo he. 18.22 Y
apartáronse de allí los varones, y fueron hacia Sodoma: mas Abraham
estaba aún delante de Jehová. 18.23 Y
acercóse Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío? 18.24
Quizá hay cincuenta justos dentro de la ciudad: ¿destruirás también y
no perdonarás al lugar por cincuenta justos que estén dentro de él? 18.25
Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío y que
sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El juez de toda la
tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo? 18.26
Entonces respondió Jehová: Si hallare en Sodoma cincuenta justos dentro
de la ciudad, perdonaré á todo este lugar por amor de ellos. 18.27 Y
Abraham replicó y dijo: He aquí ahora que he comenzado á hablar á mi
Señor, aunque soy polvo y ceniza: 18.28
Quizá faltarán de cincuenta justos cinco: ¿destruirás por aquellos
cinco toda la ciudad? Y dijo: No la destruiré, si hallare allí cuarenta
y cinco. 18.29 Y
volvió á hablarle, y dijo: Quizá se hallarán allí cuarenta. Y
respondió: No lo haré por amor de los cuarenta. 18.30
Y dijo: No se enoje ahora mi Señor, si hablare: quizá se hallarán allí
treinta. Y respondió: No lo haré si hallare allí treinta. 18.31
Y dijo: He aquí ahora que he emprendido el hablar á mi Señor: quizá se
hallarán allí veinte. No la destruiré, respondió, por amor de los
veinte. 18.32 Y
volvió á decir: No se enoje ahora mi Señor, si hablare solamente una
vez: quizá se hallarán allí diez. No la destruiré, respondió, por amor
de los diez. 18.33 Y
fuése Jehová, luego que acabó de hablar á Abraham: y Abraham se volvió
á su lugar. ▲19.1
LLEGARON, pues, los dos ángeles á Sodoma á la caída de la tarde: y Lot
estaba sentado á la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, levantóse á
recibirlos, é inclinóse hacia el suelo; 19.2
Y dijo: Ahora, pues, mis señores, os ruego que vengáis á casa de
vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies: y por la
mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino. Y ellos
respondieron: No, que en la plaza nos quedaremos esta noche. 19.3
Mas él porfió con ellos mucho, y se vinieron con él, y entraron en su
casa; é hízoles banquete, y coció panes sin levadura y comieron. 19.4
Y antes que se acostasen, cercaron la casa los hombres de la ciudad,
los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta
el más viejo; 19.5 Y
llamaron á Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los varones que vinieron á
ti esta noche? sácanoslos, para que los conozcamos. 19.6
Entonces Lot salió á ellos á la puerta, y cerró las puertas tras sí, 19.7 Y
dijo: Os ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. 19.8
He aquí ahora yo tengo dos hijas que no han conocido varón; os las
sacaré afuera, y haced de ellas como bien os pareciere: solamente á
estos varones no hagáis nada, pues que vinieron á la sombra de mi
tejado. 19.9 Y
ellos
respondieron: Quita allá: y añadieron: Vino éste aquí para habitar como
un extraño, ¿y habrá de erigirse en juez? Ahora te haremos más mal que
á ellos. Y hacían gran violencia al varón, á Lot, y se acercaron para
romper las puertas. 19.10
Entonces los varones alargaron la mano, y metieron á Lot en casa con
ellos, y cerraron las puertas. 19.11
Y á los hombres que estaban á la puerta de la casa desde el menor hasta
el mayor, hirieron con ceguera; mas ellos se fatigaban por hallar la
puerta. 19.12 Y
dijeron los varones á Lot: ¿Tienes aquí alguno más? Yernos, y tus hijos
y tus hijas, y todo lo que tienes en la ciudad, sácalo de este lugar: 19.13
Porque vamos á destruir este lugar, por cuanto el clamor de ellos ha
subido de punto delante de Jehová; por tanto Jehová nos ha enviado para
destruirlo. 19.14
Entonces salió Lot, y habló á sus yernos, los que habían de tomar sus
hijas, y les dijo: Levantaos, salid de este lugar; porque Jehová va á
destruir esta ciudad. Mas pareció á sus yernos como que se burlaba. 19.15
Y al rayar el alba, los ángeles daban prisa á Lot, diciendo: Levántate,
toma tu mujer, y tus dos hijas que se hallan aquí, porque no perezcas
en el castigo de la ciudad. 19.16
Y deteniéndose él, los varones asieron de su mano, y de la mano de su
mujer, y de las manos de sus dos hijas según la misericordia de Jehová
para con él; y le sacaron, y le pusieron fuera de la ciudad. 19.17
Y fué que cuando los hubo sacado fuera, dijo: Escapa por tu vida; no
mires tras ti, ni pares en toda esta llanura; escapa al monte, no sea
que perezcas. 19.18 Y Lot
les dijo: No, yo os ruego, señores míos; 19.19
He aquí ahora ha hallado tu siervo gracia en tus ojos, y has
engrandecido tu misericordia que has hecho conmigo dándome la vida; mas
yo no podré escapar al monte, no sea caso que me alcance el mal y muera. 19.20
He aquí ahora esta ciudad está cerca para huir allá, la cual es
pequeña; escaparé ahora allá, (¿no es ella pequeña?) y vivirá mi alma. 19.21 Y le
respondió: He aquí he recibido también tu súplica sobre esto, y no
destruiré la ciudad de que has hablado. 19.22
Date priesa, escápate allá; porque nada podré hacer hasta que allí
hayas llegado. Por esto fué llamado el nombre de la ciudad, Zoar. 19.23 El
sol salía sobre la tierra, cuando Lot llegó á Zoar. 19.24
Entonces llovió Jehová sobre Sodoma y sobre Gomorra azufre y fuego de
parte de Jehová desde los cielos; 19.25 Y
destruyó las ciudades, y toda aquella llanura, con todos los moradores
de aquellas ciudades, y el fruto de la tierra. 19.26
Entonces la mujer de Lot miró atrás, á espaldas de él, y se volvió
estatua de sal. 19.27 Y
subió Abraham por la mañana al lugar donde había estado delante de
Jehová: 19.28
Y miró hacia Sodoma y Gomorra, y hacia toda la tierra de aquella
llanura miró; y he aquí que el humo subía de la tierra como el humo de
un horno. 19.29 Así
fué que, cuando destruyó Dios las ciudades de la llanura, acordóse Dios
de Abraham, y envió fuera á Lot de en medio de la destrucción, al
asolar las ciudades donde Lot estaba. 19.30
Empero Lot subió de Zoar, y asentó en el monte, y sus dos hijas con él;
porque tuvo miedo de quedar en Zoar, y se alojó en una cueva él y sus
dos hijas. 19.31
Entonces la mayor dijo á la menor: Nuestro padre es viejo, y no queda
varón en la tierra que entre á nosotras conforme á la costumbre de toda
la tierra: 19.32 Ven,
demos á beber vino á nuestro padre, y durmamos con él, y conservaremos
de nuestro padre generación. 19.33
Y dieron á beber vino á su padre aquella noche: y entró la mayor, y
durmió con su padre; mas él no sintió cuándo se acostó ella, ni cuándo
se levantó. 19.34 El
día siguiente dijo la mayor á la menor: He aquí yo dormí la noche
pasada con mi padre; démosle á beber vino también esta noche, y entra y
duerme con él, para que conservemos de nuestro padre generación. 19.35
Y dieron á beber vino á su padre también aquella noche: y levantóse la
menor, y durmió con él; pero no echó de ver cuándo se acostó ella, ni
cuándo se levantó. 19.36 Y
concibieron las dos hijas de Lot, de su padre. 19.37 Y
parió la mayor un hijo, y llamó su nombre Moab, el cual es padre de los
Moabitas hasta hoy. 19.38 La
menor también parió un hijo, y llamó su nombre Ben-ammí, el cual es
padre de los Ammonitas hasta hoy. ▲20.1 DE allí partió Abraham á la
tierra del Mediodía, y asentó entre Cades y Shur, y habitó como
forastero en Gerar. 20.2 Y dijo
Abraham de Sara su mujer: Mi hermana es. Y Abimelech, rey de Gerar,
envió y tomó á Sara. 20.3
Empero Dios vino á Abimelech en sueños de noche, y le dijo: He aquí
muerto eres á causa de la mujer que has tomado, la cual es casada con
marido. 20.4 Mas
Abimelech no había llegado á ella, y dijo: Señor, ¿matarás también la
gente justa? 20.5
¿No me dijo él: Mi hermana es; y ella también dijo: Es mi hermano? Con
sencillez de mi corazón, y con limpieza de mis manos he hecho esto. 20.6
Y díjole Dios en sueños: Yo también sé que con integridad de tu corazón
has hecho esto; y yo también te detuve de pecar contra mí, y así no te
permití que la tocases. 20.7
Ahora, pues, vuelve la mujer á su marido; porque es profeta, y orará
por ti, y vivirás. Y si tú no la volvieres, sabe que de cierto morirás,
con todo lo que fuere tuyo. 20.8
Entonces Abimelech se levantó de mañana, y llamó á todos sus siervos, y
dijo todas estas palabras en los oídos de ellos; y temieron los hombres
en gran manera. 20.9
Después llamó Abimelech á Abraham y le dijo: ¿Qué nos has hecho? ¿y en
qué pequé yo contra ti, que has atraído sobre mí y sobre mi reino tan
gran pecado? lo que no debiste hacer has hecho conmigo. 20.10 Y
dijo más Abimelech á Abraham: ¿Qué viste para que hicieses esto? 20.11 Y
Abraham respondió: Porque dije para mí: Cierto no hay temor de Dios en
este Lugar, y me matarán por causa de mi mujer. 20.12 Y á
la verdad también es mi hermana, hija de mi padre, mas no hija de mi
madre, y toméla por mujer. 20.13
Y fue que, cuando Dios me hizo salir errante de la casa de mi padre, yo
le dije: Esta es la merced que tú me harás, que en todos los lugares
donde llegáremos, digas de mí: Mi hermano es. 20.14
Entonces Abimelech tomó ovejas y vacas, y siervos y siervas, y diólo á
Abraham, y devolvióle á Sara su mujer. 20.15 Y
dijo Abimelech: He aquí mi tierra está delante de ti, habita donde bien
te pareciere. 20.16
Y á Sara dijo: He aquí he dado mil monedas de plata á tu hermano; mira
que él te es por velo de ojos para todos los que están contigo, y para
con todos: así fué reprendida. 20.17
Entonces Abraham oró á Dios; y Dios sanó á Abimelech y á su mujer, y á
sus siervas, y parieron. 20.18
Porque había del todo cerrado Jehová toda matriz de la casa de
Abimelech, á causa de Sara mujer de Abraham. ▲21.1 Y VISITO Jehová á Sara,
como había dicho, é hizo Jehová con Sara como había hablado. 21.2 Y
concibió y parió Sara á Abraham un hijo en su vejez, en el tiempo que
Dios le había dicho. 21.3 Y
llamó Abraham el nombre de su hijo que le nació, que le parió Sara,
Isaac. 21.4 Y
circuncidó Abraham á su hijo Isaac de ocho días, como Dios le había
mandado. 21.5 Y era
Abraham de cien años, cuando le nació Isaac su hijo. 21.6
Entonces dijo Sara: Dios me ha hecho reir, y cualquiera que lo oyere,
se reirá conmigo. 21.7 Y
añadió: ¿Quién dijera á Abraham que Sara había de dar de mamar á hijos?
pues que le he parido un hijo á su vejez. 21.8 Y
creció el niño, y fué destetado; é hizo Abraham gran banquete el día
que fué destetado Isaac. 21.9 Y vió
Sara al hijo de Agar la Egipcia, el cual había ésta parido á Abraham,
que se burlaba. 21.10 Por
tanto dijo á Abraham: Echa á esta sierva y á su hijo; que el hijo de
esta sierva no ha de heredar con mi hijo, con Isaac. 21.11 Este
dicho pareció grave en gran manera á Abraham á causa de su hijo. 21.12
Entonces dijo Dios á Abraham: No te parezca grave á causa del muchacho
y de tu sierva; en todo lo que te dijere Sara, oye su voz, porque en
Isaac te será llamada descendencia. 21.13 Y
también al hijo de la sierva pondré en gente, porque es tu simiente. 21.14
Entonces Abraham se levantó muy de mañana, y tomó pan, y un odre de
agua, y diólo á Agar, poniéndolo sobre su hombro, y entrególe el
muchacho, y despidióla. Y ella partió, y andaba errante por el desierto
de Beer-seba. 21.15 Y
faltó el agua del odre, y echó al muchacho debajo de un árbol; 21.16
Y fuése y sentóse enfrente, alejándose como un tiro de arco; porque
decía: No veré cuando el muchacho morirá: y sentóse enfrente, y alzó su
voz y lloró. 21.17 Y
oyó Dios la voz del muchacho; y el ángel de Dios llamó á Agar desde el
cielo, y le dijo: ¿Qué tienes, Agar? No temas; porque Dios ha oído la
voz del muchacho en donde está. 21.18
Levántate, alza al muchacho, y ásele de tu mano, porque en gran gente
lo tengo de poner. 21.19
Entonces abrió Dios sus ojos, y vió una fuente de agua; y fué, y llenó
el odre de agua, y dió de beber al muchacho. 21.20 Y fué
Dios con el muchacho; y creció, y habitó en el desierto, y fué tirador
de arco. 21.21 Y
habitó en el desierto de Parán; y su madre le tomó mujer de la tierra
de Egipto. 21.22
Y aconteció en aquel mismo tiempo que habló Abimelech, y Phicol,
príncipe de su ejército, á Abraham diciendo: Dios es contigo en todo
cuanto haces. 21.23
Ahora pues, júrame aquí por Dios, que no faltarás á mí, ni á mi hijo,
ni á mi nieto; sino que conforme á la bondad que yo hice contigo, harás
tú conmigo y con la tierra donde has peregrinado. 21.24 Y
respondió Abraham: Yo juraré. 21.25 Y
Abraham reconvino á Abimelech á causa de un pozo de agua, que los
siervos de Abimelech le habían quitado. 21.26 Y
respondió Abimelech: No sé quién haya hecho esto, ni tampoco tú me lo
hiciste saber, ni yo lo he oído hasta hoy. 21.27 Y
tomó Abraham ovejas y vacas, y dió á Abimelech; é hicieron ambos
alianza. 21.28 Y
puso Abraham siete corderas del rebaño aparte. 21.29 Y
dijo Abimelech á Abraham: ¿Qué significan esas siete corderas que has
puesto aparte? 21.30 Y él
respondió: Que estas siete corderas tomarás de mi mano, para que me
sean en testimonio de que yo cavé este pozo. 21.31 Por
esto llamó á aquel lugar Beer-seba; porque allí juraron ambos. 21.32
Así hicieron alianza en Beer-seba: y levantóse Abimelech y Phicol,
príncipe de su ejército, y se volvieron á tierra de los Filisteos. 21.33 Y
plantó Abraham un bosque en Beer-seba, é invocó allí el nombre de
Jehová Dios eterno. 21.34 Y
moró Abraham en tierra de los Filisteos muchos días. ▲22.1 Y ACONTECIO después de
estas cosas, que tentó Dios á Abraham, y le dijo: Abraham. Y él
respondió: Heme aquí. 22.2
Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, á quien amas, y vete á
tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes
que yo te diré. 22.3
Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo
dos mozos suyos, y á Isaac su hijo: y cortó leña para el holocausto, y
levantóse, y fué al lugar que Dios le dijo. 22.4 Al
tercer día alzó Abraham sus ojos, y vió el lugar de lejos. 22.5
Entonces dijo Abraham á sus mozos: Esperaos aquí con el asno, y yo y el
muchacho iremos hasta allí, y adoraremos, y volveremos á vosotros. 22.6
Y tomó Abraham la leña del holocausto, y púsola sobre Isaac su hijo: y
él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. 22.7
Entonces habló Isaac á Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él
respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña;
mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? 22.8 Y
respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo
mío. E iban juntos. 22.9
Y como llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham
un altar, y compuso la leña, y ató á Isaac su hijo, y púsole en el
altar sobre la leña. 22.10 Y
extendió Abraham su mano, y tomó el cuchillo, para degollar á su hijo. 22.11
Entonces el ángel de Jehová le dió voces del cielo, y dijo: Abraham,
Abraham. Y él respondió: Heme aquí. 22.12
Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que
ya conozco que temes á Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único; 22.13
Entonces alzó Abraham sus ojos, y miró, y he aquí un carnero á sus
espaldas trabado en un zarzal por sus cuernos: y fué Abraham, y tomó el
carnero, y ofrecióle en holocausto en lugar de su hijo. 22.14 Y
llamó Abraham el nombre de aquel lugar, Jehová proveerá. Por tanto se
dice hoy: En el monte de Jehová será provisto. 22.15 Y
llamó el ángel de Jehová á Abraham segunda vez desde el cielo, 22.16 Y
dijo: Por mí mismo he jurado, dice Jehová, que por cuanto has hecho
esto, y no me has rehusado tu hijo, tu único; 22.17
Bendiciendo te bendeciré, y multiplicando multiplicaré tu simiente como
las estrellas del cielo, y como la arena que está á la orilla del mar;
y tu simiente poseerá las puertas de sus enemigos: 22.18 En tu
simiente serán benditas todas las gentes de la tierra, por cuanto
obedeciste á mi voz. 22.19 Y
tornóse Abraham á sus mozos, y levantáronse y se fueron juntos á
Beer-seba; y habitó Abraham en Beer-seba. 22.20
Y aconteció después de estas cosas, que fué dada nueva á Abraham,
diciendo: He aquí que también Milca ha parido hijos á Nachôr tu hermano: 22.21 A Huz
su primogénito, y á Buz su hermano, y á Kemuel padre de Aram. 22.22 Y á
Chêsed, y á Hazo, y á Pildas, y á Jidlaph, y á Bethuel. 22.23 Y
Bethuel engendró á Rebeca. Estos ocho parió Milca á Nachôr, hermano de
Abraham. 22.24 Y su
concubina, que se llamaba Reúma, parió también á Teba, y á Gaham, y á
Taas, y á Maachâ. ▲23.1 Y FUÉ la vida de Sara
ciento veintisiete años: tantos fueron los años de la vida de Sara. 23.2 Y
murió Sara en Kiriath-arba, que es Hebrón, en la tierra de Canaán: y
vino Abraham á hacer el duelo á Sara y á llorarla. 23.3 Y
levantóse Abraham de delante de su muerto, y habló á los hijos de Heth,
diciendo: 23.4
Peregrino y advenedizo soy entre vosotros; dadme heredad de sepultura
con vosotros, y sepultaré mi muerto de delante de mí. 23.5 Y
respondieron los hijos de Heth á Abraham, y dijéronle: 23.6
Oyenos, señor mío, eres un príncipe de Dios entre nosotros; en lo mejor
de nuestras sepulturas sepulta á tu muerto; ninguno de nosotros te
impedirá su sepultura, para que entierres tu muerto. 23.7 Y
Abraham se levantó, é inclinóse al pueblo de aquella tierra, á los
hijos de Heth; 23.8
Y habló con ellos, diciendo: Si tenéis voluntad que yo sepulte mi
muerto de delante de mí, oidme, é interceded por mí con Ephrón, hijo de
Zohar, 23.9 Para
que
me dé la cueva de Macpela, que tiene al cabo de su heredad: que por su
justo precio me la dé, para posesión de sepultura en medio de vosotros. 23.10
Este Ephrón hallábase entre los hijos de Heth: y respondió Ephrón
Hetheo á Abraham, en oídos de los hijos de Heth, de todos los que
entraban por la puerta de su ciudad, diciendo: 23.11
No, señor mío, óyeme: te doy la heredad, y te doy también la cueva que
está en ella; delante de los hijos de mi pueblo te la doy; sepulta tu
muerto. 23.12 Y
Abraham se inclinó delante del pueblo de la tierra. 23.13
Y respondió á Ephrón en oídos del pueblo de la tierra, diciendo: Antes,
si te place, ruégote que me oigas; yo daré el precio de la heredad,
tómalo de mí, y sepultaré en ella mi muerto. 23.14 Y
respondió Ephrón á Abraham, diciéndole: 23.15 Señor
mío, escúchame: la tierra vale cuatrocientos siclos de plata: ¿qué es
esto entre mí y ti? entierra pues tu muerto. 23.16
Entonces Abraham se convino con Ephrón, y pesó Abraham á Ephrón el
dinero que dijo, oyéndolo los hijos de Heth, cuatrocientos siclos de
plata, de buena ley entre mercaderes. 23.17
Y quedó la heredad de Ephrón que estaba en Macpela enfrente de Mamre,
la heredad y la cueva que estaba en ella, y todos los árboles que había
en la heredad, y en todo su término al derredor, 23.18 Por
de Abraham en posesión, á vista de los hijos de Heth, y de todos los
que entraban por la puerta de la ciudad. 23.19
Y después de esto sepultó Abraham á Sara su mujer en la cueva de la
heredad de Macpela enfrente de Mamre, que es Hebrón en la tierra de
Canaán. 23.20 Y
quedó la heredad y la cueva que en ella había, por de Abraham, en
posesión de sepultura adquirida de los hijos de Heth. ▲24.1 Y ABRAHAM era viejo, y bien
entrado en días; y Jehová había bendecido á Abraham en todo. 24.2
Y dijo Abraham á un criado suyo, el más viejo de su casa, que era el
que gobernaba en todo lo que tenía: Pon ahora tu mano debajo de mi
muslo, 24.3 Y te
juramentaré por Jehová, Dios de los cielos y Dios de la tierra, que no
has de tomar mujer para mi hijo de las hijas de los Cananeos, entre los
cuales yo habito; 24.4 Sino
que irás á mi tierra y á mi parentela, y tomarás mujer para mi hijo
Isaac. 24.5
Y el criado le respondió: Quizá la mujer no querrá venir en pos de mí á
esta tierra: ¿volveré, pues, tu hijo á la tierra de donde saliste? 24.6 Y
Abraham le dijo: Guárdate que no vuelvas á mi hijo allá. 24.7
Jehová, Dios de los cielos, que me tomó de la casa de mi padre y de la
tierra de mi parentela, y me habló y me juró, diciendo: A tu simiente
daré esta tierra; él enviará su ángel delante de ti, y tú tomarás de
allá mujer para mi hijo. 24.8 Y si
la mujer no quisiere venir en pos de ti, serás libre de este mi
juramento; solamente que no vuelvas allá á mi hijo. 24.9
Entonces el criado puso su mano debajo del muslo de Abraham su señor, y
juróle sobre este negocio. 24.10
Y el criado tomó diez camellos de los camellos de su señor, y fuése,
pues tenía á su disposición todos los bienes de su señor: y puesto en
camino, llegó á Mesopotamia, á la ciudad de Nachôr. 24.11
E hizo arrodillar los camellos fuera de la ciudad, junto á un pozo de
agua, á la hora de la tarde, á la hora en que salen las mozas por agua. 24.12
Y dijo: Jehová, Dios de mi señor Abraham, dame, te ruego, el tener hoy
buen encuentro, y haz misericordia con mi señor Abraham. 24.13 He
aquí yo estoy junto á la fuente de agua, y las hijas de los varones de
esta ciudad salen por agua: 24.14
Sea, pues, que la moza á quien yo dijere: Baja tu cántaro, te ruego,
para que yo beba; y ella respondiere: Bebe, y también daré de beber á
tus camellos: que sea ésta la que tú has destinado para tu siervo
Isaac; y en esto conoceré que habrás hecho misericordia con mi señor. 24.15
Y aconteció que antes que él acabase de hablar, he aquí Rebeca, que
había nacido á Bethuel, hijo de Milca, mujer de Nachôr hermano de
Abraham, la cual salía con su cántaro sobre su hombro. 24.16
Y la moza era de muy hermoso aspecto, virgen, á la que varón no había
conocido; la cual descendió á la fuente, y llenó su cántaro, y se
volvía. 24.17
Entonces el criado corrió hacia ella, y dijo: Ruégote que me des á
beber un poco de agua de tu cántaro. 24.18 Y
ella respondió: Bebe, señor mío: y dióse prisa á bajar su cántaro sobre
su mano, y le dió á beber. 24.19 Y
cuando acabó de darle á beber, dijo: También para tus camellos sacaré
agua, hasta que acaben de beber. 24.20 Y
dióse prisa, y vació su cántaro en la pila, y corrió otra vez al pozo
para sacar agua, y sacó para todos sus camellos. 24.21 Y el
hombre estaba maravillado de ella, callando, para saber si Jehová había
prosperado ó no su viaje. 24.22
Y fué que como los camellos acabaron de beber, presentóle el hombre un
pendiente de oro que pesaba medio siclo, y dos brazaletes que pesaban
diez: 24.23 Y
dijo: ¿De quién eres hija? Ruégote me digas, ¿hay lugar en casa de tu
padre donde posemos? 24.24 Y
ella respondió: Soy hija de Bethuel, hijo de Milca, el cual parió ella
á Nachôr. 24.25 Y
añadió: También hay en nuestra casa paja y mucho forraje, y lugar para
posar. 24.26 El
hombre entonces se inclinó, y adoró á Jehová. 24.27
Y dijo: Bendito sea Jehová, Dios de mi amo Abraham, que no apartó su
misericordia y su verdad de mi amo, guiándome Jehová en el camino á
casa de los hermanos de mi amo. 24.28 Y la
moza corrió, é hizo saber en casa de su madre estas cosas. 24.29 Y
Rebeca tenía un hermano que se llamaba Labán, el cual corrió afuera al
hombre, á la fuente; 24.30
Y fué que como vió el pendiente y los brazaletes en las manos de su
hermana, que decía, Así me habló aquel hombre; vino á él: y he aquí que
estaba junto á los camellos á la fuente. 24.31 Y
díjole: Ven, bendito de Jehová; ¿por qué estás fuera? yo he limpiado la
casa, y el lugar para los camellos. 24.32
Entonces el hombre vino á casa, y Labán desató los camellos; y dióles
paja y forraje, y agua para lavar los piés de él, y los piés de los
hombres que con él venían. 24.33 Y
pusiéronle delante qué comer; mas él dijo: No comeré hasta que haya
dicho mi mensaje. Y él le dijo: Habla. 24.34
Entonces dijo: Yo soy criado de Abraham; 24.35
Y Jehová ha bendecido mucho á mi amo, y él se ha engrandecido: y le ha
dado ovejas y vacas, plata y oro, siervos y siervas, camellos y asnos. 24.36 Y
Sara, mujer de mi amo, parió en su vejez un hijo á mi señor, quien le
ha dado todo cuanto tiene. 24.37 Y mi
amo me hizo jurar, diciendo: No tomarás mujer para mi hijo de las hijas
de los Cananeos, en cuya tierra habito; 24.38 Sino
que irás á la casa de mi padre, y á mi parentela, y tomarás mujer para
mi hijo. 24.39 Y yo
dije: Quizás la mujer no querrá seguirme. 24.40
Entonces él me respondió: Jehová, en cuya presencia he andado, enviará
su ángel contigo, y prosperará tu camino; y tomarás mujer para mi hijo
de mi linaje y de la casa de mi padre: 24.41
Entonces serás libre de mi juramento, cuando hubieres llegado á mi
linaje; y si no te la dieren, serás libre de mi juramento. 24.42
Llegué, pues, hoy á la fuente, y dije: Jehová, Dios de mi señor
Abraham, si tú prosperas ahora mi camino por el cual ando; 24.43
He aquí yo estoy junto á la fuente de agua; sea, pues, que la doncella
que saliere por agua, á la cual dijere: Dame á beber, te ruego, un poco
de agua de tu cántaro; 24.44
Y ella me respondiere, Bebe tú, y también para tus camellos sacaré
agua: ésta sea la mujer que destinó Jehová para el hijo de mi señor. 24.45
Y antes que acabase de hablar en mi corazón, he aquí Rebeca, que salía
con su cántaro sobre su hombro; y descendió á la fuente, y sacó agua; y
le dije: Ruégote que me des á beber. 24.46
Y prestamente bajó su cántaro de encima de sí, y dijo: Bebe, y también
á tus camellos daré á beber. Y bebí, y dió también de beber á mis
camellos. 24.47
Entonces preguntéle, y dije: ¿De quién eres hija? Y ella respondió:
Hija de Bethuel, hijo de Nachôr, que le parió Milca. Entonces púsele un
pendiente sobre su nariz, y brazaletes sobre sus manos: 24.48
E inclinéme, y adoré á Jehová, y bendije á Jehová, Dios de mi señor
Abraham, que me había guiado por camino de verdad para tomar la hija
del hermano de mi señor para su hijo. 24.49
Ahora pues, si vosotros hacéis misericordia y verdad con mi señor,
declarádmelo; y si no, declarádmelo; y echaré á la diestra ó á la
siniestra. 24.50
Entonces Labán y Bethuel respondieron y dijeron: De Jehová ha salido
esto; no podemos hablarte malo ni bueno. 24.51 He
ahí Rebeca delante de ti; tómala y vete, y sea mujer del hijo de tu
señor, como lo ha dicho Jehová. 24.52 Y
fué, que como el criado de Abraham oyó sus palabras, inclinóse á tierra
á Jehová. 24.53
Y sacó el criado vasos de plata y vasos de oro y vestidos, y dió á
Rebeca: también dió cosas preciosas á su hermano y á su madre. 24.54 Y
comieron y bebieron él y los varones que venían con él, y durmieron; y
levantándose de mañana, dijo: Enviadme á mi señor. 24.55
Entonces respondió su hermano y su madre: Espere la moza con nosotros á
lo menos diez días, y después irá. 24.56 Y él
les dijo: No me detengáis, pues que Jehová ha prosperado mi camino;
despachadme para que me vaya á mi señor. 24.57 Ellos
respondieron entonces: Llamemos la moza y preguntémosle. 24.58 Y
llamaron á Rebeca, y dijéronle: ¿Irás tú con este varón? Y ella
respondió: Sí, iré. 24.59
Entonces dejaron ir á Rebeca su hermana, y á su nodriza, y al criado de
Abraham y á sus hombres. 24.60
Y bendijeron á Rebeca, y dijéronle: Nuestra hermana eres; seas en
millares de millares, y tu generación posea la puerta de sus enemigos. 24.61
Levantóse entonces Rebeca y sus mozas, y subieron sobre los camellos, y
siguieron al hombre; y el criado tomó á Rebeca, y fuése. 24.62 Y
venía Isaac del pozo del Viviente que me ve; porque él habitaba en la
tierra del Mediodía; 24.63 Y
había salido Isaac á orar al campo, á la hora de la tarde; y alzando
sus ojos miró, y he aquí los camellos que venían. 24.64
Rebeca también alzó sus ojos, y vió á Isaac, y descendió del camello; 24.65
Porque había preguntado al criado: ¿Quién es este varón que viene por
el campo hacia nosotros? Y el siervo había respondido: Este es mi
señor. Ella entonces tomó el velo, y cubrióse. 24.66
Entonces el criado contó á Isaac todo lo que había hecho. 24.67
E introdújola Isaac á la tienda de su madre Sara, y tomó á Rebeca por
mujer; y amóla: y consolóse Isaac después de la muerte de su madre. ▲25.1 Y ABRAHAM tomó otra mujer,
cuyo nombre fué Cetura; 25.2 La
cual le parió á Zimram, y á Joksan, y á Medan, y á Midiam, y á Ishbak,
y á Sua. 25.3 Y
Joksan engendró á Seba, y á Dedán: é hijos de Dedán fueron Assurim, y
Letusim, y Leummim. 25.4 E
hijos de Midiam: Epha, y Epher, y Enech, y Abida, y Eldaa. Todos estos
fueron hijos de Cetura. 25.5 Y
Abraham dió todo cuanto tenía á Isaac. 25.6
Y á los hijos de sus concubinas dió Abraham dones, y enviólos de junto
Isaac su hijo, mientras él vivía, hacia el oriente, á la tierra
oriental. 25.7 Y
estos fueron los días de vida que vivió Abraham: ciento setenta y cinco
años. 25.8 Y
exhaló el espíritu, y murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de
días y fué unido á su pueblo. 25.9
Y sepultáronlo Isaac é Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la
heredad de Ephrón, hijo de Zoar Hetheo, que está enfrente de Mamre; 25.10
Heredad que compró Abraham de los hijos de Heth; allí fué Abraham
sepultado, y Sara su mujer. 25.11 Y
sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo á Isaac su hijo: y
habitó Isaac junto al pozo del Viviente que me ve. 25.12 Y
estas son las generaciones de Ismael, hijo de Abraham, que le parió
Agar Egipcia, sierva de Sara: 25.13
Estos, pues, son los nombres de los hijos de Ismael, por sus nombres,
por sus linajes: El primogénito de Ismael, Nabaioth; luego Cedar, y
Abdeel, y Mibsam, 25.14 Y
Misma, y Duma, y Massa, 25.15
Hadad, y Tema, y Jetur, y Naphis, y Cedema. 25.16 Estos
son los hijos de Ismael, y estos sus nombres por sus villas y por sus
campamentos; doce príncipes por sus familias. 25.17
Y estos fueron los años de la vida de Ismael, ciento treinta y siete
años: y exhaló el espíritu Ismael, y murió; y fué unido á su pueblo. 25.18
Y habitaron desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto
viniendo á Asiria; y murió en presencia de todos sus hermanos. 25.19 Y
estas son las generaciones de Isaac, hijo de Abraham. Abraham engendró
á Isaac: 25.20 Y era
Isaac de cuarenta años cuando tomó por mujer á Rebeca, hija de Bethuel
Arameo de Padan-aram, hermana de Labán Arameo. 25.21 Y oró
Isaac á Jehová por su mujer, que era estéril; y aceptólo Jehová, y
concibió Rebeca su mujer. 25.22 Y los
hijos se combatían dentro de ella; y dijo: Si es así ¿para qué vivo yo?
Y fue á consultar á Jehová. 25.23
Y respondióle Jehová: Dos gentes hay en tu seno, Y dos pueblos serán
divididos desde tus entrañas: Y el un pueblo será más fuerte que el
otro pueblo, Y el mayor servirá al menor. 25.24 Y
como se cumplieron sus días para parir, he aquí mellizos en su vientre. 25.25 Y
salió el primero rubio, y todo él velludo como una pelliza; y llamaron
su nombre Esaú. 25.26
Y después salió su hermano, trabada su mano al calcañar de Esaú: y fué
llamado su nombre Jacob. Y era Isaac de edad de sesenta años cuando
ella los parió. 25.27
Y crecieron los niños, y Esaú fué diestro en la caza, hombre del campo:
Jacob empero era varón quieto, que habitaba en tiendas. 25.28 Y amó
Isaac á Esaú, porque comía de su caza; mas Rebeca amaba á Jacob. 25.29 Y
guisó Jacob un potaje; y volviendo Esaú del campo cansado, 25.30 Dijo
á Jacob: Ruégote que me des á comer de eso bermejo, pues estoy muy
cansado. Por tanto fué llamado su nombre Edom. 25.31 Y
Jacob respondió: Véndeme en este día tu primogenitura. 25.32
Entonces dijo Esaú: He aquí yo me voy á morir; ¿para qué, pues, me
servirá la primogenitura? 25.33 Y
dijo Jacob: Júrame lo en este día. Y él le juró, y vendió á Jacob su
primogenitura. 25.34
Entonces Jacob dió á Esaú pan y del guisado de las lentejas; y él comió
y bebió, y levantóse, y fuése. Así menospreció Esaú la primogenitura. ▲26.1
Y HUBO hambre en la tierra, además de la primera hambre que fué en los
días de Abraham: y fuése Isaac á Abimelech rey de los Filisteos, en
Gerar. 26.2 Y
apareciósele Jehová, y díjole: No desciendas á Egipto: habita en la
tierra que yo te diré; 26.3
Habita en esta tierra, y seré contigo, y te bendeciré; porque á ti y á
tu simiente daré todas estas tierras, y confirmaré el juramento que
juré á Abraham tu padre: 26.4
Y multiplicaré tu simiente como las estrellas del cielo, y daré á tu
simiente todas estas tierras; y todas las gentes de la tierra serán
benditas en tu simiente. 26.5 Por
cuanto oyó Abraham mi voz, y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis
estatutos y mis leyes. 26.6
Habitó, pues, Isaac en Gerar. 26.7
Y los hombres de aquel lugar le preguntaron acerca de su mujer; y él
respondió: Es mi hermana; porque tuvo miedo de decir: Es mi mujer; que
tal vez, dijo, los hombres del lugar me matarían por causa de Rebeca;
porque era de hermoso aspecto. 26.8
Y sucedió que, después que él estuvo allí muchos días, Abimelech, rey
de los Filisteos, mirando por una ventana, vió á Isaac que jugaba con
Rebeca su mujer. 26.9
Y llamó Abimelech á Isaac, y dijo: He aquí ella es de cierto tu mujer:
¿cómo, pues, dijiste: Es mi hermana? E Isaac le respondió: Porque dije:
Quizá moriré por causa de ella. 26.10
Y Abimelech dijo: ¿Por qué nos has hecho esto? Por poco hubiera dormido
alguno del pueblo con tu mujer, y hubieras traído sobre nosotros el
pecado. 26.11
Entonces Abimelech mandó á todo el pueblo, diciendo: El que tocare á
este hombre ó á su mujer, de cierto morirá. 26.12 Y
sembró Isaac en aquella tierra, y halló aquel año ciento por uno: y
bendíjole Jehová. 26.13 Y el
varón se engrandeció, y fué adelantando y engrandeciéndose, hasta
hacerse muy poderoso: 26.14 Y
tuvo hato de ovejas, y hato de vacas, y grande apero; y los Filisteos
le tuvieron envidia. 26.15
Y todos los pozos que habían abierto, los criados de Abraham su padre
en sus días, los Filisteos los habían cegado y llenado de tierra. 26.16 Y
dijo Abimelech á Isaac: Apártate de nosotros, porque mucho más poderoso
que nosotros te has hecho. 26.17 E
Isaac se fué de allí; y asentó sus tiendas en el valle de Gerar, y
habitó allí. 26.18
Y volvió á abrir Isaac los pozos de agua que habían abierto en los días
de Abraham su padre, y que los Filisteos habían cegado, muerto Abraham;
y llamólos por los nombres que su padre los había llamado. 26.19 Y los
siervos de Isaac cavaron en el valle, y hallaron allí un pozo de aguas
vivas. 26.20
Y los pastores de Gerar riñeron con los pastores de Isaac, diciendo: El
agua es nuestra: por eso llamó el nombre del pozo Esek, porque habían
altercado con él. 26.21 Y
abrieron otro pozo, y también riñeron sobre él: y llamó su nombre
Sitnah. 26.22
Y apartóse de allí, y abrió otro pozo, y no riñeron sobre él: y llamó
su nombre Rehoboth, y dijo: Porque ahora nos ha hecho ensanchar Jehová
y fructificaremos en la tierra. 26.23 Y de
allí subió á Beer-seba. 26.24
Y apareciósele Jehová aquella noche, y dijo: Yo soy el Dios de Abraham
tu padre: no temas, que yo soy contigo, y yo te bendeciré, y
multiplicaré tu simiente por amor de Abraham mi siervo. 26.25 Y
edificó allí un altar, é invocó el nombre de Jehová, y tendió allí su
tienda: y abrieron allí los siervos de Isaac un pozo. 26.26 Y
Abimelech vino á él desde Gerar, y Ahuzzath, amigo suyo, y Phicol,
capitán de su ejército. 26.27 Y
díjoles Isaac: ¿Por qué venís á mí, pues que me habéis aborrecido, y me
echasteis de entre vosotros? 26.28
Y ellos respondieron: Hemos visto que Jehová es contigo; y dijimos:
Haya ahora juramento entre nosotros, entre nosotros y ti, y haremos
alianza contigo: 26.29
Que no nos hagas mal, como nosotros no te hemos tocado, y como
solamente te hemos hecho bien, y te enviamos en paz: tú ahora, bendito
de Jehová. 26.30
Entonces él les hizo banquete, y comieron y bebieron. 26.31 Y se
levantaron de madrugada, y juraron el uno al otro; é Isaac los
despidió, y ellos se partieron de él en paz. 26.32
Y en aquel día sucedió que vinieron los criados de Isaac, y diéronle
nuevas acerca del pozo que habían abierto, y le dijeron: Agua hemos
hallado. 26.33 Y
llamólo Seba: por cuya causa el nombre de aquella ciudad es Beer-seba
hasta este día. 26.34 Y
cuando Esaú fué de cuarenta años, tomó por mujer á Judith hija de Beeri
Hetheo, y á Basemat hija de Elón Hetheo: 26.35 Y
fueron amargura de espíritu á Isaac y á Rebeca. ▲27.1
Y ACONTECIO que cuando hubo Isaac envejecido, y sus ojos se ofuscaron
quedando sin vista, llamó á Esaú, su hijo el mayor, y díjole: Mi hijo.
Y él respondió: Heme aquí. 27.2 Y él
dijo: He aquí ya soy viejo, no sé el día de mi muerte: 27.3 Toma,
pues, ahora tus armas, tu aljaba y tu arco, y sal al campo, y cógeme
caza; 27.4 Y
hazme un guisado, como yo gusto, y tráeme lo, y comeré: para que te
bendiga mi alma antes que muera. 27.5 Y
Rebeca estaba oyendo, cuando hablaba Isaac á Esaú su hijo: y fuése Esaú
al campo para coger la caza que había de traer. 27.6
Entonces Rebeca habló á Jacob su hijo, diciendo: He aquí yo he oído á
tu padre que hablaba con Esaú tu hermano, diciendo: 27.7 Tráeme
caza, y hazme un guisado, para que coma, y te bendiga delante de Jehová
antes que yo muera. 27.8 Ahora
pues, hijo mío, obedece á mi voz en lo que te mando; 27.9 Ve
ahora al ganado, y tráeme de allí dos buenos cabritos de las cabras, y
haré de ellos viandas para tu padre, como él gusta; 27.10 Y tú
las llevarás á tu padre, y comerá, para que te bendiga antes de su
muerte. 27.11 Y
Jacob dijo á Rebeca su madre: He aquí Esaú mi hermano es hombre
velloso, y yo lampiño: 27.12 Quizá
me tentará mi padre, y me tendrá por burlador, y traeré sobre mí
maldición y no bendición. 27.13 Y su
madre respondió: Hijo mío, sobre mí tu maldición: solamente obedece á
mi voz, y ve y tráemelos. 27.14
Entonces él fué, y tomó, y trájolos á su madre: y su madre hizo
guisados, como su padre gustaba. 27.15 Y
tomó Rebeca los vestidos de Esaú su hijo mayor, los preciosos, que ella
tenía en casa, y vistió á Jacob su hijo menor: 27.16 E
hízole vestir sobre sus manos y sobre la cerviz donde no tenía vello,
las pieles de los cabritos de las cabras; 27.17 Y
entregó los guisados y el pan que había aderezado, en mano de Jacob su
hijo. 27.18 Y él
fué á su padre, y dijo: Padre mío: y él respondió: Heme aquí, ¿quién
eres, hijo mío? 27.19
Y Jacob dijo á su padre: Yo soy Esaú tu primogénito; he hecho como me
dijiste: levántate ahora, y siéntate, y come de mi caza, para que me
bendiga tu alma. 27.20
Entonces Isaac dijo á su hijo: ¿Cómo es que la hallaste tan presto,
hijo mío? Y él respondió: Porque Jehová tu Dios hizo que se encontrase
delante de mí. 27.21 E
Isaac dijo á Jacob: Acércate ahora, y te palparé, hijo mío, por si eres
mi hijo Esaú ó no. 27.22 Y
llegóse Jacob á su padre Isaac; y él le palpó, y dijo: La voz es la voz
de Jacob, mas las manos, las manos de Esaú. 27.23 Y no
le conoció, porque sus manos eran vellosas como las manos de Esaú: y le
bendijo. 27.24 Y
dijo: ¿Eres tú mi hijo Esaú? Y él respondió: Yo soy. 27.25
Y dijo: Acércamela, y comeré de la caza de mi hijo, para que te bendiga
mi alma; y él se la acercó, y comió: trájole también vino, y bebió. 27.26 Y
díjole Isaac su padre: Acércate ahora, y bésame, hijo mío. 27.27
Y él se llegó, y le besó; y olió Isaac el olor de sus vestidos, y le
bendijo, y dijo: Mira, el olor de mi hijo Como el olor del campo que
Jehová ha bendecido: 27.28 Dios,
pues, te dé del rocío del cielo, Y de las grosuras de la tierra, Y
abundancia de trigo y de mosto. 27.29
Sírvante pueblos, Y naciones se inclinen á ti: Sé señor de tus
hermanos, E inclínense á ti los hijos de tu madre: Malditos los que te
maldijeren, Y benditos los que te bendijeren. 27.30
Y aconteció, luego que hubo Isaac acabado de bendecir á Jacob, y apenas
había salido Jacob de delante de Isaac su padre, que Esaú su hermano
vino de su caza. 27.31
E hizo él también guisados, y trajo á su padre, y díjole: Levántese mi
padre, y coma de la caza de su hijo, para que me bendiga tu alma. 27.32
Entonces Isaac su padre le dijo: ¿Quién eres tú? Y él dijo: Yo soy tu
hijo, tu primogénito, Esaú. 27.33
Y Estremecióse Isaac con grande estremecimiento, y dijo: ¿Quién es el
que vino aquí, que cogió caza, y me trajo, y comí de todo antes que
vinieses? Yo le bendije, y será bendito. 27.34
Como Esaú oyó las palabras de su padre clamó con una muy grande y muy
amarga exclamación, y le dijo: Bendíceme también á mí, padre mío. 27.35 Y él
dijo: Vino tu hermano con engaño, y tomó tu bendición. 27.36
Y él respondió: Bien llamaron su nombre Jacob, que ya me ha engañado
dos veces; alzóse con mi primogenitura, y he aquí ahora ha tomado mi
bendición. Y dijo: ¿No has guardado bendición para mí? 27.37
Isaac respondió y dijo á Esaú: He aquí yo le he puesto por señor tuyo,
y le he dado por siervos á todos sus hermanos: de trigo y de vino le he
provisto: ¿qué, pues, te haré á ti ahora, hijo mío? 27.38
Y Esaú respondió á su padre: ¿No tienes más que una sola bendición,
padre mío? bendíceme también á mí, padre mío. Y alzó Esaú su voz, y
lloró. 27.39
Entonces
Isaac su padre habló y díjole: He aquí será tu habitación en grosuras
de la tierra, Y del rocío de los cielos de arriba; 27.40 Y por
tu espada vivirás, y á tu hermano servirás: Y sucederá cuando te
enseñorees, Que descargarás su yugo de tu cerviz. 27.41
Y aborreció Esaú á Jacob por la bendición con que le había bendecido, y
dijo en su corazón: Llegarán los días del luto de mi padre, y yo mataré
á Jacob mi hermano. 27.42
Y fueron dichas á Rebeca las palabras de Esaú su hijo mayor: y ella
envió y llamó á Jacob su hijo menor, y díjole: He aquí, Esaú tu hermano
se consuela acerca de ti con la idea de matarte. 27.43 Ahora
pues, hijo mío, obedece á mi voz; levántate, y húyete á Labán mi
hermano, á Harán. 27.44 Y
mora con él algunos días, hasta que el enojo de tu hermano se mitigue; 27.45
Hasta que se aplaque la ira de tu hermano contra ti, y se olvide de lo
que le has hecho: yo enviaré entonces, y te traeré de allá: ¿por qué
seré privada de vosotros ambos en un día? 27.46
Y dijo Rebeca á Isaac: Fastidio tengo de mi vida, á causa de las hijas
de Heth. Si Jacob toma mujer de las hijas de Heth, como éstas, de las
hijas de esta tierra, ¿para qué quiero la vida? ▲28.1 ENTONCES Isaac llamó á
Jacob, y bendíjolo, y mandóle diciendo: No tomes mujer de las hijas de
Canaán. 28.2
Levántate, ve á Padan-aram, á casa de Bethuel, padre de tu madre, y
toma allí mujer de las hijas de Labán, hermano de tu madre. 28.3 Y el
Dios omnipotente te bendiga y te haga fructificar, y te multiplique,
hasta venir á ser congregación de pueblos; 28.4
Y te dé la bendición de Abraham, y á tu simiente contigo, para que
heredes la tierra de tus peregrinaciones, que Dios dió á Abraham. 28.5
Así envió Isaac á Jacob, el cual fué á Padan-aram, á Labán, hijo de
Bethuel Arameo, hermano de Rebeca, madre de Jacob y de Esaú. 28.6
Y vió Esaú cómo Isaac había bendecido á Jacob, y le había enviado á
Padan-aram, para tomar para sí mujer de allí; y que cuando le bendijo,
le había mandado, diciendo: No tomarás mujer de las hijas de Canaán; 28.7 Y que
Jacob había obedecido á su padre y á su madre, y se había ido á
Padan-aram. 28.8 Vió
asimismo Esaú que las hijas de Canaán parecían mal á Isaac su padre; 28.9
Y fuése Esaú á Ismael, y tomó para sí por mujer á Mahaleth, hija de
Ismael, hijo de Abraham, hermana de Nabaioth, además de sus otras
mujeres. 28.10 Y
salió Jacob de Beer-seba, y fué á Harán; 28.11
Y encontró con un lugar, y durmió allí porque ya el sol se había
puesto: y tomó de las piedras de aquel paraje y puso á su cabecera, y
acostóse en aquel lugar. 28.12
Y soñó, y he aquí una escala que estaba apoyada en tierra, y su cabeza
tocaba en el cielo: y he aquí ángeles de Dios que subían y descendían
por ella. 28.13 Y he
aquí, Jehová estaba en lo alto de ella, el cual dijo: Yo soy Jehová, el
Dios de Abraham tu padre, y el Dios de Isaac: la tierra en que estás
acostado te la daré á ti y á tu simiente. 28.14
Y será tu simiente como el polvo de la tierra, y te extenderás al
occidente, y al oriente, y al aquilón, y al mediodía; y todas las
familias de la tierra serán benditas en ti y en tu simiente. 28.15
Y he aquí, yo soy contigo, y te guardaré por donde quiera que fueres, y
te volveré á esta tierra; porque no te dejaré hasta tanto que haya
hecho lo que te he dicho. 28.16 Y
despertó Jacob de su sueño dijo: Ciertamente Jehové está en este lugar,
y yo no lo sabía. 28.17 Y
tuvo miedo, y dijo: ¡Cuán terrible es este lugar! No es otra cosa que
casa de Dios, y puerta del cielo. 28.18
Y levantóse Jacob de mañana, y tomó la piedra que había puesto de
cabecera, y alzóla por título, y derramó aceite encima de ella. 28.19 Y
llamó el nombre de aquel lugar Beth-el, bien que Luz era el nombre de
la ciudad primero. 28.20
E hizo Jacob voto, diciendo: Si fuere Dios conmigo, y me guardare en
este viaje que voy, y me diere pan para comer y vestido para vestir, 28.21 Y si
tornare en paz á casa de mi padre, Jehová será mi Dios, 28.22 Y
esta piedra que he puesto por título, será casa de Dios: y de todo lo
que me dieres, el diezmo lo he de apartar para ti. ▲29.1 Y SIGUIO Jacob su camino, y
fué á la tierra de los orientales. 29.2
Y miró, y vió un pozo en el campo: y he aquí tres rebaños de ovejas que
yacían cerca de él; porque de aquel pozo abrevaban los ganados: y había
una gran piedra sobre la boca del pozo. 29.3
Y juntábanse allí todos los rebaños; y revolvían la piedra de sobre la
boca del pozo, y abrevaban las ovejas; y volvían la piedra sobre la
boca del pozo á su lugar. 29.4 Y
díjoles Jacob: Hermanos míos, ¿de dónde sois? Y ellos respondieron: De
Harán somos. 29.5 Y él
les dijo: ¿Conocéis á Labán, hijo de Nachôr? Y ellos dijeron: Sí, le
conocemos. 29.6 Y él
les dijo: ¿Tiene paz? Y ellos dijeron: Paz; y he aquí Rachêl su hija
viene con el ganado. 29.7 Y él
dijo: He aquí el día es aún grande; no es tiempo todavía de recoger el
ganado; abrevad las ovejas, é id á apacentarlas. 29.8
Y ellos respondieron: No podemos, hasta que se junten todos los
ganados, y remuevan la piedra de sobre la boca del pozo, para que
abrevemos las ovejas. 29.9
Estando aún él hablando con ellos Rachêl vino con el ganado de su
padre, porque ella era la pastora. 29.10
Y sucedió que, como Jacob vió á Rachêl, hija de Labán hermano de su
madre, y á las ovejas de Labán, el hermano de su madre, llegóse Jacob,
y removió la piedra de sobre la boca del pozo, y abrevó el ganado de
Labán hermano de su madre. 29.11 Y
Jacob besó á Rachêl, y alzó su voz, y lloró. 29.12 Y
Jacob dijo á Rachêl como él era hermano de su padre, y como era hijo de
Rebeca: y ella corrió, y dió las nuevas á su padre. 29.13
Y así que oyó Labán las nuevas de Jacob, hijo de su hermana, corrió á
recibirlo, y abrazólo, y besólo, y trájole á su casa: y él contó á
Labán todas estas cosas. 29.14 Y
Labán le dijo: Ciertamente hueso mío y carne mía eres. Y estuvo con él
el tiempo de un mes. 29.15
Entonces dijo Labán á Jacob: ¿Por ser tú mi hermano, me has de servir
de balde? declárame qué será tu salario. 29.16 Y
Labán tenía dos hijas: el nombre de la mayor era Lea, y el nombre de la
menor, Rachêl. 29.17 Y los
ojos de Lea eran tiernos, pero Rachêl era de lindo semblante y de
hermoso parecer. 29.18 Y
Jacob amó á Rachêl, y dijo: Yo te serviré siete años por Rachêl tu hija
menor. 29.19 Y
Labán respondió: Mejor es que te la dé á ti, que no que la dé á otro
hombre: estáte conmigo. 29.20 Así
sirvió Jacob por Rachêl siete años: y pareciéronle como pocos días,
porque la amaba. 29.21 Y
dijo Jacob á Labán: Dame mi mujer, porque mi tiempo es cumplido para
que cohabite con ella. 29.22
Entonces Labán juntó á todos los varones de aquel lugar, é hizo
banquete. 29.23 Y
sucedió que á la noche tomó á Lea su hija, y se la trajo: y él entró á
ella. 29.24 Y dió
Labán su sierva Zilpa á su hija Lea por criada. 29.25
Y venida la mañana, he aquí que era Lea: y él dijo á Labán: ¿Qué es
esto que me has hecho? ¿no te he servido por Rachêl? ¿por qué, pues, me
has engañado? 29.26 Y
Labán respondió: No se hace así en nuestro lugar, que se dé la menor
antes de la mayor. 29.27
Cumple la semana de ésta, y se te dará también la otra, por el servicio
que hicieres conmigo otros siete años. 29.28 E
hizo Jacob así, y cumplió la semana de aquélla: y él le dió á Rachêl su
hija por mujer. 29.29 Y dió
Labán á Rachêl su hija por criada á su sierva Bilha. 29.30 Y
entró también á Rachêl: y amóla también más que á Lea: y sirvió con él
aún otros siete años. 29.31 Y vió
Jehová que Lea era aborrecida, y abrió su matriz; pero Rachêl era
estéril. 29.32
Y concibió Lea, y parió un hijo, y llamó su nombre Rubén, porque dijo:
Ya que ha mirado Jehová mi aflicción; ahora por tanto me amará mi
marido. 29.33 Y
concibió otra vez, y parió un hijo, y dijo: Por cuanto oyó Jehová que
yo era aborrecida, me ha dado también éste. Y llamó su nombre Simeón. 29.34
Y concibió otra vez, y parió un hijo, y dijo: Ahora esta vez se unirá
mi marido conmigo, porque le he parido tres hijos: por tanto, llamó su
nombre Leví. 29.35 Y
concibió ota vez, y parió un hijo, y dijo: Esta vez alabaré á Jehová:
por esto llamó su nombre Judá: y dejó de parir. ▲30.1 Y VIENDO Rachêl que no daba
hijos á Jacob, tuvo envidia de su hermana, y decía á Jacob: Dame hijos,
ó si no, me muero. 30.2 Y
Jacob se enojaba contra Rachêl, y decía: ¿Soy yo en lugar de Dios, que
te impidió el fruto de tu vientre? 30.3 Y ella
dijo: He aquí mi sierva Bilha; entra á ella, y parirá sobre mis
rodillas, y yo también tendré hijos de ella. 30.4 Así le
dió á Bilha su sierva por mujer; y Jacob entró á ella. 30.5 Y
concibió Bilha, y parió á Jacob un hijo. 30.6 Y dijo
Rachêl: Juzgóme Dios, y también oyó mi voz, y dióme un hijo. Por tanto
llamó su nombre Dan. 30.7 Y
concibió otra vez Bilha, la sierva de Rachêl, y parió el hijo segundo á
Jacob. 30.8 Y dijo
Rachêl: Con luchas de Dios he contendido con mi hermana, y he vencido.
Y llamó su nombre Nephtalí. 30.9 Y
viendo Lea que había dejado de parir, tomó á Zilpa su sierva, y dióla á
Jacob por mujer. 30.10 Y
Zilpa, sierva de Lea, parió á Jacob un hijo. 30.11 Y
dijo Lea: Vino la ventura. Y llamó su nombre Gad. 30.12 Y
Zilpa, la sirva de Lea, parió otro hijo á Jacob. 30.13 Y
dijo Lea: Para dicha mía; porque las mujeres me dirán dichosa: y llamó
su nombre Aser. 30.14
Y fué Rubén en tiempo de la siega de los trigos, y halló mandrágoras en
el campo, y trájolas á Lea su madre: y dijo Rachêl á Lea: Ruégote que
me des de las mandrágoras de tu hijo. 30.15
Y ella respondió: ¿Es poco que hayas tomado mi marido, sino que también
te has de llevar las mandrágoras de mi hijo? Y dijo Rachêl: Pues
dormirá contigo esta noche por las mandrágoras de tu hijo. 30.16
Y cuando Jacob volvía del campo á la tarde, salió Lea á él, y le dijo:
A mí has de entrar, porque á la verdad te he alquilado por las
mandrágoras de mi hijo. Y durmió con ella aquella noche. 30.17 Y oyó
Dios á Lea: y concibió, y parió á Jacob el quinto hijo. 30.18 Y
dijo Lea: Dios me ha dado mi recompensa, por cuanto dí mi sierva á mi
marido: por eso llamó su nombre Issachâr. 30.19 Y
concibió Lea otra vez, y parió el sexto hijo á Jacob. 30.20
Y dijo Lea: Dios me ha dado una buena dote: ahora morará conmigo mi
marido, porque le he parido seis hijos: y llamó su nombre Zabulón. 30.21 Y
después parió una hija, y llamó su nombre Dina. 30.22 Y
acordóse Dios de Rachêl, y oyóla Dios, y abrió su matriz. 30.23 Y
concibió, y parió un hijo: y dijo: Quitado ha Dios mi afrenta: 30.24 Y
llamó su nombre José, diciendo: Añádame Jehová otro hijo. 30.25 Y
aconteció, cuando Rachêl hubo parido á José, que Jacob dijo á Labán:
Envíame, é iré á mi lugar, y á mi tierra. 30.26 Dame
mis mujeres y mis hijos, por las cuales he servido contigo, y déjame
ir; pues tú sabes los servicios que te he hecho. 30.27 Y
Labán le respondió: Halle yo ahora gracia en tus ojos, y quédate;
experimentado he que Jehová me ha bendecido por tu causa. 30.28 Y
dijo: Señálame tu salario, que yo lo daré. 30.29 Y él
respondió: Tú sabes cómo te he servido, y cómo ha estado tu ganado
conmigo; 30.30
Porque poco tenías antes de mi venida, y ha crecido en gran número; y
Jehová te ha bendecido con mi llegada: y ahora ¿cuándo tengo de hacer
yo también por mi propia casa? 30.31 Y él
dijo: ¿Qué te daré? Y respondió Jacob: No me des nada: si hicieres por
mí esto, volveré á apacentar tus ovejas. 30.32
Yo pasaré hoy por todas tus ovejas, poniendo aparte todas las reses
manchadas y de color vario, y todas las reses de color oscuro entre las
ovejas, y las manchadas y de color vario entre las cabras; y esto será
mi salario. 30.33 Así
responderá por mí mi justicia mañana cuando me viniere mi salario
delante de ti: toda la que no fuere pintada ni manchada en las cabras y
de color oscuro en las ovejas mías, se me ha de tener por de hurto. 30.34 Y
dijo Labán: Mira, ojalá fuese como tú dices. 30.35
Y apartó aquel día los machos de cabrío rayados y manchados; y todas
las cabras manchadas y de color vario, y toda res que tenía en sí algo
de blanco, y todas las de color oscuro entre las ovejas, y púsolas en
manos de sus hijos; 30.36 Y
puso tres días de camino entre sí y Jacob: y Jacob apacentaba las otras
ovejas de Labán. 30.37
Y tomóse Jacob varas de álamo verdes, y de avellano, y de castaño, y
descortezó en ellas mondaduras blancas, descubriendo así lo blanco de
las varas. 30.38 Y
puso las varas que había mondado en las pilas, delante del ganado, en
los abrevaderos del agua donde venían á beber las ovejas, las cuales se
recalentaban viniendo á beber. 30.39 Y
concebían las ovejas delante de las varas, y parían borregos listados,
pintados y salpicados de diversos colores. 30.40
Y apartaba Jacob los corderos, y poníalos con su rebaño, los listados,
y todo lo que era oscuro en el hato de Labán. Y ponía su hato aparte, y
no lo ponía con las ovejas de Labán. 30.41
Y sucedía que cuantas veces se recalentaban las tempranas, Jacob ponía
las varas delante de las ovejas en las pilas, para que concibiesen á la
vista de las varas. 30.42 Y
cuando venían las ovejas tardías, no las ponía: así eran las tardías
para Labán, y las tempranas para Jacob. 30.43 Y
acreció el varón muy mucho, y tuvo muchas ovejas, y siervas y siervos,
y camellos y asnos. ▲31.1
Y OIA él las palabras de los hijos de Labán que decían: Jacob ha tomado
todo lo que era de nuestro padre; y de lo que era de nuestro padre ha
adquirido toda esta grandeza. 31.2 Miraba
también Jacob el semblante de Labán, y veía que no era para con él como
ayer y antes de ayer. 31.3
También Jehová dijo á Jacob: Vuélvete á la tierra de tus padres, y á tu
parentela; que yo seré contigo. 31.4 Y
envió Jacob, y llamó á Rachêl y á Lea al campo á sus ovejas, 31.5
Y díjoles: Veo que el semblante de vuestro padre no es para conmigo
como ayer y antes de ayer: mas el Dios de mi padre ha sido conmigo. 31.6 Y
vosotras sabéis que con todas mis fuerzas he servido á vuestro padre: 31.7 Y
vuestro padre me ha engañado, y me ha mudado el salario diez veces:
pero Dios no le ha permitido que me hiciese mal. 31.8
Si él decía así: Los pintados serán tu salario; entonces todas las
ovejas parían pintados: y si decía así: Los listados serán tu salario;
entonces todas las ovejas parían listados. 31.9 Así
quitó Dios el ganado de vuestro padre, y diómelo á mí. 31.10
Y sucedió que al tiempo que las ovejas se recalentaban, alcé yo mis
ojos y vi en sueños, y he aquí los machos que cubrían á las hembras
eran listados, pintados y abigarrados. 31.11 Y
díjome el ángel de Dios en sueños: Jacob. Y yo dije: Heme aquí. 31.12
Y él dijo: Alza ahora tus ojos, y verás todos los machos que cubren á
las ovejas listados, pintados y abigarrados; porque yo he visto todo lo
que Labán te ha hecho. 31.13
Yo soy el Dios de Beth-el, donde tú ungiste el título, y donde me
hiciste un voto. Levántate ahora, y sal de esta tierra, y vuélvete á la
tierra de tu naturaleza. 31.14 Y
respondió Rachêl y Lea, y dijéronle: ¿Tenemos ya parte ni heredad en la
casa de nuestro padre? 31.15 ¿No
nos tiene ya como por extrañas, pues que nos vendió, y aun se ha comido
del todo nuestro precio? 31.16
Porque toda la riqueza que Dios ha quitado á nuestro padre, nuestra es
y de nuestros hijos: ahora pues, haz todo lo que Dios te ha dicho. 31.17
Entonces se levantó Jacob, y subió sus hijos y sus mujeres sobre los
camellos. 31.18
Y puso en camino todo su ganado, y toda su hacienda que había
adquirido, el ganado de su ganancia que había obtenido en Padan-aram,
para volverse á Isaac su padre en la tierra de Canaán. 31.19 Y
Labán había ido á trasquilar sus ovejas: y Rachêl hurtó los ídolos de
su padre. 31.20 Y
recató Jacob el corazón de Labán Arameo, en no hacerle saber que se
huía. 31.21 Huyó,
pues, con todo lo que tenía; y levantóse, y pasó el río, y puso su
rostro al monte de Galaad. 31.22 Y fué
dicho á Labán al tercero día como Jacob se había huído. 31.23
Entonces tomó á sus hermanos consigo, y fué tras él camino de siete
días, y alcanzóle en el monte de Galaad. 31.24 Y
vino Dios á Labán Arameo en sueños aquella noche, y le dijo: Guárdate
que no hables á Jacob descomedidamente. 31.25
Alcanzó pues Labán á Jacob, y éste había fijado su tienda en el monte:
y Labán plantó la con sus hermanos en el monte de Galaad. 31.26 Y
dijo Labán á Jacob: ¿Qué has hecho, que me hurtaste el corazón, y has
traído á mis hijas como prisioneras de guerra? 31.27
¿Por qué te escondiste para huir, y me hurtaste, y no me diste noticia,
para que yo te enviara con alegría y con cantares, con tamborín y
vihuela? 31.28 Que
aun no me dejaste besar mis hijos y mis hijas. Ahora locamente has
hecho. 31.29
Poder hay en mi mano para haceros mal: mas el Dios de vuestro padre me
habló anoche diciendo: Guárdate que no hables á Jacob descomedidamente. 31.30 Y ya
que te ibas, porque tenías deseo de la casa de tu padre, ¿por qué me
hurtaste mis dioses? 31.31 Y
Jacob respondió, y dijo á Labán: Porque tuve miedo; pues dije, que
quizás me quitarías por fuerza tus hijas. 31.32
En quien hallares tus dioses, no viva: delante de nuestros hermanos
reconoce lo que yo tuviere tuyo, y llévatelo. Jacob no sabía que Rachêl
los había hurtado. 31.33
Y entró Labán en la tienda de Jacob, y en la tienda de Lea, y en la
tienda de las dos siervas, y no los halló, y salió de la tienda de Lea,
y vino á la tienda de Rachêl. 31.34
Y tomó Rachêl los ídolos, y púsolos en una albarda de un camello, y
sentóse sobre ellos: y tentó Labán toda la tienda y no los halló. 31.35
Y ella dijo á su padre: No se enoje mi señor, porque no me puedo
levantar delante de ti; pues estoy con la costumbre de las mujeres. Y
él buscó, pero no halló los ídolos. 31.36
Entonces Jacob se enojó, y regañó con Labán; y respondió Jacob y dijo á
Labán: ¿Qué prevaricación es la mía? ¿cuál es mi pecado, que con tanto
ardor has venido en seguimiento mío? 31.37
Pues que has tentado todos mis muebles, ¿qué has hallado de todas las
alhajas de tu casa? Ponlo aquí denlante de mis hermanos y tuyos, y
juzguen entre nosotros ambos. 31.38 Estos
veinte años he estado contigo: tus ovejas y tus cabras nunca abortaron,
ni yo comí carnero de tus ovejas. 31.39 Nunca
te traje lo arrebatado por las fieras; yo pagaba el daño; lo hurtado
así de día como de noche, de mi mano lo requerías. 31.40 De
día me consumía el calor, y de noche la helada, y el sueño se huía de
mis ojos. 31.41
Así he estado veinte años en tu casa: catorce años te serví por tus dos
hijas, y seis años por tu ganado; y has mudado mi salario diez veces. 31.42
Si el Dios de mi padre, el Dios de Abraham, y el temor de Isaac, no
fuera conmigo, de cierto me enviarías ahora vacío: vió Dios mi
aflicción y el trabajo de mis manos, y reprendióte anoche. 31.43
Y respondió Labán, y dijo á Jacob: Las hijas son hijas mías, y los
hijos, hijos míos son, y las ovejas son mis ovejas, y todo lo que tú
ves es mío: ¿y que puedo yo hacer hoy á estas mis hijas, ó á sus hijos
que ellas han parido? 31.44 Ven
pues ahora, hagamos alianza yo y tú; y sea en testimonio entre mí y
entre ti. 31.45
Entonces Jacob tomó una piedra, y levantóla por título. 31.46 Y
dijo Jacob á sus hermanos: Coged piedras. Y tomaron piedras é hicieron
un majano; y comieron allí sobre aquel majano. 31.47 Y
llamólo Labán Jegar Sahadutha: y lo llamó Jacob Galaad. 31.48
Porque Labán dijo: Este majano es testigo hoy entre mí y entre ti; por
eso fué llamado su nombre Galaad. 31.49 Y
Mizpa, por cuanto dijo: Atalaye Jehová entre mí y entre ti, cuando nos
apartáremos el uno del otro. 31.50
Si afligieres mis hijas, ó si tomares otras mujeres además de mis
hijas, nadie está con nosotros; mira, Dios es testigo entre mí y entre
ti. 31.51 Dijo
más Labán á Jacob: He aquí este majano, y he aquí este título, que he
erigido entre mí y ti. 31.52
Testigo sea este majano, y testigo sea este título, que ni yo pasaré
contra ti este majano, ni tú pasarás contra mí este majano ni este
título, para mal. 31.53
El Dios de Abraham, y el Dios de Nachôr juzgue entre nosotros, el Dios
de sus padres. Y Jacob juró por el temor de Isaac su padre. 31.54
Entonces Jacob inmoló víctimas en el monte, y llamó á sus hermanos á
comer pan: y comieron pan, y durmieron aquella noche en el monte. 31.55 Y
levantóse Labán de mañana, y besó sus hijos y sus hijas, y los bendijo;
y retrocedió y volvióso á su lugar. ▲32.1 Y JACOB se fué su camino, y
saliéronle al encuentro ángeles de Dios. 32.2 Y dijo
Jacob cuando los vió: El campo de Dios es este: y llamó el nombre de
aquel lugar Mahanaim. 32.3 Y
envió Jacob mensajeros delante de sí á Esaú su hermano, á la tierra de
Seir, campo de Edom. 32.4 Y
mandóles diciendo: Así diréis á mí señor Esaú: Así dice tu siervo
Jacob: Con Labán he morado, y detenídome hasta ahora; 32.5 Y
tengo vacas, y asnos, y ovejas, y siervos y siervas; y envío á decirlo
á mi señor, por hallar gracia en tus ojos. 32.6
Y los mensajeros volvieron á Jacob, diciendo: Vinimos á tu hermano
Esaú, y él también vino á recibirte, y cuatrocientos hombres con él. 32.7
Entonces Jacob tuvo gran temor, y angustióse; y partió el pueblo que
tenía consigo, y las ovejas y las vacas y los camellos, en dos
cuadrillas; 32.8 Y
dijo: Si viniere Esaú á la una cuadrilla y la hiriere, la otra
cuadrilla escapará. 32.9
Y dijo Jacob: Dios de mi padre Abraham, y Dios de mi padre Isaac,
Jehová, que me dijiste: Vuélvete á tu tierra y á tu parentela, y yo te
haré bien. 32.10
Menor soy que todas las misericordias, y que toda la verdad que has
usado para con tu siervo; que con mi bordón pasé este Jordán, y ahora
estoy sobre dos cuadrillas. 32.11
Líbrame ahora de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque le
temo; no venga quizá, y me hiera la madre con los hijos. 32.12 Y tú
has dicho: Yo te haré bien, y pondré tu simiente como la arena del mar,
que no se puede contar por la multitud. 32.13 Y
durmió allí aquella noche, y tomó de lo que le vino á la mano un
presente para su hermano Esaú. 32.14
Doscientas cabras y veinte machos de cabrío, doscientas ovejas y veinte
carneros, 32.15
Treinta camellas paridas, con sus hijos, cuarenta vacas y diez
novillos, veinte asnas y diez borricos. 32.16
Y entrególo en mano de sus siervos, cada manada de por sí; y dijo á sus
siervos: Pasad delante de mí, y poned espacio entre manada y manada. 32.17
Y mandó al primero, diciendo: Si Esaú mi hermano te encontrare, y te
preguntare, diciendo ¿De quién eres? ¿y adónde vas? ¿y para quién es
esto que llevas delante de ti? 32.18
Entonces dirás: Presente es de tu siervo Jacob, que envía á mi señor
Esaú; y he aquí también él viene tras nosotros. 32.19
Y mandó también al segundo, y al tercero, y á todos los que iban tras
aquellas manadas, diciendo: Conforme á esto hablaréis á Esaú, cuando le
hallareis. 32.20 Y
diréis también: He aquí tu siervo Jacob viene tras nosotros. Porque
dijo: Apaciguaré su ira con el presente que va delante de mí, y después
veré su rostro: quizá le seré acepto. 32.21 Y
pasó el presente delante de él; y él durmió aquella noche en el
campamento. 32.22 Y
levantóse aquella noche, y tomó sus dos mujeres, y sus dos siervas, y
sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc. 32.23
Tomólos pues, y pasólos el arroyo, é hizo pasar lo que tenía. 32.24 Y
quedóse Jacob solo, y luchó con él un varón hasta que rayaba el alba. 32.25
Y como vió que no podía con él, tocó en el sitio del encaje de su
muslo, y descoyuntóse el muslo de Jacob mientras con él luchaba. 32.26 Y
dijo: Déjame, que raya el alba. Y él dijo: No te dejaré, si no me
bendices. 32.27 Y él
le dijo: ¿Cuál es tu nombre? Y él respondió: Jacob. 32.28 Y él
dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel: porque has peleado
con Dios y con los hombres, y has vencido. 32.29
Entonces Jacob le preguntó, y dijo: Declárame ahora tu nombre. Y él
respondió: ¿Por qué preguntas por mi nombre? Y bendíjolo allí. 32.30 Y
llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel: porque vi á Dios cara á
cara, y fué librada mi alma. 32.31 Y
salióle el sol pasado que hubo á Peniel; y cojeaba de su anca. 32.32
Por esto no comen los hijos de Israel, hasta hoy día, del tendón que se
contrajo, el cual está en el encaje del muslo: porque tocó á Jacob este
sitio de su muslo en el tendón que se contrajo. ▲33.1
Y ALZANDO Jacob sus ojos miró, y he aquí venía Esaú, y los
cuatrocientos hombres con él: entonces repartió él los niños entre Lea
y Rachêl y las dos siervas. 33.2 Y puso
las siervas y sus niños delante; luego á Lea y á sus niños; y á Rachêl
y á José los postreros. 33.3 Y él
pasó delante de ellos, é inclinóse á tierra siete veces, hasta que
llegó á su hermano. 33.4 Y Esaú
corrió á su encuentro, y abrazóle, y echóse sobre su cuello, y le besó;
y lloraron. 33.5
Y alzó sus ojos, y vió las mujeres y los niños, y dijo: ¿Qué te tocan
éstos? Y él respondió: Son los niños que Dios ha dado á tu siervo. 33.6 Y se
llegaron las siervas, ellas y sus niños, é inclináronse. 33.7 Y
llegóse Lea con sus niños, é inclináronse: y después llegó José y
Rachêl, y también se inclinaron. 33.8
Y él dijo: ¿Qué te propones con todas estas cuadrillas que he
encontrado? Y él respondió: El hallar gracia en los ojos de mi señor. 33.9 Y dijo
Esaú: Harto tengo yo, hermano mío: sea para ti lo que es tuyo. 33.10
Y dijo Jacob: No, yo te ruego, si he hallado ahora gracia en tus ojos,
toma mi presente de mi mano, pues que así he visto tu rostro, como si
hubiera visto el rostro de Dios; y hazme placer. 33.11
Toma, te ruego, mi dádiva que te es traída; porque Dios me ha hecho
merced, y todo lo que hay aquí es mío. Y porfió con él, y tomóla. 33.12 Y
dijo: Anda, y vamos; y yo iré delante de ti. 33.13
Y él le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que tengo
ovejas y vacas paridas; y si las fatigan, en un día morirán todas las
ovejas. 33.14 Pase
ahora mi señor delante de su siervo, y yo me iré poco á poco al paso de
la hacienda que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que
llegue á mi señor á Seir. 33.15
Y Esaú dijo: Dejaré ahora contigo de la gente que viene conmigo. Y él
dijo: ¿Para qué esto? halle yo gracia en los ojos de mi señor. 33.16 Así
se volvió Esaú aquel día por su camino á Seir. 33.17
Y Jacob se partió á Succoth, y edificó allí casa para sí, é hizo
cabañas para su ganado: por tanto llamó el nombre de aquel lugar
Succoth. 33.18 Y
vino
Jacob sano á la ciudad de Sichêm, que está en la tierra de Canaán,
cuando venía de Padan-aram; y acampó delante de la ciudad. 33.19
Y compró una parte del campo, donde tendió su tienda, de mano de los
hijos de Hamor, padre de Sichêm, por cien piezas de moneda. 33.20 Y
erigió allí un altar, y llamóle: El Dios de Israel. ▲34.1 Y SALIO Dina la hija de
Lea, la cual había ésta parido á Jacob, á ver las hijas del país. 34.2 Y
vióla Sichêm, hijo de Hamor Heveo, príncipe de aquella tierra, y
tomóla, y echóse con ella, y la deshonró. 34.3 Mas su
alma se apegó á Dina la hija de Lea, y enamoróse de la moza, y habló al
corazón de la joven. 34.4 Y
habló Sichêm á Hamor su padre, diciendo: Tómame por mujer esta moza. 34.5
Y oyó Jacob que había Sichêm amancillado á Dina su hija: y estando sus
hijos con su ganando en el campo, calló Jacob hasta que ellos viniesen. 34.6 Y
dirigióse Hamor padre de Sichêm á Jacob, para hablar con él. 34.7
Y los hijos de Jacob vinieron del campo cuando lo supieron; y se
entristecieron los varones, y se ensañaron mucho, porque hizo vileza en
Israel echándose con la hija de Jacob, lo que no se debía haber hecho. 34.8 Y
Hamor habló con ellos, diciendo: El alma de mi hijo Sichêm se ha
apegado á vuestra hija; ruégoos que se la deis por mujer. 34.9 Y
emparentad con nosotros; dadnos vuestras hijas, y tomad vosotros las
nuestras. 34.10 Y
habitad con nostros; porque la tierra estará delante de vosotros; morad
y negociad en ella, y tomad en ella posesión. 34.11
Sichêm también dijo á su padre y á sus hermanos: Halle yo gracia en
vuestros ojos, y daré lo que me dijereis. 34.12
Aumentad á cargo mío mucho dote y dones, que yo daré cuanto me
dijereis, y dadme la moza por mujer. 34.13
Y respondieron los hijos de Jacob á Sichêm y á Hamor su padre con
engaño; y parlaron, por cuanto había amancillado á Dina su hermana. 34.14 Y
dijéronles: No podemos hacer esto de dar nuestra hermana á hombre que
tiene prepucio; porque entre nosotros es abominación. 34.15 Mas
con esta condición os haremos placer: si habéis de ser como nosotros,
que se circuncide entre vosotros todo varón; 34.16
Entonces os daremos nuestras hijas, y tomaremos nosotros las vuestras;
y habitaremos con vosotros, y seremos un pueblo. 34.17 Mas
si no nos prestareis oído para circuncidaros, tomaremos nuestra hija, y
nos iremos. 34.18 Y
parecieron bien sus palabras á Hamor y á Sichêm, hijo de Hamor. 34.19
Y no dilató el mozo hacer aquello, porque la hija de Jacob le había
agradado: y él era el más honrado de toda la casa de su padre. 34.20
Entonces Hamor y Sichêm su hijo vinieron á la puerta de su ciudad, y
hablaron á los varones de su ciudad, diciendo: 34.21
Estos varones son pacíficos con nosotros, y habitarán en el país, y
traficarán en él: pues he aquí la tierra es bastante ancha para ellos:
nosotros tomaremos sus hijas por mujeres, y les daremos las nuestras. 34.22
Mas con esta condición nos harán estos hombres el placer de habitar con
nosotros, para que seamos un pueblo: si se circuncidare en nosotros
todo varón, así como ellos son circuncidados. 34.23 Sus
ganados, y su hacienda y todas sus bestias, serán nuestras: solamente
convengamos con ellos, y habitarán con nosotros. 34.24
Y obedecieron á Hamor y á Sichêm su hijo todos los que salían por la
puerta de la ciudad, y circuncidaron á todo varón, á cuantos salían por
la puerta de su ciudad. 34.25
Y sucedió que al tercer día, cuando sentían ellos el mayor dolor, los
dos hijos de Jacob, Simeón y Leví, hermanos de Dina, tomaron cada uno
su espada, y vinieron contra la ciudad animosamente, y mataron á todo
varón. 34.26 Y á
Hamor y á Sichêm su hijo los mataron á filo de espada: y tomaron á Dina
de casa de Sichêm, y saliéronse. 34.27 Y los
hijos de Jacob vinieron á los muertos y saquearon la ciudad; por cuanto
habían amancillado á su hermana. 34.28
Tomaron sus ovejas y vacas y sus asnos, y lo que había en la ciudad y
en el campo, 34.29 Y
toda su hacienda; se llevaron cautivos á todos sus niños y sus mujeres,
y robaron todo lo que había en casa. 34.30
Entonces dijo Jacob á Simeón y á Leví: Habéisme turbado con hacerme
abominable á los moradores de aquesta tierra, el Cananeo y el Pherezeo;
y teniendo yo pocos hombres, juntarse han contra mí, y me herirán, y
seré destruido yo y mi casa. 34.31 Y
ellos respondieron ¿Había él de tratar á nuestra hermana como á una
ramera? ▲35.1
Y DIJO Dios á Jacob: Levántate, sube á Beth-el, y estáte allí; y haz
allí un altar al Dios que te apareció cuando huías de tu hermano Esaú. 35.2
Entonces Jacob dijo á su familia y á todos los que con él estaban:
Quitad los dioses ajenos que hay entre vosotros, y limpiaos, y mudad
vuestros vestidos. 35.3
Y levantémonos, y subamos á Beth-el; y haré allí altar al Dios que me
respondió en el día de mi angustia, y ha sido conmigo en el camino que
he andado. 35.4 Así
dieron á Jacob todos los dioses ajenos que había en poder de ellos, y
los zarzillos que estaban en sus orejas; y Jacob los escondió debajo de
una encina, que estaba junto á Sichêm. 35.5
Y partiéronse, y el terror de Dios fué sobre las ciudades que había en
sus alrededores, y no siguieron tras los hijos de Jacob. 35.6 Y
llegó Jacob á Luz, que está en tierra de Canaán, (esta es Beth-el) él y
todo el pueblo que con él estaba; 35.7 Y
edificó allí un altar, y llamó el lugar El-Beth-el, porque allí le
había aparecido Dios, cuando huía de su hermano. 35.8
Entonces murió Débora, ama de Rebeca, y fue sepultada á las raíces de
Beth-el, debajo de una encina: y llamóse su nombre Allon-Bacuth. 35.9 Y
aparecióse otra vez Dios á Jacob, cuando se había vuelto de Padan-aram,
y bendíjole. 35.10 Y
díjole Dios: Tu nombre es Jacob; no se llamará más tu nombre Jacob,
sino Israel será tu nombre: y llamó su nombre Israel. 35.11
Y díjole Dios: Yo soy el Dios Omnipotente: crece y multiplícate; una
nación y conjunto de naciones procederá de ti, y reyes saldrán de tus
lomos: 35.12 Y la
tierra que yo he dado á Abraham y á Isaac, la daré á ti: y á tu
simiente después de ti daré la tierra. 35.13 Y
fuése de él Dios, del lugar donde con él había hablado. 35.14
Y Jacob erigió un título en el lugar donde había hablado con él, un
título de piedra, y derramó sobre él libación, y echó sobre él aceite. 35.15 Y
llamó Jacob el nombre de aquel lugar donde Dios había hablado con él,
Beth-el. 35.16
Y partieron de Beth-el, y había aún como media legua de tierra para
llegar á Ephrata, cuando parió Rachêl, y hubo trabajo en su parto. 35.17 Y
aconteció, que como había trabajo en su parir, díjole la partera: No
temas, que también tendrás este hijo. 35.18 Y
acaeció que al salírsele el alma, (pues murió) llamó su nombre Benoni;
mas su padre lo llamó Benjamín. 35.19 Así
murió Rachêl, y fué sepultada en el camino del Ephrata, la cual es
Beth-lehem. 35.20 Y
puso Jacob un título sobre su sepultura: este es el título de la
sepultura de Rachêl hasta hoy. 35.21 Y
partió Israel, y tendió su tienda de la otra parte de Migdaleder. 35.22
Y acaeció, morando Israel en aquella tierra, que fué Rubén y durmió con
Bilha la concubina de su padre; lo cual llegó á entender Israel. Ahora
bien, los hijos de Israel fueron doce: 35.23 Los
hijos de Lea: Rubén el primogénito de Jacob, y Simeón, y Leví, y Judá,
é Issachâr, y Zabulón. 35.24 Los
hijos de Rachêl: José, y Benjamín. 35.25 Y los
hijos de Bilha, sierva de Rachêl: Dan, y Nephtalí. 35.26 Y los
hijos de Zilpa, sierva de Lea: Gad, y Aser. Estos fueron los hijos de
Jacob, que le nacieron en Padan-aram. 35.27 Y
vino Jacob á Isaac su padre á Mamre, á la ciudad de Arba, que es
Hebrón, donde habitaron Abraham é Isaac. 35.28 Y
fueron los días de Isaac ciento ochenta años. 35.29
Y exhaló Isaac el espíritu, y murió, y fué recogido á sus pueblos,
viejo y harto de días; y sepultáronlo Esaú y Jacob sus hijos. ▲36.1 Y ESTAS son las
generaciones de Esaú, el cual es Edom. 36.2
Esaú tomó sus mujeres de las hijas de Canaán: á Ada, hija de Elón
Hetheo, y á Aholibama, hija de Ana, hija de Zibeón el Heveo; 36.3 Y á
Basemath, hija de Ismael, hermana de Navaioth. 36.4 Y Ada
parió á Esaú á Eliphaz; y Basemath parió á Reuel. 36.5 Y
Aholibama parió á Jeús, y á Jaalam, y á Cora: estos son los hijos de
Esaú, que le nacieron en la tierra de Canaán. 36.6
Y Esaú tomó sus mujeres, y sus hijos, y sus hijas, y todas las personas
de su casa, y sus ganados, y todas sus bestias, y toda su hacienda que
había adquirido en la tierra de Canaán, y fuése á otra tierra de
delante de Jacob su hermano. 36.7
Porque la hacienda de ellos era grande, y no podían habitar juntos, ni
la tierra de su peregrinación los podía sostener á causa de sus ganados. 36.8 Y Esaú
habitó en el monte de Seir: Esaú es Edom. 36.9 Estos
son los linajes de Esaú, padre de Edom, en el monte de Seir. 36.10 Estos
son los nombres de los hijos de Esaú: Eliphaz, hijo de Ada, mujer de
Esaú; Reuel, hijo de Basemath, mujer de Esaú. 36.11 Y los
hijos de Eliphaz fueron Temán, Omar, Zepho, Gatam, y Cenaz. 36.12 Y
Timna fué concubina de Eliphaz, hijo de Esaú, la cual le parió á
Amalec: estos son los hijos de Ada, mujer de Esaú. 36.13 Y los
hijos de Reuel fueron Nahath, Zera, Samma, y Mizza: estos son los hijos
de Basemath, mujer de Esaú. 36.14
Estos fueron los hijos de Aholibama, mujer de Esaú, hija de Ana, que
fué hija de Zibeón: ella parió á Esaú á Jeús, Jaalam, y Cora. 36.15
Estos son los duques de los hijos de Esaú. Hijos de Eliphaz,
primogénito de Esaú: el duque Temán, el duque Omar, el duque Zepho, el
duque Cenaz, 36.16 El
duque Cora, el duque Gatam, y el duque Amalec: estos son los duques de
Eliphaz en la tierra de Edom; estos fueron los hijos de Ada. 36.17
Y estos son los hijos de Reuel, hijo de Esaú: el duque Nahath, el duque
Zera, el duque Samma, y el duque Mizza: estos son los duques de la
línea de Reuel en la tierra de Edom; estos hijos vienen de Basemath,
mujer de Esaú. 36.18
Y estos son los hijos de Aholibama, mujer de Esaú: el duque Jeús, el
duque Jaalam, y el duque Cora: estos fueron los duques que salieron de
Aholibama, mujer de Esaú, hija de Ana. 36.19
Estos, pues, son los hijos de Esaú, y sus duques: él es Edom. 36.20 Y
estos son los hijos de Seir Horeo, moradores de aquella tierra: Lotán,
Sobal, Zibeón, Ana, 36.21
Disón, Ezer, y Disán: estos son los duques de los Horeos, hijos de Seir
en la tierra de Edom. 36.22 Los
hijos de Lotán fueron Hori y Hemán; y Timna fué hermana de Lotán. 36.23 Y los
hijos de Sobal fueron Alván, Manahath, Ebal, Sepho, y Onán. 36.24
Y los hijos de Zibeón fueron Aja, y Ana. Este Ana es el que descubrió
los mulos en el desierto, cuando apacentaba los asnos de Zibeón su
padre. 36.25 Los
hijos de Ana fueron Disón, y Aholibama, hija de Ana. 36.26 Y
estos fueron los hijos de Disón: Hemdán, Eshbán, Ithram, y Cherán. 36.27 Y
estos fueron los hijos de Ezer: Bilhán, Zaaván, y Acán. 36.28 Estos
fueron los hijos de Disán: Huz, y Arán. 36.29 Y
estos fueron los duques de los Horeos: el duque Lotán, el duque Sobal,
el duque Zibeón, el duque Ana. 36.30 El
duque Disón, el duque Ezer, el duque Disán: estos fueron los duques de
los Horeos: por sus ducados en la tierra de Seir. 36.31 Y los
reyes que reinaron en la tierra de Edom, antes que reinase rey sobre
los hijos de Israel, fueron estos: 36.32 Bela,
hijo de Beor, reinó en Edom: y el nombre de su ciudad fué Dinaba. 36.33 Y
murió Bela, y reinó en su lugar Jobab, hijo de Zera, de Bosra. 36.34 Y
murió Jobab, y en su lugar reinó Husam, de tierra de Temán. 36.35
Y murió Husam, y reinó en su lugar Adad, hijo de Badad, el que hirió á
Midián en el campo de Moab: y el nombre de su ciudad fué Avith. 36.36 Y
murió Adad, y en su lugar reinó Samla, de Masreca. 36.37 Y
murió Samla, y reinó en su lugar Saúl, de Rehoboth del Río. 36.38 Y
murió Saúl, y en lugar suyo reinó Baalanán, hijo de Achbor. 36.39
Y murió Baalanán, hijo de Achbor, y reinó Adar en lugar suyo: y el
nombre de su ciudad fué Pau; y el nombre de su mujer Meetabel, hija de
Matred, hija de Mezaab. 36.40
Estos, pues, son los nombres de los duques de Esaú por sus linajes, por
sus lugares, y sus nombres: el duque Timna, el duque Alva, el duque
Jetheth, 36.41 El
duque Aholibama, el duque Ela, el duque Pinón, 36.42 El
duque Cenaz, el duque Temán, el duque Mibzar, 36.43
El duque Magdiel, y el duque Hiram. Estos fueron los duques de Edom por
sus habitaciones en la tierra de su posesión. Edom es el mismo Esaú,
padre de los Idumeos. ▲37.1 Y HABITO Jacob en la tierra
donde peregrinó su padre, en la tierra de Canaán. 37.2
Estas fueron las generaciones de Jacob. José, siendo de edad de diez y
siete años apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba
con los hijos de Bilha, y con los hijos de Zilpa, mujeres de su padre:
y noticiaba José á su padre la mala fama de ellos. 37.3 Y
amaba Israel á José más que á todos sus hijos, porque le había tenido
en su vejez: y le hizo una ropa de diversos colores. 37.4 Y
viendo sus hermanos que su padre lo amaba más que á todos sus hermanos,
aborrecíanle, y no le podían hablar pacíficamente. 37.5 Y soñó
José un sueño y contólo á sus hermanos; y ellos vinieron á aborrecerle
más todavía. 37.6 Y él
les dijo: Oíd ahora este sueño que he soñado: 37.7
He aquí que atábamos manojos en medio del campo, y he aquí que mi
manojo se levantaba, y estaba derecho, y que vuestros manojos estaban
alrededor, y se inclinaban al mío. 37.8
Y respondiéronle sus hermanos: ¿Has de reinar tú sobre nosotros, ó te
has de enseñorear sobre nosotros? Y le aborrecieron aún más á causa de
sus sueños y de sus palabras. 37.9
Y soñó aún otro sueño, y contólo á sus hermanos, diciendo: He aquí que
he soñado otro sueño, y he aquí que el sol y la luna y once estrellas
se inclinaban á mí. 37.10
Y contólo á su padre y á sus hermanos: y su padre le reprendió, y
díjole: ¿Qué sueño es este que soñaste? ¿Hemos de venir yo y tu madre,
y tus hermanos, á inclinarnos á ti á tierra? 37.11 Y sus
hermanos le tenían envidia, mas su padre paraba la consideración en
ello. 37.12 Y
fueron sus hermanos á apacentar las ovejas de su padre en Sichêm. 37.13 Y
dijo Israel á José: Tus hermanos apacientan las ovejas en Sichêm: ven,
y te enviaré á ellos. Y él respondió: Heme aquí. 37.14
Y él le dijo: Ve ahora, mira cómo están tus hermanos y cómo están las
ovejas, y tráeme la respuesta. Y enviólo del valle de Hebrón, y llegó á
Sichêm. 37.15 Y
hallólo un hombre, andando él perdido por el campo, y preguntóle aquel
hombre, diciendo: ¿Qué buscas? 37.16 Y él
respondió: Busco á mis hermanos: ruégote que me muestres dónde pastan. 37.17
Y aquel hombre respondió: Ya se han ido de aquí; yo les oí decir: Vamos
á Dothán. Entonces José fué tras de sus hermanos, y hallólos en Dothán. 37.18 Y
como ellos lo vieron de lejos, antes que cerca de ellos llegara,
proyectaron contra él para matarle. 37.19 Y
dijeron el uno al otro: He aquí viene el soñador; 37.20
Ahora pues, venid, y matémoslo y echémosle en una cisterna, y diremos:
Alguna mala bestia le devoró: y veremos qué serán sus sueños. 37.21 Y
como Rubén oyó esto, librólo de sus manos y dijo: No lo matemos. 37.22
Y díjoles Rubén: No derraméis sangre; echadlo en esta cisterna que está
en el desierto, y no pongáis mano en él; por librarlo así de sus manos,
para hacerlo volver á su padre. 37.23
Y sucedió que, cuando llegó José á sus hermanos, ellos hicieron
desnudar á José su ropa, la ropa de colores que tenía sobre sí; 37.24 Y
tomáronlo, y echáronle en la cisterna; mas la cisterna estaba vacía, no
había en ella agua. 37.25
Y sentáronse á comer pan: y alzando los ojos miraron, y he aquí una
compañía de Ismaelitas que venía de Galaad, y sus camellos traían
aromas y bálsamo y mirra, é iban á llevarlo á Egipto. 37.26
Entonces Judá dijo á sus hermanos: ¿Qué provecho el que matemos á
nuestro hermano y encubramos su muerte? 37.27
Venid, y vendámosle á los Ismaelitas, y no sea nuestra mano sobre él;
que nuestro hermano es nuestra carne. Y sus hermanos acordaron con él. 37.28
Y como pasaban los Midianitas mercaderes, sacaron ellos á José de la
cisterna, y trajéronle arriba, y le vendieron á los Ismaelitas por
veinte piezas de plata. Y llevaron á José á Egipto. 37.29 Y
Rubén volvió á la cisterna, y no halló á José dentro, y rasgó sus
vestidos. 37.30 Y
tornó á sus hermanos y dijo: El mozo no parece; y yo, ¿adónde iré yo? 37.31
Entonces tomaron ellos la ropa de José, y degollaron un cabrito de las
cabras, y tiñeron la ropa con la sangre; 37.32
Y enviaron la ropa de colores y trajéronla á su padre, y dijeron: Esta
hemos hallado, reconoce ahora si es ó no la ropa de tu hijo. 37.33 Y él
la conoció, y dijo: La ropa de mi hijo es; alguna mala bestia le
devoró; José ha sido despedazado. 37.34
Entonces Jacob rasgó sus vestidos, y puso saco sobre sus lomos, y
enlutóse por su hijo muchos días. 37.35
Y levantáronse todos sus hijos y todas sus hijas para consolarlo; mas
él no quiso tomar consolación, y dijo: Porque yo tengo de descender á
mi hijo enlutado hasta la sepultura. Y llorólo su padre. 37.36 Y los
Midianitas lo vendieron en Egipto á Potiphar, eunuco de Faraón, capitán
de los de la guardia. ▲38.1 Y ACONTECIO en aquel
tiempo, que Judá descendió de con sus hermanos, y fuése á un varón
Adullamita, que se llamaba Hira. 38.2 Y vió
allí Judá la hija de un hombre Cananeo, el cual se llamaba Súa; y
tomóla, y entró á ella: 38.3 La
cual concibió, y parió un hijo; y llamó su nombre Er. 38.4 Y
concibió otra vez, y parió un hijo, y llamó su nombre Onán. 38.5 Y
volvió á concebir, y parió un hijo, y llamó su nombre Sela. Y estaba en
Chezib cuando lo parió. 38.6 Y Judá
tomó mujer para su primogénito Er, la cual se llamaba Thamar. 38.7 Y Er,
el primogénito de Judá, fué malo á los ojos de Jehová, y quitóle Jehová
la vida. 38.8
Entonces Judá dijo á Onán: Entra á la mujer de tu hermano, y despósate
con ella, y suscita simiente á tu hermano. 38.9
Y sabiendo Onán que la simiente no había de ser suya, sucedía que
cuando entraba á la mujer de su hermano vertía en tierra, por no dar
simiente á su hermano. 38.10 Y
desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y también quitó á él la vida. 38.11
Y Judá dijo á Thamar su nuera: Estáte viuda en casa de tu padre, hasta
que crezca Sela mi hijo; porque dijo: Que quizá no muera él también
como sus hermanos. Y fuése Thamar, y estúvose en casa de su padre. 38.12
Y pasaron muchos días, y murió la hija de Súa, mujer de Judá; y Judá se
consoló, y subía á los trasquiladores de sus ovejas á Timnath, él y su
amigo Hira el Adullamita. 38.13 Y fué
dado aviso á Thamar, diciendo: He aquí tu suegro sube á Timnath á
trasquilar sus ovejas. 38.14
Entonces quitó ella de sobre sí los vestidos de su viudez, y cubrióse
con un velo, y arrebozóse, y se puso á la puerta de las aguas que están
junto al camino de Timnath; porque veía que había crecido Sela, y ella
no era dada á él por mujer. 38.15 Y
vióla Judá, y túvola por ramera, porque había ella cubierto su rostro. 38.16
Y apartóse del camino hacia ella, y díjole: Ea, pues, ahora entraré á
ti; porque no sabía que era su nuera; y ella dijo: ¿Qué me has de dar,
si entrares á mí? 38.17 El
respondió: Yo te enviaré del ganado un cabrito de las cabras. Y ella
dijo: Hasme de dar prenda hasta que lo envíes. 38.18
Entonces él dijo: ¿Qué prenda te daré? Ella respondió: Tu anillo, y tu
manto, y tu bordón que tienes en tu mano. Y él se los dió, y entró á
ella, la cual concibió de él. 38.19 Y
levantóse, y fuése: y quitóse el velo de sobre sí, y vistióse las ropas
de su viudez. 38.20
Y Judá envió el cabrito de las cabras por mano de su amigo el
Adullamita, para que tomase la prenda de mano de la mujer; mas no la
halló. 38.21 Y
preguntó á los hombres de aquel lugar, diciendo: ¿Dónde está la ramera
de las aguas junto al camino? Y ellos le dijeron: No ha estado aquí
ramera. 38.22
Entonces él se volvió á Judá, y dijo: No la he hallado; y también los
hombres del lugar dijeron: Aquí no ha estado ramera. 38.23 Y
Judá dijo: Tómeselo para sí, porque no seamos menospreciados: he aquí
yo he enviado este cabrito, y tú no la hallaste. 38.24
Y acaeció que al cabo de unos tres meses fué dado aviso á Judá,
diciendo: Thamar tu nuera ha fornicado, y aun cierto está preñada de
las fornicaciones. Y Judá dijo: Sacadla, y sea quemada. 38.25
Y ella cuando la sacaban, envió á decir á su suegro: Del varón cuyas
son estas cosas, estoy preñada: y dijo más: Mira ahora cuyas son estas
cosas, el anillo, y el manto, y el bordón. 38.26
Entonces Judá los reconoció, y dijo: Más justa es que yo, por cuanto no
la he dado á Sela mi hijo. Y nunca más la conoció. 38.27 Y
aconteció que al tiempo del parir, he aquí había dos en su vientre. 38.28
Y sucedió, cuando paría, que sacó la mano el uno, y la partera tomó y
ató á su mano un hilo de grana, diciendo: Este salió primero. 38.29
Empero fué que tornando él á meter la mano, he aquí su hermano salió; y
ella dijo: ¿Por qué has hecho sobre ti rotura? Y llamó su nombre Phares. 38.30 Y
después salió su hermano, el que tenía en su mano el hilo de grana, y
llamó su nombre Zara. ▲39.1
Y LLEVADO José á Egipto, comprólo Potiphar, eunuco de Faraón, capitán
de los de la guardia, varón Egipcio, de mano de los Ismaelitas que lo
habían llevado allá. 39.2 Mas
Jehová fué con José, y fué varón prosperado: y estaba en la casa de su
señor el Egipcio. 39.3 Y vió
su señor que Jehová era con él, y que todo lo que él hacía, Jehová lo
hacía prosperar en su mano. 39.4 Así
halló José gracia en sus ojos, y servíale; y él le hizo mayordomo de su
casa, y entregó en su poder todo lo que tenía. 39.5
Y aconteció que, desde cuando le dió el encargo de su casa, y de todo
lo que tenía, Jehová bendijo la casa del Egipcio á causa de José; y la
bendición de Jehová fué sobre todo lo que tenía, así en casa como en el
campo. 39.6 Y dejó
todo lo que tenía en mano de José; ni con él sabía de nada más que del
pan que comía. Y era José de hermoso semblante y bella presencia. 39.7 Y
aconteció después de esto, que la mujer de su señor puso sus ojos en
José, y dijo: Duerme conmigo. 39.8
Y él no quiso, y dijo á la mujer de su señor: He aquí que mi señor no
sabe conmigo lo que hay en casa, y ha puesto en mi mano todo lo que
tiene: 39.9 No hay
otro mayor que yo en esta casa, y ninguna cosa me ha reservado sino á
ti, por cuanto tú eres su mujer; ¿cómo, pues, haría yo este grande mal
y pecaría contra Dios? 39.10 Y fué
que hablando ella á José cada día, y no escuchándola él para acostarse
al lado de ella, para estar con ella. 39.11
Aconteció que entró él un día en casa para hacer su oficio, y no había
nadie de los de casa allí en casa. 39.12 Y
asiólo ella por su ropa, diciendo: Duerme conmigo. Entonces dejóla él
su ropa en las manos, y huyó, y salióse fuera. 39.13 Y
acaeció que cuando vió ella que le había dejado su ropa en sus manos, y
había huído fuera, 39.14
Llamó á los de casa, y hablóles diciendo: Mirad, nos ha traído un
Hebreo, para que hiciese burla de nosotros: vino él á mí para dormir
conmigo, y yo dí grandes voces; 39.15 Y
viendo que yo alzaba la voz y gritaba, dejó junto á mí su ropa, y huyó,
y salióse fuera. 39.16 Y
ella puso junto á sí la ropa de él, hasta que vino su señor á su casa. 39.17
Entonces le habló ella semejantes palabras, diciendo: El siervo Hebreo
que nos trajiste, vino á mí para deshonrarme; 39.18 Y
como yo alcé mi voz y grite, él dejó su ropa junto á mí, y huyó fuera. 39.19
Y sucedió que como oyó su señor las palabras que su mujer le hablara,
diciendo: Así me ha tratado tu siervo; encendióse su furor. 39.20
Y tomó su señor á José, y púsole en la casa de la cárcel, donde estaban
los presos del rey, y estuvo allí en la casa de la cárcel. 39.21 Mas
Jehová fué con José, y extendió á él su misericordia, y dióle gracia en
ojos del principal de la casa de la cárcel. 39.22
Y el principal de la casa de la cárcel entregó en mano de José todos
los presos que había en aquella prisión; todo lo que hacían allí, él lo
hacía. 39.23 No
veía
el principal de la cárcel cosa alguna que en su mano estaba; porque
Jehová era con él, y lo que él hacía, Jehová lo prosperaba. ▲40.1
Y ACONTECIO después de estas cosas, que el copero del rey de Egipto y
el panadero delinquieron contra su señor el rey de Egipto. 40.2 Y
enojóse Faraón contra sus dos eunucos, contra el principal de los
coperos, y contra el principal de los panaderos: 40.3 Y
púsolos en prisión en la casa del capitán de los de la guardia, en la
casa de la cárcel donde José estaba preso. 40.4 Y el
capitán de los de la guardia dió cargo de ellos á José, y él les
servía: y estuvieron días en la prisión. 40.5
Y ambos á dos, el copero y el panadero del rey de Egipto, que estaban
arrestados en la prisión, vieron un sueño, cada uno su sueño en una
misma noche, cada uno conforme á la declaración de su sueño. 40.6 Y vino
á ellos José por la mañana, y mirólos, y he aquí que estaban tristes. 40.7
Y él preguntó á aquellos eunucos de Faraón, que estaban con él en la
prisión de la casa de su señor, diciendo: ¿Por qué parecen hoy mal
vuestros semblantes? 40.8
Y ellos le dijeron: Hemos tenido un sueño, y no hay quien lo declare.
Entonces les dijo José: ¿No son de Dios las declaraciones? Contádmelo
ahora. 40.9
Entonces el principal de los coperos contó su sueño á José, y díjole:
Yo soñaba que veía una vid delante de mí, 40.10 Y en
la vid tres sarmientos; y ella como que brotaba, y arrojaba su flor,
viniendo á madurar sus racimos de uvas: 40.11
Y que la copa de Faraón estaba en mi mano, y tomaba yo las uvas, y las
exprimía en la copa de Faraón, y daba yo la copa en mano de Faraón. 40.12 Y
díjole José: Esta es su declaración: Los tres sarmientos son tres días: 40.13
Al cabo de tres días Faraón te hará levantar cabeza, y te restituirá á
tu puesto: y darás la copa á Faraón en su mano, como solías cuando eras
su copero. 40.14
Acuérdate, pues, de mí para contigo cuando tuvieres ese bien, y ruégote
que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí á Faraón, y me
saques de esta casa: 40.15
Porque hurtado he sido de la tierra de los Hebreos; y tampoco he hecho
aquí porqué me hubiesen de poner en la cárcel. 40.16
Y viendo el principal de los panaderos que había declarado para bien,
dijo á José: También yo soñaba que veía tres canastillos blancos sobre
mi cabeza; 40.17 Y en
el canastillo más alto había de todas las viandas de Faraón, obra de
panadero; y que las aves las comían del canastillo de sobre mi cabeza. 40.18
Entonces respondió José, y dijo: Esta es su declaración: Los tres
canastillos tres días son; 40.19
Al cabo de tres días quitará Faraón tu cabeza de sobre ti, y te hará
colgar en la horca, y las aves comerán tu carne de sobre ti. 40.20
Y fué el tercero día el día del nacimiento de Faraón, é hizo banquete á
todos sus sirvientes: y alzó la cabeza del principal de los coperos, y
la cabeza del principal de los panaderos, entre sus servidores. 40.21 E
hizo volver á su oficio al principal de los coperos; y dió él la copa
en mano de Faraón. 40.22 Mas
hizo ahorcar al principal de los panaderos, como le había declarado
José. 40.23 Y el
principal de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó. ▲41.1 Y ACONTECIO que pasados dos
años tuvo Faraón un sueño: Parecíale que estaba junto al río; 41.2 Y que
del río subían siete vacas, hermosas á la vista, y muy gordas, y pacían
en el prado: 41.3
Y que otras siete vacas subían tras ellas del río, de fea vista, y
enjutas de carne, y se pararon cerca de las vacas hermosas á la orilla
del río: 41.4 Y que
las vacas de fea vista y enjutas de carne devoraban á las siete vacas
hermosas y muy gordas. Y despertó Faraón. 41.5
Durmióse de nuevo, y soñó la segunda vez: Que siete espigas llenas y
hermosas subían de una sola caña: 41.6 Y que
otras siete espigas menudas y abatidas del Solano, salían después de
ellas: 41.7 Y las
siete espigas menudas devoraban á las siete espigas gruesas y llenas. Y
despertó Faraón, y he aquí que era sueño. 41.8
Y acaeció que á la mañana estaba agitado su espíritu; y envió é hizo
llamar á todos los magos de Egipto, y á todos sus sabios: y contóles
Faraón sus sueños, mas no había quien á Faraón los declarase. 41.9
Entonces el principal de los coperos habló á Faraón, diciendo:
Acuérdome hoy de mis faltas: 41.10
Faraón se enojó contra sus siervos, y á mí me echó á la prisión de la
casa del capitán de los de la guardia, á mí y al principal de los
panaderos: 41.11 Y yo
y él vimos un sueño una misma noche: cada uno soñó conforme á la
declaración de su sueño. 41.12
Y estaba allí con nosotros un mozo Hebreo, sirviente del capitán de los
de la guardia; y se lo contamos, y él nos declaró nuestros sueños, y
declaró á cada uno conforme á su sueño. 41.13 Y
aconteció que como él nos declaró, así fué: á mí me hizo volver á mi
puesto, é hizo colgar al otro. 41.14
Entonces Faraón envió y llamó á José; é hiciéronle salir corriendo de
la cárcel, y le cortaron el pelo, y mudaron sus vestidos, y vino á
Faraón. 41.15 Y
dijo
Faraón á José: Yo he tenido un sueño, y no hay quien lo declare; mas he
oído decir de ti, que oyes sueños para declararlos. 41.16 Y
respondió José á Faraón, diciendo: No está en mí; Dios será el que
responda paz á Faraón. 41.17
Entonces Faraón dijo á José: En mi sueño parecíame que estaba á la
orilla del río: 41.18 Y que
del río subían siete vacas de gruesas carnes y hermosa apariencia, que
pacían en el prado: 41.19
Y que otras siete vacas subían después de ellas, flacas y de muy fea
traza; tan extenuadas, que no he visto otras semejantes en toda la
tierra de Egipto en fealdad: 41.20 Y las
vacas flacas y feas devoraban á las siete primeras vacas gruesas: 41.21
Y entraban en sus entrañas, mas no se conocía que hubiese entrado en
ellas, porque su parecer era aún malo, como de primero. Y yo desperté. 41.22 Vi
también soñando, que siete espigas subían en una misma caña llenas y
hermosas; 41.23 Y que
otras siete espigas menudas, marchitas, abatidas del Solano, subían
después de ellas: 41.24 Y las
espigas menudas devoraban á las siete espigas hermosas: y helo dicho á
los magos, mas no hay quien me lo declare. 41.25
Entonces respondió José á Faraón: El sueño de Faraón es uno mismo: Dios
ha mostrado á Faraón lo que va á hacer. 41.26 Las
siete vacas hermosas siete años son; y las espigas hermosas son siete
años: el sueño es uno mismo. 41.27
También las siete vacas flacas y feas que subían tras ellas, son siete
años; y las siete espigas menudas y marchitas del Solano, siete años
serán de hambre. 41.28 Esto
es lo que respondo á Faraón. Lo que Dios va á hacer, halo mostrado á
Faraón. 41.29 He
aquí vienen siete años de grande hartura en toda la tierra de Egipto: 41.30
Y levantarse han tras ellos siete años de hambre; y toda la hartura
será olvidada en la tierra de Egipto; y el hambre consumirá la tierra; 41.31 Y
aquella abundancia no se echará de ver á causa del hambre siguiente, la
cual será gravísima. 41.32 Y el
suceder el sueño á Faraón dos veces, significa que la cosa es firme de
parte de Dios, y que Dios se apresura á hacerla. 41.33 Por
tanto, provéase ahora Faraón de un varón prudente y sabio, y póngalo
sobre la tierra de Egipto. 41.34 Haga
esto Faraón, y ponga gobernadores sobre el país, y quinte la tierra de
Egipto en los siete años de la hartura; 41.35
Y junten toda la provisión de estos buenos años que vienen, y alleguen
el trigo bajo la mano de Faraón para mantenimiento de las ciudades; y
guárdenlo. 41.36 Y
esté aquella provisión en depósito para el país, para los siete años
del hambre que serán en la tierra de Egipto; y el país no perecerá de
hambre. 41.37 Y el
negocio pareció bien á Faraón, y á sus siervos. 41.38 Y
dijo Faraón á sus siervos: ¿Hemos de hallar otro hombre como éste, en
quien haya espíritu de Dios? 41.39 Y
dijo Faraón á José: Pues que Dios te ha hecho saber todo esto, no hay
entendido ni sabio como tú: 41.40 Tú
serás sobre mi casa, y por tu dicho se gobernará todo mi pueblo:
solamente en el trono seré yo mayor que tú. 41.41 Dijo
más Faraón á José: He aquí yo te he puesto sobre toda la tierra de
Egipto. 41.42
Entonces Faraón quitó su anillo de su mano, y púsolo en la mano de
José, é hízole vestir de ropas de lino finísimo, y puso un collar de
oro en su cuello; 41.43 E
hízolo subir en su segundo carro, y pregonaron delante de él: Doblad la
rodilla: y púsole sobre toda la tierra de Egipto. 41.44 Y
dijo Faraón á José: Yo Faraón; y sin ti ninguno alzará su mano ni su
pie en toda la tierra de Egipto. 41.45
Y llamó Faraón el nombre de José, Zaphnath-paaneah; y dióle por mujer á
Asenath, hija de Potipherah, sacerdote de On. Y salió José por toda la
tierra de Egipto. 41.46
Y era José de edad de treinta años cuando fué presentado delante de
Faraón, rey de Egipto: y salió José de delante de Faraón, y transitó
por toda la tierra de Egipto. 41.47 E
hizo la tierra en aquellos siete años de hartura á montones. 41.48
Y él juntó todo el mantenimiento de los siete años que fueron en la
tierra de Egipto, y guardó mantenimiento en las ciudades, poniendo en
cada ciudad el mantenimiento del campo de sus alrededores. 41.49 Y
acopió José trigo como arena de la mar, mucho en extremo, hasta no
poderse contar, porque no tenía número. 41.50
Y nacieron á José dos hijos antes que viniese el primer año del hambre,
los cuales le parió Asenath, hija de Potipherah, sacerdote de On. 41.51
Y llamó José el nombre del primogénito Manasés; porque Dios (dijo) me
hizo olvidar todo mi trabajo, y toda la casa de mi padre. 41.52 Y el
nombre del segundo llamólo Ephraim; porque Dios (dijo) me hizo fértil
en la tierra de mi aflicción. 41.53 Y
cumpliéronse los siete años de la hartura, que hubo en la tierra de
Egipto. 41.54
Y comenzaron á venir los siete años del hambre, como José había dicho:
y hubo hambre en todos los países, mas en toda la tierra de Egipto
había pan. 41.55 Y
cuando se sintió el hambre en toda la tierra de Egipto, el pueblo clamó
á Faraón por pan. Y dijo Faraón á todos los Egipcios: Id á José, y
haced lo que él os dijere. 41.56
Y el hambre estaba por toda la extensión del país. Entonces abrió José
todo granero donde había, y vendía á los Egipcios; porque había crecido
el hambre en la tierra de Egipto. 41.57 Y
toda la tierra venía á Egipto para comprar de José, porque por toda la
tierra había crecido el hambre. ▲42.1 Y VIENDO Jacob que en
Egipto había alimentos, dijo á sus hijos: ¿Por qué os estáis mirando? 42.2
Y dijo: He aquí, yo he oído que hay víveres en Egipto; descended allá,
y comprad de allí para nosotros, para que podamos vivir, y no nos
muramos. 42.3 Y
descendieron los diez hermanos de José á comprar trigo á Egipto. 42.4 Mas
Jacob no envió á Benjamín hermano de José con sus hermanos; porque
dijo: No sea acaso que le acontezca algún desastre. 42.5 Y
vinieron los hijos de Israel á comprar entre los que venían: porque
había hambre en la tierra de Canaán. 42.6
Y José era el señor de la tierra, que vendía á todo el pueblo de la
tierra: y llegaron los hermanos de José, é inclináronse á él rostro por
tierra. 42.7 Y José
como vió á sus hermanos, conociólos; mas hizo que no los conocía, y
hablóles ásperamente, y les dijo: ¿De dónde habéis venido? Ellos
respondieron: De la tierra de Canaán á comprar alimentos. 42.8 José,
pues, conoció á sus hermanos; pero ellos no le conocieron. 42.9
Entonces se acordó José de los sueños que había tenido de ellos, y
díjoles: Espías sois; por ver lo descubierto del país habéis venido. 42.10 Y
ellos le respondieron: No, señor mío: mas tus siervos han venido á
comprar alimentos. 42.11 Todos
nosotros somos hijos de un varón: somos hombres de verdad: tus siervos
nunca fueron espías. 42.12 Y él
les dijo: No; á ver lo descubierto del país habéis venido. 42.13
Y ellos respondieron: Tus siervos somos doce hermanos, hijos de un
varón en la tierra de Canaán; y he aquí el menor está hoy con nuestro
padre, y otro no parece. 42.14 Y
José les dijo: Eso es lo que os he dicho, afirmando que sois espías: 42.15 En
esto seréis probados: Vive Faraón que no saldréis de aquí, sino cuando
vuestro hermano menor aquí viniere. 42.16
Enviad uno de vosotros, y traiga á vuestro hermano; y vosotros quedad
presos, y vuestras palabras serán probadas, si hay verdad con vosotros:
y si no, vive Faraón, que sois espías. 42.17 Y
juntólos en la cárcel por tres días. 42.18 Y al
tercer día díjoles José: Haced esto, y vivid: Yo temo á Dios: 42.19
Si sois hombres de verdad, quede preso en la casa de vuestra cárcel uno
de vuestros hermanos; y vosotros id, llevad el alimento para el hambre
de vuestra casa: 42.20 Pero
habéis de traerme á vuestro hermano menor, y serán verificadas vuestras
palabras, y no moriréis. Y ellos lo hicieron así. 42.21
Y decían el uno al otro: Verdaderamente hemos pecado contra nuestro
hermano, que vimos la angustia de su alma cuando nos rogaba, y no le
oímos: por eso ha venido sobre nosotros esta angustia. 42.22
Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No
pequéis contra el mozo; y no escuchásteis? He aquí también su sangre es
requerida. 42.23 Y
ellos no sabían que los entendía José, porque había intérprete entre
ellos. 42.24
Y apartóse él de ellos, y lloró: después volvió á ellos, y les habló, y
tomó de entre ellos á Simeón, y aprisionóle á vista de ellos. 42.25
Y mandó José que llenaran sus sacos de trigo, y devolviesen el dinero
de cada uno de ellos, poniéndolo en su saco, y les diesen comida para
el camino: é hízose así con ellos. 42.26 Y
ellos pusieron su trigo sobre sus asnos, y fuéronse de allí. 42.27 Y
abriendo uno de ellos su saco para dar de comer á su asno en el mesón,
vió su dinero que estaba en la boca de su costal. 42.28
Y dijo á sus hermanos: Mi dinero se me ha devuelto, y aun helo aquí en
mi saco. Sobresaltóseles entonces el corazón, y espantados dijeron el
uno al otro: ¿Qué es esto que nos ha hecho Dios? 42.29 Y
venidos á Jacob su padre en tierra de Canaán, contáronle todo lo que
les había acaecido, diciendo: 42.30 Aquel
varón, señor de la tierra, nos habló ásperamente, y nos trató como á
espías de la tierra: 42.31 Y
nosotros le dijimos: Somos hombres de verdad, nunca fuimos espías: 42.32 Somos
doce hermanos, hijos de nuestro padre; uno no parece, y el menor está
hoy con nuestro padre en la tierra de Canaán. 42.33
Y aquel varón, señor de la tierra, nos dijo: En esto conoceré que sois
hombres de verdad; dejad conmigo uno de vuestros hermanos, y tomad para
el hambre de vuestras casas, y andad, 42.34
Y traedme á vuestro hermano el menor, para que yo sepa que no sois
espías, sino hombres de verdad: así os daré á vuestro hermano, y
negociaréis en la tierra. 42.35
Y aconteció que vaciando ellos sus sacos, he aquí que en el saco de
cada uno estaba el atado de su dinero: y viendo ellos y su padre los
atados de su dinero, tuvieron temor. 42.36
Entonces su padre Jacob les dijo: Habéisme privado de mis hijos; José
no parece, ni Simeón tampoco, y á Benjamín le llevaréis: contra mí son
todas estas cosas. 42.37
Y Rubén habló á su padre, diciendo: Harás morir á mis dos hijos, si no
te lo volviere; entrégalo en mi mano, que yo lo volveré á ti. 42.38
Y él dijo: No descenderá mi hijo con vosotros; que su hermano es
muerto, y él solo ha quedado: y si le aconteciere algún desastre en el
camino por donde vais, haréis descender mis canas con dolor á la
sepultura. ▲43.1 Y EL hambre era grande en
la tierra. 43.2
Y aconteció que como acabaron de comer el trigo que trajeron de Egipto,
díjoles su padre: Volved, y comprad para nosotros un poco de alimento. 43.3
Y respondió Judá, diciendo: Aquel varón nos protestó con ánimo
resuelto, diciendo: No veréis mi rostro sin vuestro hermano con
vosotros. 43.4 Si
enviares á nuestro hermano con nosotros, descenderemos y te compraremos
alimento: 43.5 Pero
si no le enviares, no descenderemos: porque aquel varón nos dijo: No
veréis mi rostro sin vuestro hermano con vosotros. 43.6 Y dijo
Israel: ¿Por qué me hicisteis tanto mal, declarando al varón que
teníais más hermano? 43.7
Y ellos respondieron: Aquel varón nos preguntó expresamente por
nosotros, y por nuestra parentela, diciendo: ¿Vive aún vuestro padre?
¿tenéis otro hermano? y declarámosle conforme á estas palabras.
¿Podíamos nosotros saber que había de decir: Haced venir á vuestro
hermano? 43.8
Entonces Judá dijo á Israel su padre: Envía al mozo conmigo, y nos
levantaremos é iremos, á fin que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y
nuestros niños. 43.9
Yo lo fío; á mí me pedirás cuenta de él: si yo no te lo volviere y lo
pusiere delante de ti, seré para ti el culpante todos los días: 43.10 Que
si no nos hubiéramos detenido, cierto ahora hubiéramos ya vuelto dos
veces. 43.11
Entonces Israel su padre les respondió: Pues que así es, hacedlo; tomad
de lo mejor de la tierra en vuestros vasos, y llevad á aquel varón un
presente, un poco de bálsamo, y un poco de miel, aromas y mirra, nueces
y almendras. 43.12 Y
tomad en vuestras manos doblado dinero, y llevad en vuestra mano el
dinero vuelto en las bocas de vuestros costales; quizá fué yerro. 43.13 Tomad
también á vuestro hermano, y levantaos, y volved á aquel varón. 43.14
Y el Dios Omnipotente os dé misericordias delante de aquel varón, y os
suelte al otro vuestro hermano, y á este Benjamín. Y si he de ser
privado de mis hijos, séalo. 43.15
Entonces tomaron aquellos varones el presente, y tomaron en su mano
doblado dinero, y á Benjamín; y se levantaron, y descendieron á Egipto,
y presentáronse delante de José. 43.16
Y vió José á Benjamín con ellos, y dijo al mayordomo de su casa: Mete
en casa á esos hombres, y degüella víctima, y aderéza la; porque estos
hombres comerán conmigo al medio día. 43.17 E
hizo el hombre como José dijo; y metió aquel hombre á los hombres en
casa de José. 43.18
Y aquellos hombres tuvieron temor, cuando fueron metidos en casa de
José, y decían: Por el dinero que fué vuelto en nuestros costales la
primera vez nos han metido aquí, para revolver contra nosotros, y dar
sobre nosotros, y tomarnos por siervos á nosotros, y á nuestros asnos. 43.19 Y
llegáronse al mayordomo de la casa de José, y le hablaron á la entrada
de la casa. 43.20 Y
dijeron: Ay, señor mío, nosotros en realidad de verdad descendimos al
principio á comprar alimentos: 43.21
Y aconteció que como vinimos al mesón y abrimos nuestros costales, he
aquí el dinero de cada uno estaba en la boca de su costal, nuestro
dinero en su justo peso; y hémoslo vuelto en nuestras manos. 43.22
Hemos también traído en nuestras manos otro dinero para comprar
alimentos: nosotros no sabemos quién haya puesto nuestro dinero en
nuestros costales. 43.23
Y él respondió: Paz á vosotros, no temáis; vuestro Dios y el Dios de
vuestro padre os dió el tesoro en vuestros costales: vuestro dinero
vino á mí. Y sacó á Simeón á ellos. 43.24 Y
metió aquel varón á aquellos hombres en casa de José: y dióles agua, y
lavaron sus pies: y dió de comer á sus asnos. 43.25 Y
ellos prepararon el presente entretanto que venía José al medio día,
porque habían oído que allí habían de comer pan. 43.26 Y
vino José á casa, y ellos le trajeron el presente que tenían en su mano
dentro de casa, é inclináronse á él hasta tierra. 43.27
Entonces les preguntó él cómo estaban, y dijo: ¿Vuestro padre, el
anciano que dijisteis, lo pasa bien? ¿vive todavía? 43.28 Y
ellos respondieron: Bien va á tu siervo nuestro padre; aun vive. Y se
inclinaron, é hicieron reverencia. 43.29
Y alzando él sus ojos vió á Benjamín su hermano, hijo de su madre, y
dijo: ¿Es éste vuestro hermano menor, de quien me hablasteis? Y dijo:
Dios tenga misericordia de ti, hijo mío. 43.30
Entonces José se apresuró, porque se conmovieron sus entrañas á causa
de su hermano, y procuró donde llorar: y entróse en su cámara, y lloró
allí. 43.31 Y
lavó su rostro, y salió fuera, y reprimióse, y dijo: Poned pan. 43.32
Y pusieron para él aparte, y separadamente para ellos, y aparte para
los Egipcios que con él comían: porque los Egipcios no pueden comer pan
con los Hebreos, lo cual es abominación á los Egipcios. 43.33
Y sentáronse delante de él, el mayor conforme á su mayoría, y el menor
conforme á su menoría; y estaban aquellos hombres atónitos mirándose el
uno al otro. 43.34 Y
él tomó viandas de delante de sí para ellos; mas la porción de Benjamín
era cinco veces como cualquiera de las de ellos. Y bebieron, y
alegráronse con él. ▲44.1
Y MANDO José al mayordomo de su casa, diciendo: Hinche los costales de
aquestos varones de alimentos, cuanto pudieren llevar, y pon el dinero
de cada uno en la boca de su costal: 44.2 Y
pondrás mi copa, la copa de plata, en la boca del costal del menor, con
el dinero de su trigo. Y él hizo como dijo José. 44.3 Venida
la mañana, los hombres fueron despedidos con sus asnos. 44.4
Habiendo ellos salido de la ciudad, de la que aun no se habían alejado,
dijo José á su mayordomo: Levántate, y sigue á esos hombres; y cuando
los alcanzares, diles: ¿Por qué habéis vuelto mal por bien? 44.5 ¿No es
ésta en la que bebe mi señor, y por la que suele adivinar? habéis hecho
mal en lo que hicisteis. 44.6 Y como
él los alcanzó, díjoles estas palabras. 44.7 Y
ellos le respondieron: ¿Por qué dice mi señor tales cosas? Nunca tal
hagan tus siervos. 44.8
He aquí, el dinero que hallamos en la boca de nuestros costales, te lo
volvimos á traer desde la tierra de Canaán; ¿cómo, pues, habíamos de
hurtar de casa de tu señor plata ni oro? 44.9 Aquel
de tus siervos en quien fuere hallada la copa, que muera, y aun
nosotros seremos siervos de mi señor. 44.10
Y él dijo: También ahora sea conforme á vuestras palabras; aquél en
quien se hallare, será mi siervo, y vosotros seréis sin culpa. 44.11 Ellos
entonces se dieron prisa, y derribando cada uno su costal en tierra,
abrió cada cual el costal suyo. 44.12 Y
buscó; desde el mayor comenzó, y acabó en el menor; y la copa fué
hallada en el costal de Benjamín. 44.13
Entonces ellos rasgaron sus vestidos, y cargó cada uno su asno, y
volvieron á la ciudad. 44.14 Y
llegó Judá con sus hermanos á casa de José, que aun estaba allí, y
postráronse delante de él en tierra. 44.15 Y
díjoles José: ¿Qué obra es esta que habéis hecho? ¿no sabéis que un
hombre como yo sabe adivinar? 44.16
Entonces dijo Judá: ¿Qué diremos á mi señor? ¿qué hablaremos? ¿ó con
qué nos justificaremos? Dios ha hallado la maldad de tus siervos: he
aquí, nosotros somos siervos de mi señor, nosotros, y también aquél en
cuyo poder fué hallada la copa. 44.17
Y él respondió: Nunca yo tal haga: el varón en cuyo poder fué hallada
la copa, él será mi siervo; vosotros id en paz á vuestro padre. 44.18
Entonces Judá se llegó á él, y dijo: Ay señor mío, ruégote que hable tu
siervo una palabra en oídos de mi señor, y no se encienda tu enojo
contra tu siervo, pues que tú eres como Faraón. 44.19 Mi
señor preguntó á sus siervos, diciendo: ¿Tenéis padre ó hermano? 44.20
Y nosotros respondimos á mi señor: Tenemos un padre anciano, y un mozo
que le nació en su vejez, pequeño aún; y un hermano suyo murió, y él
quedó solo de su madre, y su padre lo ama. 44.21 Y tú
dijiste á tus siervos: Traédmelo, y pondré mis ojos sobre él. 44.22 Y
nosotros dijimos á mi señor: El mozo no puede dejar á su padre, porque
si le dejare, su padre morirá. 44.23 Y
dijiste á tus siervos: Si vuestro hermano menor no descendiere con
vosotros, no veáis más mi rostro. 44.24
Aconteció pues, que como llegamos á mi padre tu siervo, contámosle las
palabras de mi señor. 44.25 Y
dijo nuestro padre: Volved á comprarnos un poco de alimento. 44.26
Y nosotros respondimos: No podemos ir: si nuestro hermano fuere con
nosotros, iremos; porque no podemos ver el rostro del varón, no estando
con nosotros nuestro hermano el menor. 44.27
Entonces tu siervo mi padre nos dijo: Vosotros sabéis que dos me parió
mi mujer; 44.28 Y el
uno salió de conmigo, y pienso de cierto que fué despedazado, y hasta
ahora no le he visto; 44.29
Y si tomareis también éste de delante de mí, y le aconteciere algún
desastre, haréis descender mis canas con dolor á la sepultura. 44.30
Ahora, pues, cuando llegare yo á tu siervo mi padre, y el mozo no fuere
conmigo, como su alma está ligada al alma de él, 44.31
Sucederá que cuando no vea al mozo, morirá: y tus siervos harán
descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor á la sepultura. 44.32
Como tu siervo salió por fiador del mozo con mi padre, diciendo: Si no
te lo volviere, entonces yo seré culpable para mi padre todos los días; 44.33
Ruégote por tanto que quede ahora tu siervo por el mozo por siervo de
mi señor, y que el mozo vaya con sus hermanos. 44.34
Porque ¿cómo iré yo á mi padre sin el mozo? No podré, por no ver el mal
que sobrevendrá á mi padre. ▲45.1
NO podía ya José contenerse delante de todos los que estaban al lado
suyo, y clamó: Haced salir de conmigo á todos. Y no quedó nadie con él,
al darse á conocer José á sus hermanos. 45.2
Entonces se dió á llorar á voz en grito; y oyeron los Egipcios, y oyó
también la casa de Faraón. 45.3
Y dijo José á sus hermanos: Yo soy José: ¿vive aún mi padre? Y sus
hermanos no pudieron responderle, porque estaban turbados delante de él. 45.4
Entonces dijo José á sus hermanos: Llegaos ahora á mí. Y ellos se
llegaron. Y él dijo: Yo soy José vuestro hermano el que vendisteis para
Egipto. 45.5 Ahora
pues, no os entristezcáis, ni os pese de haberme vendido acá; que para
preservación de vida me envió Dios delante de vosotros: 45.6 Que ya
ha habido dos años de hambre en medio de la tierra, y aun quedan cinco
años en que ni habrá arada ni siega. 45.7
Y Dios me envió delante de vosotros, para que vosotros quedaseis en la
tierra, y para daros vida por medio de grande salvamento. 45.8
Así pues, no me enviasteis vosotros acá, sino Dios, que me ha puesto
por padre de Faraón, y por señor de toda su casa, y por gobernador en
toda la tierra de Egipto. 45.9
Daos priesa, id á mi padre y decidle: Así dice tu hijo José: Dios me ha
puesto por señor de todo Egipto; ven á mí, no te detengas: 45.10
Y habitarás en la tierra de Gosén, y estarás cerca de mí, tú y tus
hijos, y los hijos de tus hijos, tus ganados y tus vacas, y todo lo que
tienes. 45.11 Y
allí te alimentaré, pues aun quedan cinco años de hambre, porque no
perezcas de pobreza tú y tu casa, y todo lo que tienes: 45.12 Y he
aquí, vuestros ojos ven, y los ojos de mi hermano Benjamín, que mi boca
os habla. 45.13
Haréis pues saber á mi padre toda mi gloria en Egipto, y todo lo que
habéis visto: y daos priesa, y traed á mi padre acá. 45.14 Y
echóse sobre el cuello de Benjamín su hermano, y lloró; y también
Benjamín lloró sobre su cuello. 45.15 Y
besó á todos sus hermanos, y lloró sobre ellos: y después sus hermanos
hablaron con él. 45.16
Y oyóse la noticia en la casa de Faraón, diciendo: Los hermanos de José
han venido. Y plugo en los ojos de Faraón y de sus siervos. 45.17 Y
dijo Faraón á José: Di á tus hermanos: Haced esto: cargad vuestras
bestias, é id, volved á la tierra de Canaán; 45.18
Y tomad á vuestro padre y vuestras familias, y venid á mí, que yo os
daré lo bueno de la tierra de Egipto y comeréis la grosura de la tierra. 45.19
Y tú manda: Haced esto: tomaos de la tierra de Egipto carros para
vuestros niños y vuestras mujeres; y tomad á vuestro padre, y venid. 45.20 Y no
se os dé nada de vuestras alhajas, porque el bien de la tierra de
Egipto será vuestro. 45.21
E hiciéronlo así los hijos de Israel: y dióles José carros conforme á
la orden de Faraón, y suministróles víveres para el camino. 45.22 A
cada uno de todos ellos dió mudas de vestidos, y á Benjamín dió
trescientas piezas de plata, y cinco mudas de vestidos. 45.23
Y á su padre envió esto: diez asnos cargados de lo mejor de Egipto, y
diez asnas cargadas de trigo, y pan y comida, para su padre en el
camino. 45.24 Y
despidió á sus hermanos, y fuéronse. Y él les dijo: No riñáis por el
camino. 45.25 Y
subieron de Egipto, y llegaron á la tierra de Canaán á Jacob su padre. 45.26
Y diéronle las nuevas, diciendo: José vive aún; y él es señor en toda
la tierra de Egipto. Y su corazón se desmayó; pues no los creía. 45.27
Y ellos le contaron todas las palabras de José, que él les había
hablado; y viendo él los carros que José enviaba para llevarlo, el
espíritu de Jacob su padre revivió. 45.28
Entonces dijo Israel: Basta; José mi hijo vive todavía: iré, y le veré
antes que yo muera. ▲46.1 Y PARTIOSE Israel con todo
lo que tenía, y vino á Beer-seba, y ofreció sacrificios al Dios de su
padre Isaac. 46.2 Y
habló Dios á Israel en visiones de noche, y dijo: Jacob, Jacob. Y él
respondió: Heme aquí. 46.3 Y
dijo: Yo soy Dios, el Dios de tu padre; no temas de descender á Egipto,
porque yo te pondré allí en gran gente. 46.4 Yo
descenderé contigo á Egipto, y yo también te haré volver: y José pondrá
su mano sobre tus ojos. 46.5
Y levantóse Jacob de Beer-seba; y tomaron los hijos de Israel á su
padre Jacob, y á sus niños, y á sus mujeres, en los carros que Faraón
había enviado para llevarlo. 46.6
Y tomaron sus ganados, y su hacienda que había adquirido en la tierra
de Canaán, y viniéronse á Egipto, Jacob, y toda su simiente consigo; 46.7
Sus hijos, y los hijos de sus hijos consigo; sus hijas, y las hijas de
sus hijos, y á toda su simiente trajo consigo á Egipto. 46.8 Y
estos son los nombres de los hijos de Israel, que entraron en Egipto,
Jacob y sus hijos: Rubén, el primogénito de Jacob. 46.9 Y los
hijos de Rubén: Hanoch, y Phallu, y Hezrón, y Carmi. 46.10 Y los
hijos de Simeón: Jemuel, y Jamín, y Ohad, y Jachîn, y Zohar, y Saúl,
hijo de la Cananea. 46.11 Y los
hijos de Leví: Gersón, Coath, y Merari. 46.12
Y los hijos de Judá: Er, y Onán, y Sela, y Phares, y Zara: mas Er y
Onán, murieron en la tierra de Canaán. Y los hijos de Phares fueron
Hezrón y Hamul. 46.13 Y los
hijos de Issachâr: Thola, y Phua, y Job, y Simrón. 46.14 Y los
hijos de Zabulón: Sered y Elón, y Jahleel. 46.15
Estos fueron los hijos de Lea, los que parió á Jacob en Padan-aram, y
además su hija Dina: treinta y tres las almas todas de sus hijos é
hijas. 46.16 Y los
hijos de Gad: Ziphión, y Aggi, y Ezbón, y Suni, y Heri, y Arodi, y
Areli. 46.17 Y los
hijos de Aser: Jimna, é Ishua, é Isui y Beria, y Sera, hermana de
ellos. Los hijos de Beria: Heber, y Malchîel. 46.18 Estos
fueron los hijos de Zilpa, la que Labán dió á su hija Lea, y parió
estos á Jacob; todas diez y seis almas. 46.19 Y los
hijos de Rachêl, mujer de Jacob: José y Benjamín. 46.20 Y
nacieron á José en la tierra de Egipto Manasés y Ephraim, los que le
parió Asenath, hija de Potipherah, sacerdote de On. 46.21 Y los
hijos de Benjamín fueron Bela, y Bechêr y Asbel, y Gera, y Naamán, y
Ehi, y Ros y Muppim, y Huppim, y Ard. 46.22 Estos
fueron los hijos de Rachêl, que nacieron á Jacob: en todas, catorce
almas. 46.23 Y los
hijos de Dan: Husim. 46.24 Y los
hijos de Nephtalí: Jahzeel, y Guni, y Jezer, y Shillem. 46.25 Estos
fueron los hijos de Bilha, la que dió Labán á Rachêl su hija, y parió
estos á Jacob; todas siete almas. 46.26
Todas las personas que vinieron con Jacob á Egipto, procedentes de sus
lomos, sin las mujeres de los hijos de Jacob, todas las personas fueron
sesenta y seis. 46.27
Y los hijos de José, que le nacieron en Egipto, dos personas. Todas las
almas de la casa de Jacob, que entraron en Egipto, fueron setenta. 46.28 Y
envió á Judá delante de sí á José, para que le viniese á ver á Gosén; y
llegaron á la tierra de Gosén. 46.29
Y José unció su carro y vino á recibir á Israel su padre á Gosén; y se
manifestó á él, y echóse sobre su cuello, y lloró sobre su cuello
bastante. 46.30
Entonces Israel dijo á José: Muera yo ahora, ya que he visto tu rostro,
pues aun vives. 46.31
Y José dijo á sus hermanos, y á la casa de su padre: Subiré y haré
saber á Faraón, y diréle: Mis hermanos y la casa de mi padre, que
estaban en la tierra de Canaán, han venido á mí; 46.32 Y los
hombres son pastores de ovejas, porque son hombres ganaderos: y han
traído sus ovejas y sus vacas, y todo lo que tenían. 46.33 Y
cuando Faraón os llamare y dijere: ¿cuál es vuestro oficio? 46.34
Entonces diréis: Hombres de ganadería han sido tus siervos desde
nuestra mocedad hasta ahora, nosotros y nuestros padres; á fin que
moréis en la tierra de Gosén, porque los Egipcios abominan todo pastor
de ovejas. ▲47.1
Y JOSÉ vino, é hizo saber á Faraón, y dijo: Mi padre y mis hermanos, y
sus ovejas y sus vacas, con todo lo que tienen, han venido de la tierra
de Canaán, y he aquí, están en la tierra de Gosén. 47.2 Y de
los postreros de sus hermanos tomó cinco varones, y presentólos delante
de Faraón. 47.3
Y Faraón dijo á sus hermanos: ¿Cuál es vuestro oficio? Y ellos
respondieron á Faraón: Pastores de ovejas son tus siervos, así nosotros
como nuestros padres. 47.4
Dijeron además á Faraón: Por morar en esta tierra hemos venido; porque
no hay pasto para las ovejas de tus siervos, pues el hambre es grave en
la tierra de Canaán: por tanto, te rogamos ahora que habiten tus
siervos en la tierra de Gosén. 47.5
Entonces Faraón habló á José, diciendo: Tu padre y tus hermanos han
venido á ti; 47.6
La tierra de Egipto delante de ti está; en lo mejor de la tierra haz
habitar á tu padre y á tus hermanos; habiten en la tierra de Gosén; y
si entiendes que hay entre ellos hombres eficaces, ponlos por mayorales
del ganado mío. 47.7 Y José
introdujo á su padre, y presentólo delante de Faraón; y Jacob bendijo á
Faraón. 47.8 Y dijo
Faraón á Jacob: ¿Cuántos son los días de los años de tu vida? 47.9
Y Jacob respondió á Faraón: Los días de los años de mi peregrinación
son ciento treinta años; pocos y malos han sido los días de los años de
mi vida, y no han llegado á los días de los años de la vida de mis
padres en los días de su peregrinación. 47.10 Y
Jacob bendijo á Faraón, y salióse de delante de Faraón. 47.11
Así José hizo habitar á su padre y á sus hermanos, y dióles posesión en
la tierra de Egipto, en lo mejor de la tierra, en la tierra de Rameses
como mandó Faraón. 47.12 Y
alimentaba José á su padre y á sus hermanos, y á toda la casa de su
padre, de pan, hasta la boca del niño. 47.13
Y no había pan en toda la tierra, y el hambre era muy grave; por lo que
desfalleció de hambre la tierra de Egipto y la tierra de Canaán. 47.14
Y recogió José todo el dinero que se halló en la tierra de Egipto y en
la tierra de Canaán, por los alimentos que de él compraban; y metió
José el dinero en casa de Faraón. 47.15
Y acabado el dinero de la tierra de Egipto y de la tierra de Canaán,
vino todo Egipto á José diciendo: Danos pan: ¿por qué moriremos delante
de ti, por haberse acabado el dinero? 47.16 Y
José dijo: Dad vuestros ganados, y yo os daré por vuestros ganados, si
se ha acabado el dinero. 47.17
Y ellos trajeron sus ganados á José; y José les dió alimentos por
caballos, y por el ganado de las ovejas, y por el ganado de las vacas,
y por asnos: y sustentólos de pan por todos sus ganados aquel año. 47.18
Y acabado aquel año, vinieron á él el segundo año, y le dijeron: No
encubriremos á nuestro señor que el dinero ciertamente se ha acabado;
también el ganado es ya de nuestro señor; nada ha quedado delante de
nuestro señor sino nuestros cuerpos y nuestra tierra. 47.19
¿Por qué moriremos delante de tus ojos, así nosotros como nuestra
tierra? Cómpranos á nosotros y á nuestra tierra por pan, y seremos
nosotros y nuestra tierra siervos de Faraón: y danos simiente para que
vivamos y no muramos, y no sea asolada la tierra. 47.20
Entonces compró José toda la tierra de Egipto para Faraón; pues los
Egipcios vendieron cada uno sus tierras, porque se agravó el hambre
sobre ellos: y la tierra vino á ser de Faraón. 47.21 Y al
pueblo hízolo pasar á las ciudades desde el un cabo del término de
Egipto hasta el otro cabo. 47.22
Solamente la tierra de los sacerdotes no compró, por cuanto los
sacerdotes tenían ración de Faraón, y ellos comían su ración que Faraón
les daba: por eso no vendieron su tierra. 47.23 Y
José dijo al pueblo: He aquí os he hoy comprado y á vuestra tierra para
Faraón: ved aquí simiente, y sembraréis la tierra. 47.24
Y será que de los frutos daréis el quinto á Faraón, y las cuatro partes
serán vuestras para sembrar las tierras, y para vuestro mantenimiento,
y de los que están en vuestras casas, y para que coman vuestros niños. 47.25 Y
ellos respondieron: La vida nos has dado: hallemos gracia en ojos de mi
señor, y seamos siervos de Faraón. 47.26
Entonces José lo puso por fuero hasta hoy sobre la tierra de Egipto,
señalando para Faraón el quinto; excepto sólo la tierra de los
sacerdotes, que no fué de Faraón. 47.27
Así habitó Israel en la tierra de Egipto, en la tierra de Gosén; y
aposesionáronse en ella, y se aumentaron, y multiplicaron en gran
manera. 47.28 Y
vivió
Jacob en la tierra de Egipto diecisiete años: y fueron los días de
Jacob, los años de su vida, ciento cuarenta y siete años. 47.29
Y llegáronse los días de Israel para morir, y llamó á José su hijo, y
le dijo: Si he hallado ahora gracia en tus ojos, ruégote que pongas tu
mano debajo de mi muslo, y harás conmigo misericordia y verdad; ruégote
que no me entierres en Egipto; 47.30
Mas cuando durmiere con mis padres, llevarme has de Egipto, y me
sepultarás en el sepulcro de ellos. Y él respondió: Yo haré como tú
dices. 47.31 Y él
dijo: Júramelo. Y él le juró. Entonces Israel se inclinó sobre la
cabecera de la cama. ▲48.1
Y SUCEDIO después de estas cosas el haberse dicho á José: He aquí tu
padre está enfermo. Y él tomó consigo sus dos hijos Manasés y Ephraim. 48.2 Y se
hizo saber á Jacob, diciendo: He aquí tu hijo José viene á ti. Entonces
se esforzó Israel, y sentóse sobre la cama; 48.3 Y dijo
á José: El Dios Omnipotente me apareció en Luz en la tierra de Canaán,
y me bendijo, 48.4
Y díjome: He aquí, yo te haré crecer, y te multiplicaré, y te pondré
por estirpe de pueblos: y daré esta tierra á tu simiente después de ti
por heredad perpetua. 48.5
Y ahora tus dos hijos Ephraim y Manasés, que te nacieron en la tierra
de Egipto, antes que viniese á ti á la tierra de Egipto, míos son; como
Rubén y Simeón, serán míos: 48.6 Y los
que después de ellos has engendrado, serán tuyos; por el nombre de sus
hermanos serán llamados en sus heredades. 48.7
Porque cuando yo venía de Padan-aram, se me murió Rachêl en la tierra
de Canaán, en el camino, como media legua de tierra viniendo á Ephrata;
y sepultéla allí en el camino de Ephrata, que es Bethlehem. 48.8 Y vió
Israel los hijos de José, y dijo: ¿Quiénes son éstos? 48.9 Y
respondió José á su padre: Son mis hijos, que Dios me ha dado aquí. Y
él dijo: Allégalos ahora á mí, y los bendeciré. 48.10 Y los
ojos de Israel estaban tan agravados de la vejez, que no podía ver.
Hízoles, pues, llegar á él, y él los besó y abrazó. 48.11 Y
dijo Israel á José: No pensaba yo ver tu rostro, y he aquí Dios me ha
hecho ver también tu simiente. 48.12
Entonces José los sacó de entre sus rodillas, é inclinóse á tierra. 48.13
Y tomólos José á ambos, Ephraim á su diestra, á la siniestra de Israel;
y á Manasés á su izquierda, á la derecha de Israel; é hízoles llegar á
él. 48.14
Entonces
Israel extendió su diestra, y púsola sobre la cabeza de Ephraim, que
era el menor, y su siniestra sobre la cabeza de Manasés, colocando así
sus manos adrede, aunque Manasés era el primogénito. 48.15
Y bendijo á José, y dijo: El Dios en cuya presencia anduvieron mis
padres Abraham é Isaac, el Dios que me mantiene desde que yo soy hasta
este día, 48.16 El
Angel que me liberta de todo mal, bendiga á estos mozos: y mi nombre
sea llamado en ellos, y el nombre de mis padres Abraham é Isaac: y
multipliquen en gran manera en medio de la tierra. 48.17
Entonces viendo José que su padre ponía la mano derecha sobre la cabeza
de Eprhaim, causóle esto disgusto; y asió la mano de su padre, para
mudarla de sobre la cabeza de Ephraim á la cabeza de Manasés. 48.18 Y
dijo José á su padre: No así, padre mío, porque éste es el primogénito;
pon tu diestra sobre su cabeza. 48.19
Mas su padre no quiso, y dijo: Lo sé, hijo mío, lo sé: también él
vendrá á ser un pueblo, y será también acrecentado; pero su hermano
menor será más grande que él, y su simiente será plenitud de gentes. 48.20
Y bendíjolos aquel día, diciendo: En ti bendecirá Israel, diciendo:
Póngate Dios como á Ephraim y como á Manasés. Y puso á Ephraim delante
de Manasés. 48.21 Y
dijo Israel á José: He aquí, yo muero, mas Dios será con vosotros, y os
hará volver á la tierra de vuestros padres. 48.22 Y yo
te he dado á ti una parte sobre tus hermanos, la cual tomé yo de mano
del Amorrheo con mi espada y con mi arco. ▲49.1 Y LLAMO Jacob á sus hijos,
y dijo: Juntaos, y os declararé lo que os ha de acontecer en los
postreros días. 49.2
Juntaos y oid, hijos de Jacob; Y escuchad á vuestro padre Israel. 49.3 Rubén,
tú eres mi primogénito, mi fortaleza, y el principio de mi vigor;
Principal en dignidad, principal en poder. 49.4
Corriente como las aguas, no seas el principal; Por cuanto subiste al
lecho de tu padre: Entonces te envileciste, subiendo á mi estrado. 49.5 Simeón
y Leví, hermanos: Armas de iniquidad sus armas. 49.6
En su secreto no entre mi alma, Ni mi honra se junte en su compañía;
Que en su furor mataron varón, Y en su voluntad arrancaron muro. 49.7
Maldito su furor, que fué fiero; Y su ira, que fué dura: Yo los
apartaré en Jacob, Y los esparciré en Israel. 49.8 Judá,
alabarte han tus hermanos: Tu mano en la cerviz de tus enemigos: Los
hijos de tu padre se inclinarán á ti. 49.9
Cachorro de león Judá: De la presa subiste, hijo mío: Encorvóse, echóse
como león, Así como león viejo; ¿quién lo despertará? 49.10
No será quitado el cetro de Judá, Y el legislador de entre sus piés,
Hasta que venga Shiloh; Y á él se congregarán los pueblos. 49.11
Atando á la vid su pollino, Y á la cepa el hijo de su asna, Lavó en el
vino su vestido, Y en la sangre de uvas su manto: 49.12 Sus
ojos bermejos del vino, Y los dientes blancos de la leche. 49.13
Zabulón en puertos de mar habitará, Y será para puerto de navíos; Y su
término hasta Sidón. 49.14
Issachâr, asno huesudo Echado entre dos tercios: 49.15 Y vió
que el descanso era bueno, Y que la tierra era deleitosa; Y bajó su
hombro para llevar, Y sirvió en tributo. 49.16 Dan
juzgará á su pueblo, Como una de las tribus de Israel. 49.17
Será Dan serpiente junto al camino, Cerasta junto á la senda, Que
muerde los talones de los caballos, Y hace caer por detrás al
cabalgador de ellos. 49.18 Tu
salud esperé, oh Jehová. 49.19 Gad,
ejército lo acometerá; Mas él acometerá al fin. 49.20 El
pan de Aser será grueso, Y él dará deleites al rey. 49.21
Nephtalí, sierva dejada, Que dará dichos hermosos. 49.22 Ramo
fructífero José, Ramo fructífero junto á fuente, Cuyos vástagos se
extienden sobre el muro. 49.23 Y
causáronle amargura, Y asaeteáronle, Y aborreciéronle los archeros: 49.24
Mas su arco quedó en fortaleza, Y los brazos de sus manos se
corroboraron Por las manos del Fuerte de Jacob, (De allí el pastor, y
la piedra de Israel,) 49.25
Del Dios de tu padre, el cual te ayudará, Y del Omnipotente, el cual te
bendecirá Con bendiciones de los cielos de arriba, Con bendiciones del
abismo que está abajo, Con bendiciones del seno y de la matriz. 49.26
Las bendiciones de tu padre Fueron mayores que las bendiciones de mis
progenitores: Hasta el término de los collados eternos Serán sobre la
cabeza de José, Y sobre la mollera del Nazareo de sus hermanos. 49.27
Benjamín, lobo arrebatador: A la mañana comerá la presa, Y á la tarde
repartirá los despojos. 49.28
Todos estos fueron las doce tribus de Israel: y esto fué lo que su
padre les dijo, y bendíjolos; á cada uno por su bendición los bendijo. 49.29
Mandóles luego, y díjoles: Yo voy á ser reunido con mi pueblo:
sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Ephrón el
Hetheo; 49.30 En la
cueva que está en el campo de Macpela, que está delante de Mamre en la
tierra de Canaán, la cual compró Abraham con el mismo campo de Ephrón
el Hetheo, para heredad de sepultura. 49.31 Allí
sepultaron á Abraham y á Sara su mujer; allí sepultaron á Isaac y á
Rebeca su mujer; allí también sepulté yo á Lea. 49.32 La
compra del campo y de la cueva que está en él, fué de los hijos de Heth. 49.33 Y
como acabó Jacob de dar órdenes á sus hijos, encogió sus pies en la
cama, y espiró: y fué reunido con sus padres. ▲50.1 ENTONCES se echó José sobre
el rostro de su padre, y lloró sobre él, y besólo. 50.2 Y
mandó José á sus médicos familiares que embalsamasen á su padre: y los
médicos embalsamaron á Israel. 50.3 Y
cumpliéronle cuarenta días, porque así cumplían los días de los
embalsamados, y lloráronlo los Egipcios setenta días. 50.4
Y pasados los días de su luto, habló José á los de la casa de Faraón,
diciendo: Si he hallado ahora gracia en vuestros ojos, os ruego que
habléis en oídos de Faraón, diciendo: 50.5
Mi padre me conjuró diciendo: He aquí yo muero; en mi sepulcro que yo
cavé para mí en la tierra de Canaán, allí me sepultarás; ruego pues que
vaya yo ahora, y sepultaré á mi padre, y volveré. 50.6 Y
Faraón dijo: Ve, y sepulta á tu padre, como él te conjuró. 50.7
Entonces José subió á sepultar á su padre; y subieron con él todos los
siervos de Faraón, los ancianos de su casa, y todos los ancianos de la
tierra de Egipto. 50.8
Y toda la casa de José, y sus hermanos, y la casa de su padre:
solamente dejaron en la tierra de Gosén sus niños, y sus ovejas y sus
vacas. 50.9 Y
subieron también con él carros y gente de á caballo, é hízose un
escuadrón muy grande. 50.10
Y llegaron hasta la era de Atad, que está á la otra parte del Jordán, y
endecharon allí con grande y muy grave lamentación: y José hizo á su
padre duelo por siete días. 50.11
Y viendo los moradores de la tierra, los Cananeos, el llanto en la era
de Atad, dijeron: Llanto grande es este de los Egipcios: por eso fué
llamado su nombre Abelmizraim, que está á la otra parte del Jordán. 50.12
Hicieron, pues, sus hijos con él, según les había mandado: 50.13
Pues lleváronlo sus hijos á la tierra de Canaán, y le sepultaron en la
cueva del campo de Macpela, la que había comprado Abraham con el mismo
campo, para heredad de sepultura, de Ephrón el Hetheo, delante de Mamre. 50.14
Y tornóse José á Egipto, él y sus hermanos, y todos los que subieron
con él á sepultar á su padre, después que le hubo sepultado. 50.15
Y viendo los hermanos de José que su padre era muerto, dijeron: Quizá
nos aborrecerá José, y nos dará el pago de todo el mal que le hicimos. 50.16 Y
enviaron á decir á José: Tu padre mandó antes de su muerte, diciendo: 50.17
Así diréis á José: Ruégote que perdones ahora la maldad de tus hermanos
y su pecado, porque mal te trataron: por tanto ahora te rogamos que
perdones la maldad de los siervos del Dios de tu padre. Y José lloró
mientras hablaban. 50.18 Y
vinieron también sus hermanos, y postráronse delante de él, y dijeron:
Henos aquí por tus siervos. 50.19 Y
respondióles José: No temáis: ¿estoy yo en lugar de Dios? 50.20
Vosotros pensasteis mal sobre mí, mas Dios lo encaminó á bien, para
hacer lo que vemos hoy, para mantener en vida á mucho pueblo. 50.21
Ahora, pues, no tengáis miedo; yo os sustentaré á vosotros y á vuestros
hijos. Así los consoló, y les habló al corazón. 50.22 Y
estuvo José en Egipto, él y la casa de su padre: y vivió José ciento
diez años. 50.23
Y vió José los hijos de Ephraim hasta la tercera generación: también
los hijos de Machîr, hijo de Manasés, fueron criados sobre las rodillas
de José. 50.24 Y
José
dijo á sus hermanos: Yo me muero; mas Dios ciertamente os visitará, y
os hará subir de aquesta tierra á la tierra que juró á Abraham, á
Isaac, y á Jacob. 50.25 Y
conjuró José á los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os
visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos. 50.26 Y
murió José de edad de ciento diez años; y embalsamáronlo, y fué puesto
en un ataúd en Egipto.